¡Bienvenidos al Futuro!
Podría ésta parecer una frase arrogante, pero simplemente refleja el espíritu de este acto inaugural… De hecho, todo lo que aquí ocurra se asocia con el futuro, que visualizamos brillante y esperanzador para esta Facultad… Una nueva etapa en la vida universitaria se abre a los miembros de cinco unidades académicas que ocuparán estos espacios: los departamentos de Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Química y Biotecnología, Ciencias de los Materiales y Ciencias de la Computación. Beauchef 851 también es futuro para los estudiantes, que encontrarán aquí nuevas salas de clases, talleres, laboratorios y lugares de encuentro; así como para toda la comunidad de la Facultad que podrá hacer uso de estacionamientos y amplios espacios para la práctica deportiva, así como de un nuevo auditorio bajo el cual estamos ahora congregados.
Razones circunstanciales me otorgan el inmerecido privilegio de hablar hoy antes Uds. como Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile al momento de inaugurar una obra cuya concreción es el resultado del esfuerzo y tenacidad de quien hasta hace poco menos de 5 meses ocupaba el cargo de Decano. Me refiero al Prof. Francisco Brieva, a quien ofreceré a continuación la palabra.
Desde una perspectiva histórica, la relevancia de este acto inaugural solo tiene parangón en dos ocasiones anteriores en la historia de la Facultad desde su fundación junto a la Universidad de Chile en 1842. El primero ocurrió en enero de 1866, con ocasión de la inauguración de la actual Casa Central de la Universidad, donde se trasladaron las dependencias de ésta y otras facultades. Fue un acto solemne, que transcurrió en un ambiente general más bien lúgubre, marcado por el reciente fallecimiento del primer Rector, Dn. Andrés Bello, y un conflicto bélico con España en pleno desarrollo.
Cincuenta y seis años más tarde el ambiente era festivo, cuando en abril de 1922 se inauguró el Pabellón de Máquinas y Mecánica Aplicada de la Escuela de Ingeniería, correspondiente al actual edificio patrimonial de Beauchef 850, iniciándose así la ocupación territorial por parte de la Facultad de lo que actualmente se reconoce como Campus Beauchef. Al acto de inauguración de ese nuevo edificio, construido con recursos del erario nacional asignados a la Dirección de Obras Públicas, asistieron el Presidente de la República, los ministros de Estado y miembros del Congreso y del cuerpo diplomático.
Han transcurrido 92 años desde ese acontecimiento. Durante este periodo la infraestructura de la Facultad fue paulatinamente creciendo, junto al fortalecimiento de sus capacidades formativas y de investigación. Sin embargo, nunca antes, desde la inauguración del edificio patrimonial de Beauchef 850, se produjo una expansión tan significativa en su infraestructura, como la representada por el complejo de edificios cuya inauguración hoy nos convoca. Con sus 46.000 metros cuadrados, la Facultad aumenta en cerca de 50% la superficie construida, haciendo de este hito uno que marcará significativamente su desarrollo en las próximas décadas, de la misma forma como lo fue la inauguración de Beauchef 850.
Al comparar los dos eventos, es interesante destacar que aún cuando no hubo cambios formales en la naturaleza estatal de la institución, en la práctica durante los últimos 40 años hemos evolucionado hacia una institución mayoritariamente privada en cuanto al origen de los recursos para su funcionamiento. Esta situación, incomprensible para nuestros visitantes extranjeros, se hace patente en el financiamiento de esta obra, que ha sido absorbido en su totalidad por la Facultad, con apoyo de un crédito bancario que inexplicablemente no logró obtener el aval del Estado. La política de desarrollo de nuevos centros universitarios estatales impulsada por el actual Gobierno, abre esperanzas de una nueva mirada y valoración de las universidades estatales, y en especial de la Universidad de Chile, por parte de su dueño, el Estado.
En estas condiciones, es motivo de un tremendo orgullo y satisfacción para la comunidad de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, hacer entrega simbólica al país, a través de este acto, de esta nueva y moderna infraestructura universitaria. La contribución de las unidades de servicio, entre las que destaco el ex - Centro de Estudios Espaciales y el Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de Estructuras y Materiales (IDIEM) ha sido vital para lograr el objetivo.
En su tránsito hacia su pleno desarrollo, con mayores niveles de justicia y equidad, el país requiere de universidades que sean capaces de abordar los grandes desafíos involucrados en ese proceso. En este sentido nuestra Facultad asume con decisión el reto que significa constituirse en un centro estatal de reconocimiento internacional en las áreas de ingeniería y ciencia que cultiva, manteniendo fidelidad a los valores y principios que caracterizan nuestra Universidad. Una política sostenida de renovación de su cuerpo académico basada en exigentes concursos convocados a nivel nacional e internacional y su creciente internacionalización que se pone en evidencia entre otros indicadores por su capacidad de atracción de científicos e investigadores postdoctorales extranjeros, han ido de la mano de una permanente preocupación por el mantenimiento de altos estándares en infraestructura, como se pone en evidencia en el complejo de edificios que hoy se inaugura. En el proceso de lograr estándares de excelencia no nos mueve la obsesión por un mejor posicionamiento en los ranking internacionales. Nuestro objetivo es hacer más y mejor investigación que aporte al desarrollo del país, es ofrecer mejores oportunidades de formación a los estudiantes más talentosos, independiente de su origen y condición social. Es en ese contexto de excelencia que se inscribe Beauchef 851, con sus salas, oficinas, talleres, laboratorios y espacios deportivos, que se despliegan como un modelo de los que consideramos que debe ser la infraestructura de una universidad estatal de clase mundial.
Desde el momento que se planteó por primera vez la posibilidad de desarrollar esta nueva infraestructura, hace aproximadamente una década, son muchos quienes aportaron para alcanzar el objetivo. Fueron también muchas las incertidumbres, sinsabores y situaciones que pusieron en riesgo el éxito del proyecto. Personalmente, tuve la suerte de involucrarme en él durante su fase de diseño, conociendo el maravilloso mundo de la arquitectura junto a Borja Huidobro y el equipo de la oficina de arquitectura A4. Efectivamente, una obra como esta requirió de muchas voluntades para su finalización. Sin embargo, que hayamos llegado a este momento se debe sin lugar a dudas a la dedicación, pasión, compromiso y tesón del ex - Decano Francisco Brieva, para quien, antes de ofrecerle la palabra, solicito un aplauso.
Prof. Patricio Aceituno
Decano
Facultad de Cs. Físicas y Matemáticas
Universidad de Chile
Discurso emitido el 25 de noviembre de 2014
