Esta experiencia reflexiva en torno a los procesos creativos se llevó a cabo el 28 de septiembre, a través de paneles de conversación que reunieron miradas desde el arte, la arquitectura, la ingeniería, la ciencia y la economía.
Esta iniciativa fue planteada como una apertura a futuros encuentros regionales con talleres interdisciplinarios de discusión para avanzar en propuestas específicas, publicaciones y nuevos paradigmas que promuevan y faciliten la colaboración interdisciplinaria y el desarrollo de una comunidad.
Así lo expusieron los anfitriones, Claudia Rodríguez, coordinadora del Área de Humanidades de la FCFM y el académico del Departamento de Música, Luis Orlandini.
La inauguración de ENIC fue presidida por el decano de la FCFM, Patricio Aceituno y la decana de la Facultad de Artes, Clara Luz Cárdenas, y contó con la participación de representantes del Colegio de Ingenieros y CORFO.
Reflexiones para sentar las bases de un cambio de paradigma
El programa del Primer Encuentro Interdisciplinario de Creatividad (ENIC) contempló la presentación de una experiencia de colaboración arte-ingeniería entre el Departamento de Danza y el Departamento de Ingeniería Mecánica, el aprendizaje alcanzado por cada una de las partes y una breve muestra en video de una puesta en escena realizada en Matucana 100 que conjugó los brazos mecánicos construidos por los alumnos de la FCFM y la coreografía del Núcleo MAN que expuso nuevos lenguajes corporales, en función del proceso de exploración que se propusieron al trabajar con exponentes de la disciplina de la ingeniería mecánica.
La primera mesa de conversación de ENIC, “Creatividad desde distintas disciplinas”, reunió a Felipe Mujica –gerente del programa estratégico nacional de economía creativa-, a Maisa Rojas –académica del Departamento de Geofísica de la FCFM-, Daniel Cruz –artista visual y magíster en artes de la U. de Chile y con estudios en Nueva York-, y Cristián Gómez-Moya –doctor en historia y teoría del arte de la U. de Barcelona y académico de la FAU-.
Este panel reflexionó en torno a la actividad humana de la creatividad, que cruza todas disciplinas. Como común denominador, los panelistas resaltaron los beneficios de las actividades interdisciplinares para la generación de nuevas soluciones.
En este sentido y desde cada una de las experiencias particulares, se identificaron avances y evoluciones naturales para facilitar trabajos cada vez más colaborativos. Por ejemplo, el representante de CORFO relató cómo algunos fondos concursables denominados Semillas fueron adaptados a industrias para las cuales no fueron imaginados, toda vez que empezaron a recibir postulaciones desde el rubro audiovisual y cinematográfico para financiar la etapa creativa de confección de guiones. Nació así la necesidad de reinterpretar los instrumentos, explicó Mujica. “CORFO ha tratado de entender las industrias de la música, audiovisual y digital; abriéndose a estos sectores”, agregó junto con destacar los nuevos desafíos que implican estos cambios, como la necesidad de consensuar definiciones en torno a la actividad creativa y resolver cómo cuantificar este concepto.
En definitiva, comentó Mujica, estos nuevos escenarios han forzado también un cambio en el lenguaje, incorporando desde CORFO las artes dentro de sus políticas de investigación y creación.
Por otra parte, el académico de la FAU, Cristián Gómez, cuestionó a la industria cultural que conceptualiza las artes como productos de mercado, pues sostuvo que el fin del arte es ser libre y frágil en una sociedad que cuantifica y busca constantemente indicadores de productividad. Relevó la importancia de contar con tiempo de ocio para el despertar y el buen funcionamiento del proceso creativo humano, pero lamentaba que esta necesidad no fuera comprendida en la sociedad contemporánea occidental.
