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El mejor plan de negocios de alumnos del DII: jibia de exportación

El mejor plan de negocios de alumnos del DII: jibia de exportación

Convertir la tan poco glamorosa jibia en un producto de exportación y una delicia para los paladares del mundo es la apuesta que hicieron estos estudiantes en su proyecto final del Taller de Evaluación de Negocios que se dio en la carrera de Ingeniería Civil Industrial el año pasado. El Banco del Desarrollo fue el encargado de elegir al mejor trabajo de ese ramo y ganarse el premio que consistía en $1.500.000.- (un millón quinientos mil pesos)

El proceso de selección y evaluación de los trabajos fue largo.  Así, recién a mediados de marzo los 4 grupos finalistas tuvieron que presentar sus trabajos ante las autoridades del Banco y del DII.  Uno de los grupos apostaba por una Faenadora de Avestruces, otro por un Negocio de Comida al Paso, y un tercero por un Negocio de Ovinos en la Octava Región. Pero fue el grupo de la "Exportación de Calamar Gigante", más conocida como Jibia, el que resultó ganador. 

Después de la celebración, el grupo decidió repartirse el dinero en partes iguales. Siempre confiaron en que su proyecto era muy bueno. Creen que las condiciones para sacar a la jibia de Chile son muy favorables. Por ejemplo, dicen,  la abundancia del calamar gigante es, en realidad, una plaga que depreda a otras especies, lo que afecta a la pesca artesanal. Además, tiene un sabor muy parecido al loco, lo que la hace apetecible, sólo es cosa de saber mostrarla, aseguran. Por eso, cada vez que presentaron su proyecto, lo hicieron en platos decorados para que quienes los escuchaban también se tentaran para probar el producto. No todos se entusiasmaban mucho ante el ofrecimiento y más de alguna nariz se arrugó en la presentación en el Banco, pero sí les motivó saber que este grupo ya se estaba moviendo para hacer su proyecto realidad.

"Probablemente el proyecto no es para hacerse ricos, pero es una apuesta segura con una baja inversión", comenta Constanza. Esto porque la primera etapa del proceso en planta la dejaban en manos de terceros, lo que les daba mucha flexibilidad. Además, el ahorro que esto implica hace posible pensar en la posibilidad de ir a alguna feria de productos del mar fuera del país, si llegan a seguir avanzando con su plan de negocios.

"Nos dijeron que era un proyecto muy aterrizado. Finalizando el trabajo sentíamos que en verdad nos merecíamos el premio", dice Gabriela, que también recuerda el día en que pasaron el ramo. "En la presentación del examen un profesor nos preguntó si íbamos a hacer el proyecto o no. Nos entusiasmó porque nos dijo 'si quieren inversionistas conversen conmigo después de clase".

Ya  presentaron su proyecto a la CORFO y dieron el primer paso con la obtención de un "capital semilla" y la opción de participar en la segunda etapa. "Si la pasamos, nos dan 40 millones para la realización del proyecto", explica Juan.

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