“Me parece interesante que las mujeres estén en todos los ámbitos. Cosas que antes eran impensables, porque se creía que no podíamos, que éramos el sexo débil, que nos cansábamos. Y bueno, una se cansa cuando no tiene práctica, pero si se desarrollan los músculos una no se cansa tanto.
La ingeniería, la ciencia y la tecnología hasta hace no muchos años eran predominantemente masculinas, por lo tanto, la forma de pensar era mucho más lineal, menos lateral, menos sistémica, y creo que mientras más miradas haya para observar un problema, mejor. El ingeniero es un resolvedor de problemas y cuando una mujer y un hombre miran algo, por lo general, van ver cosas distintas. Por eso se necesitan mujeres tecnólogas, científicas, estrategas, porque tenemos miradas distintas y al sumar las dos visiones enriquecemos el mundo de ambos y se vive mejor”.
“La velocidad que impone el cambio tecnológico y, en consecuencia, la creciente demanda de empleo en el ámbito de estas disciplinas, nos invita a tomar conciencia de la importancia de fomentar la incorporación de las mujeres a carreras STEM. Los organismos internacionales han advertido que, bajo las condiciones altamente globalizadas y competitivas de la economía mundial, el fomento de la investigación científica y el desarrollo de tecnología con la plena incorporación de las mujeres, constituyen el único camino plausible para que países emergentes fortalezcan su competitividad global, logren un crecimiento sostenible a largo plazo y mayor bienestar social. Según el último informe de la OCDE, Chile es uno de los países donde existe una mayor diferencia salarial entre hombres y mujeres. La inclusión de las mujeres en carreras STEM acelerará el camino hacia la equidad salarial”.
“En equipo es como se hacen los trabajos en la ciencia. Antes era una actividad más en solitario; hoy son grandes equipos de trabajo que pueden tener decenas de investigadores. Como las mujeres tenemos esa capacidad de conectarnos con los otros, establecer lazos y redes, dentro de los equipos de trabajo somos importantes, porque somos las que mantenemos equipos funcionando como tal, para realmente aportar al avance de la ciencia. El hecho de ser capaces de comunicarnos más fácilmente, hace que hoy día seamos un elemento muy positivo en las colaboraciones científicas.
Creo que el mundo ha cambiado mucho desde que yo era estudiante en la Facultad, donde éramos como dos o tres. Hoy día veo que son un porcentaje importante de los jóvenes que entran a estudiar ingeniería y ciencias. Estas mujeres van a estar haciendo su aporte al país en los próximos años y creo que serán un elemento clave para sacar al país de esta etapa entre subdesarrollo y desarrollo. A lo mejor nos permite avanzar como país en muchos aspectos, poder aspirar a tener una sociedad más igualitaria, más justa en que todos podamos vivir bien y las mujeres estamos particularmente bien capacitadas para realizarlo, en todos los ámbitos, no sólo en ciencia”.
“Ha quedado bastante claro que las mujeres tenemos igual capacidad que los hombres para poder incorporarnos a la ciencia y la ingeniería, por lo tanto, creo que es importante hacer los esfuerzos no sólo constatando un diagnóstico, sino que teniendo políticas proactivas, no sólo de gobierno, sino desde las facultades de ingeniería, para lograr tener mejor equilibrio de género en las carreras.
No me parece natural convivir sólo con un mismo género. Las mujeres ponemos temáticas muchas veces distintas, tenemos vivencias diferentes, y en los procesos de formación uno no sólo adquiere conocimientos específicos del área, sino que se sigue formando como persona, y me parece súper relevante tener ese roce con la mayor diversidad posible. Creo que es relevante en todo sentido, desde el punto de vista socioeconómico y de género.
Al menos en mi rol, y parte importante de lo que tratamos de impulsar con la reforma educacional, tenía que ver con eso, con meter fuertemente el tema de inclusión y lograr desarmar estas burbujas que no consideran parte importante de la población, como el caso de las mujeres, y que también generan aprendizajes incompletos”.
“La ciencia es una actividad humana, llevada a cabo por individuos, cada uno con una historia personal, cultura, intereses y motivaciones particulares para realizar su trabajo. Este background personal sin duda modela las ideas científicas y los proyectos de investigación que el científico desarrollará. ¿Qué pasa cuando se abre el espacio para que mujeres realicen investigación? Se incorporan nuevas perspectivas y puntos de vista. Más importante, se abre el potencial a la generación de nuevas ideas, nuevas preguntas de investigación e hipótesis innovadoras. Es decir, se potencia el progreso de la ciencia.
Algo muy relevante para la incorporación -y retención- de mujeres en la ciencia es el sentimiento de pertenencia. Desarrollarse en un ambiente diseñado históricamente por hombres no es fácil para una mujer. Para la incorporación efectiva de mujeres a la ciencia, donde se puedan desarrollar de forma libre dentro de sus grupos de trabajo, es importante que las mujeres se sientan parte de esa comunidad. Por el contrario, mujeres que se sienten aisladas en su comunidad es muy probable que pasen a ser parte de las estadísticas de las mujeres que dejan la ciencia”.
“Las mujeres somos un fenómeno nuevo en las ciencias y la academia. En tiempos del Antropoceno, cuando nuestro modo de entender y hacer el mundo requiere cambiar —¡entre otras cosas por nuestros malos impactos en el sistema climático!—, es vital incorporar otras miradas. En este contexto, las mujeres aportamos diferencia y diversidad, lo que nos hace colectivamente más inteligentes para abordar problemas tan complejos como el cambio climático, en todas sus dimensiones”.