El segundo panel “Creatividad e interdisciplina desde una mirada joven”, estuvo compuesto por Matías Gamboa, estudiante de artes, mención teoría de la música; Eduardo Riveros, estudiante de ingeniería civil en computación de la FCFM; Felipe Soto, estudiante de ingeniería comercial mención economía de la FEN; y Daryl Abarca, estudiante de diseño industrial de la FAU.
Los jóvenes coincidieron en la falta de tiempo programado en su formación profesional –cualquiera fuera su disciplina- para contar con un tiempo destinado a la estimulación creativa, salvo para aquellos que de manera muy disciplinada practicaban de manera personalizada o en grupos organizados estudiantiles y extraprogramáticos, algún hobby que brindara esa oportunidad.
Finalmente, representantes de la autoridad académica y sector profesional también estuvieron presentes en la jornada. La decana de la Facultad de Artes, Clara Luz Cárdenas; el decano de la FCFM, Patricio Aceituno; y el representante del Colegio de Ingenieros, Julio Lira, fueron moderados por el profesor Gabriel Matthey, ingeniero civil hidráulico y coordinador del Magíster en Gestión Cultural en la Facultad de Artes.
Julio Lira mencionó el ranking de desconfianza generado por la OCDE, donde Chile figura como el país con el mayor índice de desconfianza dentro de su población, factor que juega en contra –afirmó- para avanzar de manera creativa hacia una sociedad cada día más sustentable y realizada.
“Es necesario el tiempo libre de ocio para ser creativo”, sostuvo. "Pero los hechos muestran que la cultura chilena no incorpora aún esta visión", agregó.
En tanto, el decano Patricio Aceituno también compartió datos de la historia del país y de la Universidad de Chile que confirman una tendencia cultural hacia la fragmentación y aislamiento. Por lo mismo, felicitó a quienes idearon este encuentro, pues "abre reflexiones y evaluaciones que siembran caminos para el cambio". A modo de ejemplo, comentó que si bien la iniciativa de generar una unidad permanente en la FCFM dedicada a las humanidades era innovadora y por toda la comunidad apoyada -al coincidir en la urgencia de promover una formación integral-, se observan nichos donde se puede seguir creciendo como es en el arte, donde hay evidencia dentro del estudiantado de que hay interés por cultivarse en la diversidad de esta disciplina, comentó el decano.
La decana de la Facultad de Artes, Clara Luz reflexionó en torno a la naturaleza del ser humano y la importancia de ser estimulados de manera holística, tanto para el beneficio de la comprensión del otro, como para la realización personal y facilitar soluciones colectivas.
“Tenemos que investigar, reflexionar y trabajar en equipo, colectivamente con personas de distintas disciplinas. En este sentido creemos que las artes son fundamentales, son imprescindibles para el desarrollo de una sociedad. Si la sociedad no lo entiende, si la Universidad de Chile no lo entiende, va a ser difícil avanzar en una experiencia más rica humanamente hablando. Como facultad hemos dado pasos pequeños, pero creo que el país es de las futuras generaciones de jóvenes y ustedes deben tratar de ver cómo hacer que se escuchen. Júntense y rescaten su propia historia”, concluyó.
Espacio creativo
La jornada incluyó la puesta en escena de la obra "Ludikalis 01, video juego para clarinete y electrónica", una composición del académico de la Facultad de Artes, Andrés Ferrari, que contó con la interpretación de Dante Burotto.
Ludikalis 01 es una obra musical-visual interactiva enmarcada en el formato "videojuego". La obra se va generando por medio del propio acto de jugar entre dos participantes. El clarinetista (Dante Burotto) usa este instrumento como dispositivo para jugar, como si fuera un "joystick sonoro" y el otro participante (el compositor) utiliza un gamepad convencional como dispositivo de juego. Esta obra plantea la generación de una obra-performance lúdica donde la improvisación musical está canalizada y dirigida a lograr vencer los obstáculos necesarios para lograr la victoria en la confrontación propuesta por el juego. La obra está programada en los software Puredata, Openmusic y Processing.
