La modalidad impuesta por la pandemia para relacionarnos día a día a través de plataformas virtuales para salvaguardar el bienestar colectivo de la población ante el riesgo de contagio ha impactado en varios paradigmas que las ciencias sociales y las humanidades tendrán la misión de registrar, observar, analizar y documentar científicamente para comprender la feroz modificación mundial en las formas en que convivimos.
Actividades sociales, ya sean laborales, educativas, de salud, culturales, deportivas, económicas, entre otras, se vieron alteradas e innovadas en su habitual desarrollo. Debieron adaptarse a una cotidianeidad en confinamiento.
Zoom, Meet, Skype, reuniones por Whatsapp o encuentros por Messenger de Facebook se instalaron en la ciudadanía de manera transversal, ya sea desde una mirada etaria o desde el ángulo socioeconómico y cultural, pues la vida debía continuar.
La salud mental, debido al aislamiento social obligado, cobró como nunca un lugar destacado en la agenda pública. Algunas instituciones se hicieron cargo de apoyar -o al menos no sobrexigir- y comprender los complejos nuevos escenarios para sacar adelante los compromisos laborales y de estudios.
En entrevistas, noticias y reportajes se hacía presente el arquetipo de la cotidianeidad vivida presencialmente, esa experiencia cara a cara que era de incomparable y superior valor y efectividad versus la actual realidad virtual que, por ejemplo, llegaba al acuerdo de no obligar a mostrar el rostro en reuniones virtuales, privilegiando el respeto a la privacidad, lo que desafió especialmente al quehacer docente, fuera escolar o universitario.
Este escenario impredecible contrariaba la esencia del trabajo de extensión universitaria. Obligó a trabajar de una nueva manera y cuyos resultados instalaron la urgencia de buscar formas de cómo evaluarlos.
La actividad universitaria denominada de extensión y vinculación con el medio, hasta antes de esta pandemia, era concebida esencialmente efectiva bajo la consagración de encuentros con la comparecencia de los convocados. La pandemia desafió a los equipos de profesionales encargados de implementar dichos eventos para asegurar la continuidad de la misión institucional. La experiencia arrojó inimaginados aprendizajes.
Una oportunidad para amplificar los encuentros internacionales
Era la segunda semana de marzo y las autoridades de la FCFM comunicaban la instrucción de adaptar las actividades docentes, administrativas e investigativas de manera remota.
La Subdirección de Relaciones Internacionales convocó rápidamente a un taller vía Zoom a expertos de la docencia en línea de la Tsinghua University, institución china que incluyó en el encuentro a representantes en Estados Unidos. Pese a que dicha nación entró en la experiencia de confinamiento antes que nuestro país, la directora del Tsingua University Latin America Center, Taotao Chen, no escatimó palabras para valorar dicho interncambio “con nuestros amigos de la Universidad de Chile”, considerando a la FCFM como una institución a la que les interesaba escuchar por haber implementado anticipadamente la metodología remota producto del estallido social.
Las problemáticas y desafíos eran bastante semejantes a pesar de las diferencias culturales y, al igual que la FCFM, compartieron experiencias de innovación y modificaciones en las metodologías de docencia y evaluación para un mutuo aprendizaje.
Las universidades del mundo estaban apresuradamente implementando cambios en sus formas para cumplir con sus misiones. La FCFM llevaba cerca de un mes de adaptación y en dicho taller apareció una evidencia nunca antes considerada. Previo a la pandemia, los encuentros con universidades eran permanentemente planificados de manera presencial, con agendas sujetas al presupuesto, programándose un número limitado de reuniones. Taotao Chen expresó su sorpresa de que estas circunstancias de reuniones virtuales incrementaron los encuentros de cuatro visitas anuales a Latinoamérica al mismo número en tan sólo dos meses.
Una perspectiva de oportunidades no aprovechada anteriormente a través de las plataformas en línea, debido a la repetición de la tradicional universitaria de ejecutar estos eventos para la generación de redes y colaboraciones, solo bajo la diplomacia de encuentros presenciales.
En base a esto, la Subdirección de Relaciones Internacionales reestructuró su plan anual y asumió un rol articulador entre la Facultad y otras universidades en el extranjero para poder establecer diálogos y recoger más aprendizajes de realidades comparadas.
Intercambio estudiantil: un escenario impactado por los cierres de fronteras
Los proyectos de movilidad estudiantil, que ofrecen incrementar experiencias de formación con estadías en instituciones de prestigio mundial, también enfrentaron urgencias con los estudiantes que cursaban estos programas. Los connacionales en el extranjero recibieron apoyo en las diligencias para retornar al país. Hubo algunos que volvieron a la brevedad, otros que escogieron terminar su semestre y tomar decisiones esperando que las condiciones de aislamiento mejoraran, y otros se vieron imposibilitados de cruzar las fronteras donde se encontraban. Finalmente, el grupo de beauchefianos que se encontraban en movilidad estudiantil -alrededor de 60- regresó a Chile sano y salvo.
