Con representantes de los recicladores de base se llevó a cabo el seminario de cierre de este proyecto, que atendió la necesidad de hacerse cargo de los desechos de polietileno tereftalato –más conocido como PET-, implementando las etapas iniciales de un modelo de negocio social basado en un desarrollo tecnológico.
El PET es un material de la familia de los plásticos que se utiliza preferentemente en envases y botellas, y que tan sólo en 2016 se generó 61 mil toneladas de este residuo, del cual el 88% se acumuló en vertederos.
En vista que no se le daba a este desecho un mayor valor agregado, el académico del Departamento de Ingeniería Química, Biotecnología y Materiales de la FCFM, Humberto Palza, vio una oportunidad y lideró un proyecto de transferencia tecnológica que transformó el picado de PET -mediante una pelitizadora- en una resina plástica, a través de un proceso químico de bajo valor. Este es uno de los primeros estudios donde se utiliza resina a partir de plásticos 100% reciclados (no está mezclado con resinas vírgenes), pudiendo reutilizarse en materiales para la construcción.
A continuación, él y su equipo se adjudicaron fondos para desarrollar un proyecto FIC-Región Metropolitana, que desde sus inicios se planteó alianzas con los actores relevantes de este mercado: Recicladores, para proveer el material que genera la resina, y Municipalidades (Recoleta, Maipú, Peñaflor y Estación Central) para instalar compactadoras y futuras pelitizadoras.
Los ejes de este proyecto fueron la investigación en materiales y la inversión en equipos, tecnología y capacitar a los recicladores de base para darle valor al PET, que anteriormente era desestimado como un recurso de reciclaje debido a su bajo precio de venta y el gran volumen que implica el acopio.
Si bien la industria de la construcción es otro actor relevante en esta economía circular, el director del proyecto compartió en el seminario que tomó largas conversaciones comprender a cabalidad el sistema social de los recicladores y ver de qué manera activar esta alianza virtuosa que dignificara y mejorara sus condiciones de trabajo.
Hubo reuniones, capacitaciones, instalación de compactadoras en puntos limpios de distintas municipalidades para que esta mano de obra pudiera evitar los intermediarios, y comprendiera la oportunidad de aventurarse en desecho PET.
Reciclaje sin recicladores es basura
Exequiel Estay, dirigente de los Recicladores de Base, compartió su aprecio por el respeto y apertura de diálogo, expresados por el equipo del profesor Palza a lo largo del proyecto. “Me da una alegría decir que pudimos conversar, intercambiar vivencias de la calle y aprender mutualmente. Nos pusimos al servicio del proyecto, pero no como una palabra de adorno sino de participar con nuestra experiencia y sentirnos un aporte”, expresó Exquiel.
“En general las relaciones entre las organizaciones sociales y las universidades son relaciones duras: la entrega de un producto, una actividad, un evento, relaciones muy estrictas. Sin embargo, este proyecto empezó con un diálogo totalmente diferente (…) que le dio un cable a tierra a la iniciativa. No fue un proyecto frío, sino con mucho corazón, hubo mucha entrega y se convirtió finalmente en algo súper práctico”, agregó Estay.
“Esta, que debiera ser una facultad dura y de números, es sensible a la realidad de lo que pasa en nuestra red de recicladores. Las soluciones para nuestro planeta pasan por un diálogo entre los actores de verdad. Lo planteo así porque la economía circular la venimos practicando históricamente desde hace unos 30 años. No sabíamos que existía, pero conocemos la realidad de cómo funciona en nuestro país un eslabón importante: los recicladores”, concluyó.
En tanto, el profesor Humberto Palza compartió a la comunidad la importancia de que los investigadores salgan de la universidad y hagan transferencia tecnológica. “En el laboratorio tú no puedes validar, puedes hacer experimentos, puedes hacer ciencia, algo de tecnología, pero la validación social o de mercado tiene que iniciarse rápidamente desde los inicios de tu proyecto. De lo contrario, queda convertido en una investigación clásica. Para hacer transferencia hay que buscar buenas alianzas, pero es importante hacerlas desde el comienzo”, advirtió.
En este caso, añadió, “aprendimos que es importante validar rápidamente las propuestas con la gente, con los recicladores en particular, con la empresa, con la industria. Si uno trabaja solo, cada día tienes menos impacto. Se debe trabajar en temas multidisciplinarios dentro de las diferentes disciplinas de la ingeniería, pero también hay muchas materias del ámbito social, mucha logística, temas legales, de asistencia social, de diseño, de usuarios, que te hacen dar cuenta de la necesidad de implementar un trabajo transdisciplinario. Creo que es el primer proyecto que me toca realmente transdisciplinario, con materias tan fuera de mi disciplina. Este proyecto toca casi todos los ámbitos de la vida”, agregó el académico.
El siguiente paso, agregó Humberto Palza, es la validación a escala industrial.
“Tenemos que mostrar esta tecnología a empresas, despertar el interés de producir esta resina para materiales de la construcción y poder cerrar el modelo de negocios, un modelo de negocio social donde tiene que involucrarse la empresa privada. Esa es la etapa que viene junto con buscar financiamiento para continuar”, concluyó.
El decano de la FCFM, Patricio Aceituno, también participó en el seminario de cierre y relevó cómo la presencia de los conceptos de sustentabilidad en los procesos formativos se ven plasmados en la ejecución de proyectos sociales que convergen las necesidades de la sociedad con la tecnología que se desarrolla en esta institución. “La Universidad de Chile considera que su labor de recicladores es importante”, expresó el Decano a los invitados y añadió su satisfacción de que esta iniciativa pueda ayudar a darles mayor valor a su rol y mejorarlo.
El proyecto FIC-R 2015 contó con el financiamiento del Gobierno Regional Metropolitano, apoyo de la Intendencia de la RM, el CORE de la RM y consejeros regionales de la misma.
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