Sin duda, la historia reciente del mundo dio un giro radical el día en que se dio a conocer la existencia del entonces Coronavirus, luego COVID 19. Y es que desde aquel 1 de diciembre de 2019 este virus no ha hecho más que expandirse por el mundo, siendo declarada una pandemia por la Organización Mundial de la Salud, que hasta ahora tiene registradas a más de 100 mil personas contagiadas en el mundo y casi 5 mil muertas (cifras actualizadas hasta ayer).
Se trata de una cifra que crece de manera insospechada y que, por lo mismo, ha llevado a la mayor parte de países del mundo a tomar una serie de medidas que permitan frenar su crecimiento, prevenir el colapso de los centros de atención hospitalaria y evitar más muertes.
Precisamente, una de las acciones que se ha sugerido por parte de las autoridades y que ha sido incorporada por varias empresas e instituciones es el teletrabajo. Se trata de una tendencia que si bien resulta novedosa para la mayoría de las personas, ya tiene un camino incipiente en nuestro país. De hecho, tras algunas experiencias públicas (que mencionaremos más adelante), el Gobierno ingresó un Proyecto de Ley al respecto, al cual hoy se le está dando celeridad.
Pero, concretamente, ¿de qué se trata esta modalidad? Es una forma flexible de organización del trabajo que consiste en el desempeño de este fuera de su espacio habitual, durante una parte importante de su horario laboral, pudiendo realizarse a tiempo parcial o completo. Engloba una amplia gama de actividades y requiere el uso frecuente de TIC’s para el contacto entre el trabajador y la institución, pudiendo ser realizado por cualquier persona, independiente de su género, edad y condición física.
Así lo explica Tomás Soto, investigador del Centro de Sistemas Públicos de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, quien ha estudiado en profundidad el tema, principalmente a partir de la experiencia del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI). De hecho y con el fin de profundizar en este tema, nuestro centro, con el apoyo de la Dirección de Presupuestos de Chile (Dipres), impulsan actualmente una investigación al respecto, cuyos resultados se presentarán prontamente y que esperan ser un insumo relevante para la puesta en marcha del Proyecto del Ley sobre el tema, en caso de que su trámite legislativo llegue a buen puerto.
Al respecto, el investigador agrega que “previamente hemos detectado que hoy existe una necesidad de estudiar los efectos del teletrabajo de forma más rigurosa, para lograr un impacto que sea beneficioso en estas y en otras circunstancias para el país”.
Pero, ¿cuáles son algunas de sus ventajas?
Soto advierte que, si bien existen grandes desafíos en el tema, como los mecanismos mediante los cuales se designan a las personas susceptibles de participar de esta modalidad laboral o el contar con la infraestructura tecnológica adecuada para su implementación, también existen ventajas innegables del teletrabajo, como el ahorro de tiempo en los desplazamientos, una mayor satisfacción laboral y una mejor conciliación entre la vida laboral y personal o familiar, pudiendo reducir los niveles de estrés si se cuenta con una buena capacidad de autogestión y organización. Varias de estas ventajas han sido confirmadas por el estudio de más de 24 meses de la experiencia de teletrabajo en el INAPI, mientras que otras emanan de otras fuentes de evidencia.
1.Transporte
Es una medida que evita que la gente se transporte en el sistema público, donde existe alto riesgo de contagio. No hay que olvidar que el virus se mantiene por horas en las superficies y que son precisamente estos medios los más usados por los chilenos y chilenas.
2. Conciliación de vida laboral, personal y familiar
Quienes son padres y madres pueden quedarse al cuidado de sus hijos e hijas, sobre todo tras la decisión de municipios y del Ministerio de Educación de suspender las clases. La evidencia del teletrabajo, en algunos casos, ha demostrado que el rol de género juega un papel fundamental (en algunos casos potenciándolo y en otros aminorándolo) en el hogar debido a que, por ejemplo, pueden llegar a distribuirse más adecuadamente las tareas domésticas.
3. Menos estrés
Esta flexibilidad laboral puede disminuir el estrés y ansiedad en las personas, por la reducción del temor de ser contagiadas y extender el virus a otras personas, sobre todo a aquellos familiares en situación de mayor riesgo. Esto, evidentemente, permitirá que los y las trabajadores realicen sus labores en un contexto de mayor tranquilidad. “En este sentido, sin embargo, es importante que también exista una coordinación adecuada en los equipos de trabajo y que el teletrabajo vaya de la mano con trabajadores consciente de autogestionar bien sus tiempos y sus responsabilidades labores. Esto, porque la evidencia nos dice que los trabajadores o trabajadoras podrían alargar de manera excesiva sus jornadas habituales y al final se genere un estrés en otro sentido”, aseguró Soto.
4. Mayor satisfacción laboral
A diferencia de lo que pueden creer ciertos empleadores y empleadoras, esta medida puede generar mayor satisfacción laboral, debido a una mayor motivación por el trabajo. “Si un trabajador o trabajadora siente y observa que su organización los resguarda y se preocupa de ellos y ellas, pueden llegar a sentir una mayor satisfacción hacia el trabajo e incluso puede ocurrir que aumente la satisfacción hacia la organización, aunque esto último no está tan estudiado, esto debido a que los trabajadores y trabajadoras pueden sentirse más motivados y con la autonomía suficiente para organizar sus tiempos y tareas. En este sentido, puede ser un error pensar que, a priori, la productividad no será la misma desde el hogar, pues la evidencia no es contundente acerca de si los efectos son negativos o positivos. Lo importante es que las organizaciones y empresas puedan dar tranquilidad a sus trabajadores y trabajadoras y se comprenda que el contexto actual evidentemente genera preocupación, incertidumbre y una desconcentración natural”, destaca Tomás Soto.
5. ¡Porque es lo mejor para evitar el contagio!
Todo indica que la mejor forma de prevenir el contagio es la aislación social y como Universidad y Centro apostamos por esta definición. Al respecto, el investigador del CSP destacó que es muy importante que, en este contexto, las instituciones y empleadores resguarden a sus trabajadores y trabajadoras. “Si las personas pueden realizar sus labores desde sus hogares, mediante el Teletrabajo, apliquemos esta medida que puede salvar la vida de muchas personas”, concluyó.
El teletrabajo se presenta como una oportunidad organizacional para mejorar la conciliación entre el trabajo y la familia, la calidad de vida y también para mitigar los efectos del contagio del coronavirus, sin embargo presenta desafios no menores:
Se trata de una modalidad laboral que descansa fuertemente en tecnologías de información y en mecanismos de gestión del desempeño individual efectivos.
Los criterios bajo los cuales se asignan las ocupaciones teletrabajables hoy deben obedecer a un criterio sanitario y, en lo posible, definirse de forma consensuada con los(as) trabajadores(as) y/o sus representantes.
El ejercicio laboral bajo esta modalidad sigue siendo responsabilidad de las organizaciones. Esto significa, al menos, asegurarse de que existan la infraestructura en el hogar para poder teletrabajar, capacitar adecuadamente y proveer de las condiciones de seguridad laboral respectivas.
Para más información acerca del teletrabajo, el Centro de Sistemas Públicos ha desarrollado investigación acerca del teletrabajo en el Estado de Chile: Efectos y desafíos para su diseño e implementación.