En tanto, los extranjeros que llegaron al país, previo a las medidas sanitarias, eran alrededor de 30 jóvenes a quienes la Subdirección de Relaciones Internacionales acompañó con las gestiones necesarias para brindarles contención en un escenario lejos de sus casas, sus familias, carentes de redes personales y que tuvieron que enfrentar el encierro y un cambio inesperadamente drástico de la vida cotidiana.
Información oportuna para contribuir a la masa crítica de la ciudadanía
En tanto, entre las labores de la Subdirección de Comunicaciones se activó un programa de conferencias y conversatorios en línea ligadas a la contingencia.
En una primera instancia se llevó a cabo el ciclo de conferencias sobre COVID y su multiplicidad de aristas asociadas. Desde la mirada de expertos de la FCFM involucrados en investigaciones vinculadas a la pandemia, se abrió virtualmente la Facultad a toda la comunidad universitaria y ciudadana para contribuir con un espacio de información y reflexión.
El contenido del programa de estas conferencias se extendió al análisis de disciplinas transversales a toda la Universidad de Chile, dentro de la lógica de la FCFM de ofrecer, tanto a su comunidad interna como la externa, espacios de discusión, reflexión y conocimiento para su misión de generar un pensamiento crítico.
Una segunda iniciativa fue “Pensando el país que queremos”, un ciclo de charlas y conversatorios sobre la constitución abiertas a todo público.
En este sentido, las subdirecciones de Comunicaciones y de Vinculación Escolar y Formación Temprana -quien realizó una segunda versión de la Escuela Constituyente- tomaron cartas en el asunto para asegurar que la comunidad beauchefiana y ciudadana contara con espacios para informarse y enriquecer su pensamiento crítico a la hora de ejercer su decisión de voto en el plebiscito de octubre.
Toda esta puesta en marcha de convocatorias masivas por internet fue de la mano de un rápido aprendizaje de la metodología de streaming y un protocolo de seguridad para evitar hackeos, un problema nuevo que ya se habían reportado en clases o encuentros académicos de universidades en el mundo y Chile.
La música que sana
En el mismo escenario, las agrupaciones triestamentales de las artes vivas de la FCFM, coro y orquesta de Beauchef, se organizaron para ejecutar proyectos a distancia y crear varias interpretaciones para compartirlas a la comunidad a través de internet.
Estas agrupaciones, que cuentan con el apoyo de la Dirección de Vinculación Externa de la Facultad, han activado hasta la fecha siete interpretaciones que, producto del aislamiento, ejecutaron desde sus respectivos domicilios.
Las piezas difundidas tuvieron un alto reconocimiento en visualizaciones y expresiones de apoyo en los elementos de interacción que ofrece el canal de Youtube, con amistosos y felices comentarios de agradecimiento.
Inesperados resultados trajo la EdV
La Escuela de Verano, una iniciativa que nació en la FCFM en el año 1991 y que con el tiempo se extendió a todas las disciplinas de la Universidad de Chile, también debió reinventarse y buscar la forma de mantener viva la promesa de acercar a estudiantes de enseñanza básica y media a una experiencia universitaria a través de las disciplinas que se imparten en esta institución.
Cuando la EdV comunicó su apertura de postulaciones para la tradicional Escuela de Invierno -esta vez en versión virtual- había incertidumbre de la respuesta que podría tener este llamado. Mas el resultado fue un volumen inesperado de escolares.
El estallido social de octubre de 2019 y los eventos siguientes provocaron una interrupción de la normalidad, por lo que la EdV tomó la decisión de suspender la Escuela de Verano de enero de 2020.
Dadas esas circunstancias, la EdV adelantó su trabajo creativo a un escenario de movilizaciones sociales para el diseño de nuevas actividades y migrar al espacio virtual por completo.
Asimismo, se detectó que hubo un cambio en la forma en que los participantes se acercaban a estas inscripciones. Las encuestas de años anteriores registraban la fuerte participación de los padres en la información e incentivo para matricularse. Sin embargo, en esta nueva normalidad, hubo un giro. Esta vez la mayoría afirmó recibir la información y recomendación desde un profesor o desde el propio colegio. También se generó una interacción constante de los estudiantes por medios virtuales que facilitó la entrega de información y mejoró los procesos para resolver y dar a conocer las actividades.
La hermandad beauchefiana a toda prueba
La pandemia visibilizó rápidamente desigualdades de condiciones en el estudiantado para poner en práctica la docencia a distancia. Los problemas de conectividad o equipamientos revelaron que no bastaba con adaptar la metodología de docencia en modo remoto.
La Subdirección de Vínculos y Redes: Alumni activó en agosto una campaña solidaria para reunir fondos e incrementar las capacidades de ayuda que ya estaba financiando la propia Facultad. Se recibieron aportes de más de 300 egresados y egresadas por un monto que superó los 30 millones de pesos.
La campaña de emergencia COVID "Beauchef solidari@" destinó los recursos exclusivamente para ir en ayuda de la comunidad estudiantil de la FCFM. Esto afiató la relación entre la institución y su comunidad de exalumnos quienes no escatimaron en agradecimientos por la iniciativa.
