Los científicos estudiaron un tipo de comunicación utilizando dos fibras ópticas con la que pudieron realizar un sistema de cifrado o encriptación de ultra alta seguridad, donde la “piedra rosetta” sería nada menos que la luz.
Así lo explica Rodrigo Vicencio, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, e investigador del Instituto de Investigación en Óptica MIRO: “Cuando enviamos información de un lugar a otro queremos que esta llegue sin perderse en el camino y, sobre todo, sin ser espiada por nadie. Si dichos datos no van encriptados, entonces, serán fácilmente detectables por un intruso y corren el riesgo de ser robados”.
Fue así como el equipo exploró un sistema donde “mediante la regulación de la potencia de la luz, que viaja a través de fibras ópticas, se pudo ocultar la información gracias al control de regímenes predecibles y otros altamente fluctuantes en los que emerge el caos”, añade Vicencio.
El avance científico tiene la potencialidad de servir en la implementación de otros tipos de procesos de encriptación basados en control de potencia, por ejemplo de sistemas de comunicación que usan fibra óptica. “El siguiente paso será ver la posibilidad de implementarlo en el laboratorio, aun cuando sería una aplicación que tendría mayor proyección usando fibras ópticas con largos mayores, cuestión clave para hacer emerger regímenes caóticos en sistemas ópticos”, agrega el físico.
Proyección óptica
El trabajo comenzó a desarrollarse en enero de este año. Luego de estos resultados, el equipo buscará ampliar el tamaño del sistema para incluir más canales de comunicación y ver la posibilidad de control de información y encriptación basada en la predicción de ventanas controlables y otras caóticas.
El equipo de investigación está compuesto por el también académico y físico de la Universidad de Chile, Marcel Clerc. A través de un estudio analítico numérico en que mediante ecuaciones se modeló la propagación de luz en un sistema de dos fibras ópticas y mediante diagramas de parámetros, donde se evidenciaron ventanas de alto control de la información y otras en que es muy complejo predecir cómo saldrán los datos, sobre todo para un espía que quisiera robarlos.
Vicencio concluye indicando “generamos una mezcla disciplinaria en que propuse el modelo que aplica a uno de los experimentos de mi laboratorio basado en cristales fotorefractivos, por su lado Marcel aportó con la inclusión de perturbaciones al modelo para observar la emergencia de Caos. Ambos, luego, analizamos los resultados numéricos y escribimos en conjunto el trabajo”, comenta.
La investigación apareció publicada en la revista Chaos, Solitons & Fractals con el título “Chaos on a saturable optical dimer” (“Caos en un dímero óptico saturable”).