Guacolda, en honor a la que fuera compañera de Leftraru (Lautaro), de acuerdo al poema épico La Araucana, es el nombre del nuevo supercomputador del Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento (NLHPC), del Centro de Modelamiento Matemático (CMM). Con 266 teraflops y 5.236 cores, la nueva unidad supera a Leftraru –que comenzó a funcionar en 2014-, y juntos quintuplican el poder de cómputo existente hasta ahora, convirtiéndose en el supercomputador más potente de Chile y uno de los tres más poderosos de Sudamérica.
Operativa desde junio de 2019, el miércoles 15 fue inaugurada oficialmente en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. "Las posibilidades que Guacolda-Leftraru tiene para resolver problemas y contribuir al desarrollo del país son infinitas. La supercomputación es clave para entregar soluciones a nivel local. Si Chile no resuelve sus problemas, no van a ser resueltos en otro lado”, señaló Ginés Guerrero, director del NLHPC.
Guerrero subrayó que a través de la supercomputación se puede soñar un mejor futuro para el país, mejorando significativamente la calidad de vida de los chilenos, ya que con ella es posible desarrollar, entre otros, el cálculo de grandes volúmenes de datos en ámbitos como la minería, agricultura, cambio climático, energía, geofísica, astronomía, sustentabilidad, física, química, políticas públicas, economía y medicina, para instituciones como el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Bienes Nacionales, el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y Sernapesca, por ejemplo, además de investigaciones de departamentos y centros de universidades nacionales.
Hasta ahora más de 300 usuarios, de 30 instituciones, han realizado más de 150 proyectos de investigación en el NLHPC. Con la potencia del nuevo (266 teraflops y 5.236 cores), que tiene un disco duro de 212 terabytes y una memoria RAM de 23 terabytes, se proyecta que pueda solucionar problemas de alta complejidad que requieren el procesamiento de grandes volúmenes de datos. “Desafíos que son imposibles de abordar a escala humana”, sostuvo Guerrero.
Jaime San Martín, director científico del NLHPC, destacó la muestra de colaboración que significa tener un laboratorio nacional de supercómputo donde todas las instituciones son bienvenidas. “Este centro de supercómputo es una muestra de la colaboración, de estar de acuerdo, de respetarnos y de confiar en el otro. Chile necesita de manera creciente hacer esto en varias áreas. Los ingenieros y las ciencias relacionadas no levantamos la voz sobre las necesidades que tiene la ingeniería y lo importante que es para el desarrollo del país. Hay muchas cosas en las que hay que invertir, pero en ingeniería hay dos o tres áreas en las que hay que invertir en infraestructura que hay que compartir”, señaló.
Tras el arranque simbólico de Guacolda, el decano de la FCFM, Francisco Martínez, felicitó el esfuerzo comunitario que requiere realizar investigación con el NLHPC. "La forma cómo se constituyó este proyecto es una gran enseñanza. La academia tiene una dimensión de competencia, pero tiene otra muy grande de colaboración. Es muy difícil producir conocimiento de avanzada sin colaborar, y eso está metido en nuestro ADN y ha podido configurarse en una organización que trabaja en conjunto para lograr estos pasos", indicó.