Egresados motivados
Pese a que las circunstancias modificó el programa de eventos de reunión con la comunidad de alumni, se creó una comunidad virtual en Ucursos, que cuenta en la actualidad con 300 integrantes. Esta mantiene al día a egresadas y egresados del quehacer de la FCFM.
Espontáneamente surgieron grupos de egresados que se acercaron en medio de la pandemia con la necesidad de reunirse. Solicitaron apoyo para organizar actividades virtuales y, en conjunto, ya se han realizado más de 40 encuentros remotos enfocado a este grupo de la comunidad.
Academia, industria y desarrollo sustentable
También se llevó a cabo la Semana de la Innovación, encuentro en línea que reunió a más de 1.200 personas en las distintas actividades en que se buscaban visibilizar la innovación que se realiza en la FCFM.
Este encuentro, organizado inicialmente para octubre de 2019, pero pospuesto por el estallido social, convocó a expositores consagrados, lo que fue positivamente evaluado por los asistentes. Uno de los objetivos principales fue provocar un debate en torno al vínculo entre la academia e industria y el desarrollo sustentable. Participaron representantes de la industria, del Estado y la academia, generando nuevas redes con alto potencial.
Un alcance territorial histórico a nivel de colegios
La unidad de Difusión de las Ciencias para Colegios de la Subdirección de Comunicaciones no se quedó atrás y se adaptó rápidamente a una relación virtual y continua, principalmente por Instagram.
Esta unidad, compuesta por un equipo de difusión de 30 estudiantes, idearon nuevas alternativas para la comunicación con escolares y el apoyo vocacional a través de diferentes plataforma de redes sociales con atractivas piezas audiovisuales, posteos y transmisiones en vivo.
Mientras en el pasado la metodología apuntaba a actividades grupales, las redes sociales despertaron una participación a nivel individual de consultas no vistas antes, incluso la existencia del chat para atender consultas.
Se crearon entretenidas formas de presentar las carreras, a través de populares “late show” donde los seguidores podían visualizar entrevistas en vivo sobre las especialidades en ingeniería y ciencias.
El mayor alcance a escolares de localidades sumamente remotas del país se evidenció en la semana de “Un viaje por la ciencia”. Este evento virtual, si bien tenía prioridad para escolares, contempló charlas magistrales a todo público y se constataron visualizaciones de público de todo Chile, incluso desde el extranjero.
Cuando el paradigma instala la idea preconcebida de que las actividades presenciales son más impactantes, surgen respuestas de la profesores de escuelas rurales que se manifestaron profundamente agradecidos de este tipo de iniciativas. “Es la primera vez que participo en un evento de esta naturaleza”, compartió un profesor de Física del Colegio Español Coquimbo luego de ser notificado que su grupo de alumnas habían pasado a las finales del concurso de la Feria Tecnológica de esa semana. “Para mí es una gran satisfacción personal y profesional llegar al final de concurso, y lo más trascendental, que me atreví a romper paradigmas tradicionales. Nuestra participación en este tipo de eventos va a marcar un antes y un después en el Colegio Español Coquimbo, de esta generación 2020 en adelante”, agregó en su carta dirigida al equipo organizador.
Activación de la extensión en pleno
En paralelo a los objetivos y proyectos liderados por la Dirección de Vinculación Externa, y apenas iniciada la modalidad de trabajo y educación a distancia, cada departamento, centro de investigación, la Biblioteca Central, la unidad ETHICS, el Programa de Pueblos Indígenas, la Dirección de Diversidad y Género, entre otras, iniciaron a la brevedad una profusa planificación de eventos en línea.
Charlas, conferencias, foros, debates y conversatorios, en modalidades de webinar, reuniones zoom con inscripciones, Facebook live, Instagram y Youtube, se convirtieron en las plataformas más usadas por estas unidades.
La Subdirección de Comunicaciones de la FCFM activó rápidamente una coordinación para un apoyo mutuo en la difusión de todos los eventos virtuales que se estaban creando. Al mismo tiempo, se construyó un repositorio en el portal oficial de la FCFM para compartir estas actividades y permitir el acceso diferido en el tiempo de cada una de ellas.
El año 2020 cerró con la pandemia presentando rebrotes en el resto del mundo y la permanencia de protocolos para mantener presente los cuidados y riesgos. La llegada de la primavera y el verano relajó las medidas sanitarias, sin embargo, no se puede augurar aún si se volverá a una presencialidad en un mediano plazo.
Lo que sí se puede evidenciar es que llegó un nuevo escenario, con nuevas necesidades y demandas para asegurar la democratización del uso de las tecnologías y las telecomunicaciones en aislamiento. Una realidad que ha mostrado una evolución de la cultura y las formas de convivencia que han roto paradigmas, han visibilizado nichos no explorados de desarrollo y sinergias, y ha impuesto nuevos lenguajes en la historia de la humanidad.