Aún con las clases suspendidas desde mediados de marzo y cientos de personas realizando teletrabajo, miles de chilenos se desplazan por las ciudades por trabajo, trámites o salud. Cómo ha cambiado su elección de transporte antes y después de la declaración de pandemia por coronavirus es lo que pretende analizar un estudio liderado por el académico del Departamento de Ingeniería Civil de la FCFM (DIC), Alejandro Tirachini, junto a investigadores del mismo departamento y de las universidades Católica y de Concepción, todos parte del Instituto de Sistemas Complejos de la Ingeniería (ISCI).
El estudio comenzó esta semana a través de la liberación de la primera encuesta online (que estará disponible por esta semana) y pretende recopilar información sobre el comportamiento de viajes y actividades, el tipo de trabajo, además de la preocupación por contagiarse, perder el trabajo, tener menos ingresos, la muerte (propia, de familiares o de gente en general) o el colapso del sistema hospitalario, explica Tirachini. “Podremos correlacionar si tienen preocupaciones distintas quienes pudieron hacer teletrabajo y la gente obligada a desplazarse, o las percepciones de aquellos que seguirán trabajando ante todo evento, porque lo hacen en la salud, abastecimiento, etc.”, indica el académico.
La primera encuesta contiene preguntas sobre los viajes que los ciudadanos realizaron durante la semana del lunes 9 al domingo 15 de marzo (antes del aviso de suspensión de clases a nivel nacional) y en la semana del lunes 16 al domingo 22 de marzo (tras la suspensión). Una segunda encuesta será liberada luego para comparar un periodo normal y la cuarentena total.
“La idea principal es entender el impacto que la cuarentena por el coronavirus puede tener en la movilidad de las personas, controlando por localidad, género, edad, riesgo de exposición, entre otros”, dice Angelo Guevara, académico del DIC y parte del equipo en el que también participan los académicos Marcela Munizaga (DIC), Ricardo Hurtubia (UC), Sebastián Astroza y Juan Carrasco (UDEC) .
Según explica Tirachini, los datos ayudarán a entender quiénes están en situación desfavorable para poder enfocar de mejor forma las políticas públicas. También permitirá estudiar, por ejemplo, cómo ha impactado esta situación en la salud mental, sobre todo si la cuarentena se hace más prolongada. “Si tienen a cargo niños, adolescentes o adultos mayores, que es un tema extra en esta contingencia, porque es difícil trabajar con niños chicos, o visitar a los padres o adultos mayores, susceptibles a mayor riesgo”, señala.
La encuesta es anónima y voluntaria y los datos recolectados sólo serán usados para fines de investigación, en un estudio que será publicado sobre la relación entre el transporte, las actividades de las personas y la situación de contingencia por el virus SARS-COV-2.