La pandemia por SARS-Cov-2 llevó las cuarentenas por todo el mundo como una medida para mitigar su propagación. Sin embargo, el confinamiento, aunque exitoso en disminuir contagios, va perdiendo efectividad a medida que pasan los días, hasta llegar a la mitad en un mes, según determinaron los investigadores Andrés Musalem, académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile e investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), y Yogesh V. Joshi, de la U. de Maryland, quienes analizaron datos de 113 países que aplicaron cuarentenas en 2020.
“Estos hallazgos pueden permitir a las autoridades anticipar la probable caducidad de las cuarentenas, ayudándolos a ser más efectivos en la planificación de medidas de contención del virus”, comenta Andrés Musalem. El análisis sostiene que si bien imponer una cuarentena tiene un significativo efecto inicial en reducir la movilidad de la población, este se desgasta con el tiempo, lo que sugiere un efecto fatiga.
"En promedio, encontramos que después de un mes se pierde hasta la mitad de la reducción de movilidad lograda. En segundo lugar, mostramos que los países que lograron una mayor reducción de la movilidad cuando entraron en vigor son también aquellos en los que la fatiga era más fuerte. En tercer lugar, informamos que los países con una mayor esperanza de vida no solo tuvieron una mayor reducción en la movilidad cuando entraron en vigor los cierres, sino que también tuvieron una menor fatiga, y cuarto, observamos que una mayor desigualdad de ingresos se asoció con una mayor reducción de la movilidad al inicio del encierro", sostiene el informe.
Para estudiar el impacto de las cuarentenas, se analizaron las políticas y datos de movilidad al trabajo de 113 países, identificando la primera vez en que se declaró el confinamiento y su duración. La reducción de la movilidad y la fatiga pueden explicarse por las características del país, como la demografía e indicadores socioeconómicos, sostienen los autores.
La evolución de los niveles de movilidad durante los períodos de bloqueo de cada país revela que, en promedio, los encierros logran una fuerte reducción inicial en la movilidad, pero luego son seguidos de un período de desgaste que sugiere que la fatiga de bloqueo se está estableciendo y la movilidad aumenta gradualmente en promedio 3 puntos porcentuales con cada semana adicional de cuarentena.
“En general, nuestro análisis global sugiere que los confinamientos funcionan, ya que imponer un aislamiento está asociado con una reducción significativa en los niveles de movilidad observados. Curiosamente, sin embargo, la dinámica de la movilidad en la respuesta a un confinamiento varía significativamente en todo el mundo”, señala el análisis.