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Científicos al servicio de la internacionalización

Opinión: Científicos al servicio de la internacionalización

Las universidades no son meramente un lugar de transmisión de conocimiento destinado a formar profesionales. Son además productoras de nuevas ideas y vanguardia de la integración internacional. Con la globalización, los problemas dejan de ser particulares y se transforman en desafíos mundiales, que deben, eso sí, abordarse desde la perspectiva de las propias realidades geopolíticas y sociales.

En este contexto debe destacarse la realización en estos días del Foro Chile-Suecia, organizado por las universidades suecas de Lund y Uppsala y las universidades de Chile y Católica de Chile. Cerca de 50 científicos y académicos de ambas instituciones, encabezadas por sus rectores, Ennio Vivaldi e Ignacio Sánchez, nos encontramos reunidos en la hermosa ciudad de Lund para discutir temas de gran importancia para ambos países.

Las migraciones contemporáneas y sus implicancias sociales, la explotación sostenible de los recursos naturales, y los desafíos modernos en salud, son las tres líneas temáticas que están siendo abordadas por médicos, ingenieros, biólogos y filósofos desde diversas experiencias, abarcando desde el racismo hasta el envejecimiento de la población, las enfermedades crónicas, la resistencia a los antibióticos y los impactos naturales y sociales de la minería y las energías limpias. Todas áreas altamente pertinentes a los desafíos actuales de Chile, pero como no, también de enorme interés para la sociedad sueca.

Es interesante constatar que Chile y Suecia tienen una larga historia de relaciones, que parte mucho antes que la decidida solidaridad sueca con los refugiados en los 70s y 80s, que a la larga significó que en este país de Escandinavia vivan más de 60 mil compatriotas. La mayoría de ellos ya están completamente integrados, y algunos, ocupando importantes cargos académicos y administrativos que facilitan la interacción. Según nos cuenta el embajador José Goñi, el 9 de marzo de 1819, Bernardo O'Higgins firmó el primer convenio bilateral con Suecia. Esto ocurrió cuando el rey Karl Johan XIV, envió al mayor Granner a plantear el interés de Suecia de invertir en el área minera, invitando a jóvenes chilenos a estudiar ingeniería de los minerales en la Universidad de Uppsala. Doscientos años después se renueva el compromiso. El fomento a la movilidad de estudiantes y profesores, la utilización colaborativa de plataformas tecnológicas y la correspondiente confrontación de las realidades sociales y ambientales de ambos países son los objetivos ya consensuados.

A la participación de más de 70 destacados científicos suecos en el encuentro, se suma la presencia de Mario Hamuy, presidente de CONICYT, y de los máximos representantes de las agencias de financiamiento científico suecas, que otorgan una perspectiva optimista para la sostenibilidad de esta importante cooperación bilateral. Es de esperar que el enorme desarrollo tecnológico de Suecia permita capturar experiencias exitosas en momentos que se encuentra cercana la aprobación del proyecto de Ministerio de Ciencia y Tecnología, que necesariamente nos obligará a invertir con mayor decisión y significancia recursos para el fortalecimiento científico del país.

La columna de opinión fue publicada en La Tercera, el martes 22 de agosto. Para leerla en la sección Vocesclick aquí. 

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