La Universidad de Chile entiende que el desarrollo de las capacidades de observación espacial y terrestre, y su procesamiento y disponibilidad de acceso, son materias de importancia e interés nacional. Por esta razón, considera que debe ser parte de una política nacional espacial a la cual debe contribuir y colaborar. Por lo mismo, el 26 de octubre, representantes de la Casa de Bello y otras 8 universidades se reunieron en Concepción, donde se plantearon los primeros acuerdos de un trabajo en conjunto (en la foto).
En el encuentro realizado en la Universidad de Concepción participaron académicos de la U. de Antofagasta, U. Austral, U. Católica de la Santísima Concepción, U. Católica de Chile, U. de Concepción, U. de Magallanes, U. Técnica Federico Santa María, U. de Valparaíso y U. de Chile, quienes analizaron las posible misiones para el área de desarrollo satelital, como parte de la primera etapa del programa espacial propuesto a Chile.
Durante la jornada se conversó sobre el concepto de nanosatélite y de las ventajas de una constelación de estos (un grupo de satélites que operan coordinadamente), la que se ve como una opción para complementar lo ya realizado por diversos actores en el país, y que supone un nuevo conocimiento en Latinoamérica.
"Como grupo académico estamos muy comprometidos y motivados en aportar en el desarrollo de capacidades y conocimiento de punta para el uso civil y pacifico del espacio para servicio del país y del avance científico general", señalaron en un documento de acuerdo.
El principal objetivo fue buscar convergencia entre dos comunidades muy relevantes en esta materia en el país: geociencias/recursos naturales y astronomía. Ambas acordaron aprovechar la ventaja del aumento de la resolución temporal que aporta una constelación y propusieron misiones que pudieran aprovechar este aumento de revisita. Las misiones más prometedoras debían ser factibles con una resolución espacial moderada, dada la limitación de tamaño de los nanosatélites.
Se acordó que el monitoreo de incendios y de la contaminación lumínica (con énfasis en las zonas de relevancia astronómica) serían los objetivos que se buscarían desarrollar en la primera etapa del programa. Esto implica desarrollos en las bandas del infrarrojo y del ultravioleta, las que podrían tener otras aplicaciones, como el monitoreo del agujero de la capa de ozono. Se espera también innovar en los sistemas de comunicaciones, tanto en el segmento espacial (satélites) como en el terrestre (estaciones terrenas de recepción y transmisión), para poder descargar los datos tomados por la constelación. Estos sistemas podrían ser la base para una red de comunicación satelital.
"Los incendios forestales se han vuelto cada vez más frecuentes y el impacto devastador se ha ido agravando. Para detectar tempranamente los incendios se requiere de un monitoreo frecuente. Si bien los satélites climáticos geoestacionarios pueden mirar zonas del planeta de forma continua y en particular los satélites de Estados Unidos, ven gran parte de Chile, la resolución del pixel es de 1 kilómetro, lo que hace que los incendios se detecten cuando ya han alcanzado un tamaño significativo. Por otro lado, los satélites de baja órbita tienen mejores resoluciones (de unos pocos metros), pero el tipo de órbita (polar), impide que se pueda ver de forma continua una zona específica. Para mejorar el monitoreo con satélites de baja órbita se debe contar con varios satélites, pero para que esto sea factible el costo de los satélites no debe ser alto. Así, una constelación de nano-satélites parece prometedora para atacar este problema de impacto global", sostuvieron.
En el ámbito de la astronomía, Chile es un lugar privilegiado para la ubicación de observatorios, pero esta ventaja se puede ver amenazada si no se toman resguardos sobre la contaminación lumínica proveniente de diversos sectores, como la iluminación de las ciudades u otras actividades industriales en la zona como la minería. "Los proyectos astronómicos son de largo aliento y es posible que las condiciones cambien desde su concepción hasta su instalación, inclusive durante su operación. Es por esto que el monitoreo a lo largo del tiempo es clave tanto para la detección temprana de fuentes de contaminación, así como para tomar medidas precisas y con la mejor calidad de información", señala el documento.
La constelación propuesta permitirá también innovar en sistemas que permitan estimar, controlar y modificar la formación de vuelo de la constelación, desafíos claves que serán relevantes dominar en el futuro cuando las constelaciones de gran número de satélites sean un requisito para un mejor desempeño de los sistemas satelitales.
Se explorará la propulsión, elemento clave para futuros desarrollos tecnológicos y el programa también contempla el desarrollo de otros sensores para futuras misiones que en materias de investigación y desarrollo serán evaluadas y usadas en plataforma aéreas de menor costo, como globos o vehículos autónomos. Pero estos sensores están en materia de exploración, pero dadas las condiciones climatológicas de Chile, un radar podría tener una alta prioridad de ser estudiado.