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Nueva generación FCFM recibe Medalla 40 años de servicio

Nueva generación FCFM recibe Medalla 40 años de servicio

Al cumplirse 174 años de la Casa de Bello, la comunidad universitaria volvió a reunirse en el Salón de Honor para distinguir al grupo de académicos y funcionarios que en este aniversario suman 40 años de dedicación a esta institución.

En una solemne ceremonia, el Rector Ennio Vivaldi entregó la tradicional medalla como un reconocimiento a la entrega de cuatro décadas al desarrollo de la Universidad de Chile, desde las más diversas actividades.

En la ocasión, el Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Patricio Aceituno, acompañó a la Jefa de Administración del Departamento de Ingeniería de Minas Lilian Salinas y Luis Campusano, académico del Departamento de Astronomía y profesor de Plan Común, quienes ingresaron a la Universidad de Chile en 1976

 

Sincronía con los valores de la U

El Rector Vivaldi agradeció a esta nueva generación de distinguidos por su entrega. “1976 no era cualquier año. Uno tiene que imaginarse a la Universidad de Chile resistiendo y manteniendo su espíritu (época de intervención). Si uno piensa qué es lo que va a retener a una persona 40 años en una institución, se da cuenta que tiene que haber vivido una experiencia mucho antes donde se estaban gestando valores de vida para que luego se generara una congruencia con los valores de la U. de Chile, y que se enlazara la propia vida con la vida de la institución”.

“Hay variantes que hacen que uno se identifique con la institución –agregó el Rector-. Seguimos creyendo en los valores de la Universidad y agradezco a ustedes que sigan validándolos y los invito a que sigamos teniendo fe en la justicia y principios que defendemos hoy en día que son finalmente valores de la patria chilena”, concluyó.

 

“La FCFM ayudó a desarrollarme”

Lilian Salinas ingresó a la FCFM cuando tenía 19 años. Su primer trabajo fue como secretaria en el Departamento de Ingeniería de Minas y fue los albores de una larga carrera administrativa.

“Empecé a hacer una carrera de calidad contable, fui jefa de presupuesto y ahora jefa administrativa, siempre en el mismo departamento. Empecé jovencita y comencé a formarme laboralmente con el director Jaime Salinas, que era muy estricto y me encausó en el rigor del trabajo.”, compartió con Beauchef al día.

“Siempre me sentí estimulada y apoyada por la facultad, siempre”, añadió. “Mi familia siempre ha dicho que mi segunda casa es el Departamento de Minas porque toda mi vida  he estado aquí. Incluso, a veces tenía que ir a buscara mis hijos al jardín y traerlos al trabajo”.

“Estoy muy agradecida de esta oportunidad, especialmente de las enseñanzas de mi primer jefe Jaime Silva, me ayudó a formar mi carácter. A las nuevas generaciones que están recién ingresando a la universidad es deseo lo mejor y que siempre se coloquen la camiseta por la facultad. La Facultad me permitió criar a mis hijos y también desarrollarme y se los agradezco porque me siento una persona realizada”, finalizó.

 

FCFM, una puerta al mundo

Para el académico Luis Campusano, sus primeros pasos como profesor-investigador los dio al terminar su doctorado en Astrofísica en Francia.

“El país estaba en un estado de tremenda crisis. Mi área de investigación es la astronomía y el único lugar donde se hacía astronomía era la Universidad de Chile, así que gracias al poyo de mis colegas de siempre Claudio Anguita, Hugo Moreno, Adelina  Gutiérrez, tuve el apoyo para lograr un puesto en la universidad, en esos tiempos de gran movimiento social  político y en el cual la expresión de las ideas no era fácil”,  describió para Beauchef al día.

La investigación en astronomía ocurría en el país desde mucho antes y dado que esta disciplina contaba con observatorios internacionales en Chile, la intervención de la Universidad no interrumpió la investigación en este campo. De este modo, los avances en astronomía fueron un apoyo para la ciencia en la Universidad de chile. Nuestra relación con el observatorio del Cerro Tololo, el observatorio europeo austral y la Carnegie Institution of Washington, fue fundamental. Puedo decir que los observatorios fueron tremendos compañeros en los años en que la universidad estuvo intervenida”, recuerda el profesor Campusano.

A lo largo de las cuatro décadas que lleva con la insituticón, el académico destacó entre todas las experiencias humanas vividas y aprendidas, la oportunidad de aprender de la juventud, de estar en permanente contacto con el mundo y una formación de rigor heredada de sus maestros.

“Hasta el día de hoy hago cursos en Plan Común.  Tengo 100 alumnos y  aprendo mucho de ellos.  Es extraordinaria la oportunidad de estar en contacto con jóvenes muy destacados y que brinda la combinación de la oportunidad de entregar experiencia a jóvenes con apertura de mente y recibir de vuelta  el entusiasmo  de nuevas visiones. Eso ayuda a mantener una mente fresca”, explicó.

“Por otro lado, la Universidad de Chile ha sido siempre muy internacional y gracias a ella me he transformado en un ciudadano del mundo. En cuanto a valores, siempre han sido los valores superiores los que se han cultivado y fortalecido durante mi presencia en la universidad. Creo fundamental ser testigos siempre de la verdad, de la búsqueda del conocimiento y de la honestidad. En este sentido, mi profesor insigne, el que me marcó fue Igor Saavedra.  Yo recomiendo a los nuevos que miren a las grandes figuras y aprendan de ellos”,  compartió.

El profesor Campusano instó a quienes están iniciándose en la Casa de Bello a tener convicción de su vocación. “La Universidad de Chile a veces pasa por momentos difíciles y de dificultad económica y el apoyo de la familia es fundamental. El mensaje es entregar toda su energía y ser fieles a los valores superiores de la nación y universales”.

 

 

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