Son más de 45 años de trayectoria en la academia y más de 20 en el área de la administración, razones suficientes para que el Prof. Francisco Brieva Rodríguez fuera llamado a encabezar la entidad de desarrollo científico más importante del país: la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).
El ingeniero civil electricista de Beauchef y doctor en física de la Universidad de Oxford tiene clara su postura frente al estado actual de Conicyt y la necesidad de volver al fin inicial con que se creó. “Conicyt fue conceptualizado como un organismo para pensar, para detectar oportunidades y recomendar a los gobiernos estrategias a seguir en el área de las ciencias y las tecnologías. Sin embargo, a través de los años se ha convertido en una oficina de manejos de recursos sin mayores prioridades. Sí, generando oportunidades, pero sin mucho sentido, porque no tiene una proyección que permita poder evaluar después de un periodo si la apuesta tuvo sentido o no”, señala.
“Creo que el Estado nunca ha creado una organización que le permita pensar y actuar frente a sus grandes problemas sistemáticamente. Hay mucho de improvisación y casi toda la institucionalidad en la que se apoya el sistema tiene una debilidad intrínseca. Yo creo que es un ámbito en el que sí se debe construir, y con la mirada de alguien que ha practicado la ciencia, que se ha desarrollado en un ambiente donde los problemas, las dificultades, los tiempos relacionados a los temas de ciencia y tecnología son parte de su quehacer, ya que la magnitud del desafío no puede estar restringida a sólo la mirada del administrador preocupado por realizar el gasto pero sin mayor apreciación de sus fines”, agrega.
Con respecto al quehacer del organismo, el Prof. Brieva es tajante al indicar la falta de visión para tomar decisiones. “En general, el Estado, a través de Conicyt u otros organismos, genera instrumentos para realizar actividades, pero de forma genérica. A través de los años ha sido incapaz de fijar algunas prioridades que el país quisiera privilegiar. Esa discusión es muy compleja porque requiere saber mucho, necesita tomadores de decisiones que entiendan esta información, la procesen, generen políticas; requiere pasar por sobre la homogeneidad que tiende a existir como solución frente a la incapacidad de tomar decisiones. Hay que privilegiar las demandas que te exigen más tiempo, más conocimiento para definir esos aportes. Qué saco con entregar becas de postgrado a personas que terminarán siendo cesantes ilustrados en el mediano plazo porque el país nunca tuvo demanda de ellos”, enfatiza.
En cuanto a la creación de un ministerio, el Prof. Brieva manifiesta que no es la única opción a considerar y que su preocupación se centra más en robustecer una estructura y establecer un itinerario, antes que quedar capturado en la discusión por generar institucionalidad. “Que exista un ministerio no resuelve necesariamente los problemas de fondo que muestra nuestro sistema de ciencia y tecnología. Más bien estimo una urgencia por más y mejores oportunidades para incorporar toda una nueva generación de científicos y tecnólogos y capitalizar en lo sembrado hasta ahora. Yo prefiero resolver esos problemas. Lo que se aprecia es la dificultad para identificar espacios únicos donde desarrollar la ciencia y tecnología; en realidad, es un ámbito que comprende una diversidad de actores, con muchas temáticas diferentes, con intereses de tamaños y profundidades varias, lo cual limita la opción de simplificar la discusión mediante etiquetas que, en realidad, describen y representan poco. Por ejemplo, ciencia y tecnología se relaciona fuertemente con educación a través de las universidades, pero no es educación; se relaciona con el desarrollo económico de los países pero no es la actividad productiva en sí. Se trata de ámbitos que requieren espacios con identidad propia, que se articulan a otros espacios para generar un espectro de oportunidades que alimenta el desarrollo de las naciones. En nuestro país, estimo que hemos simplificado la conversación y, en el proceso, bien podemos estar hipotecando nuestro futuro.”.
En esta misma línea agrega que “quiero rescatar el recurso de hacer ciencia. Convencer de la necesidad de hacer una mejor ciencia, entender y desarrollar una mejor tecnología, comprender el valor que ello conlleva y dar muestra del patrimonio que significa. Ello constituye la base de los puentes que permiten transitar desde conocimiento hasta los productos o procesos que impactan el crecimiento económico de los pueblos. Muchos interesados, diferentes percepciones, identidades múltiples, tras las metas de poder o bienestar que las sociedades buscan”.
En tanto, sobre sus futuros desafíos en Conicyt, el Prof. Brieva señala que “para mí, siendo parte de lo público, aspiro a ser el mejor. Pienso que es el Estado quién tiene que fijar el estándar, señalar el horizonte al cual como pueblo aspiramos. Así se construye país, así gana el país. Ésa es mi convicción y es lo que espero proyectar”.
Trayectoria
El Prof. Francisco Brieva Rodríguez es ingeniero civil electricista de la Universidad de Chile (1973) y doctor en física de la Universidad de Oxford, Reino Unido (1978). Desde sus inicios se inclinó por la carrera académica, impartiendo clases en diferentes universidades, hasta que en 1980 volvió a ser parte de Beauchef como académico, llegando a ser Profesor Titular, máxima jerarquía de la Universidad de Chile.
Fue vicedecano de la FCFM (1986-1988), director del Departamento de Física (1997-1998), director Académico y de Investigación y director de la Escuela de Postgrado (1999-2002). Por tres periodos consecutivos fue elegido Decano de la FCFM (2002-2014), logrando varios avances en la Facultad, entre ellos, liderar el proceso de innovación en la enseñanza de la ingeniería y la construcción del nuevo complejo de edificios Beauchef 851.
En cuanto al ámbito investigativo y de docencia, el Prof. Brieva se especializó en el área de la física nuclear teórica, problema de muchos cuerpos, teoría microscópica de reacciones nucleares, e interacciones nucleares. En el Science Citation Index se registran más de 1.000 citas a sus trabajos publicados, además de citas en textos, principalmente en el área de reacciones nucleares.
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