En una ceremonia realizada el pasado 18 de marzo, en el Auditorio Enrique d’Etingy de la FCFM, 67 profesionales se graduaron de los Diplomas de Postítulo en: Gestión Informática, Ingeniería y Calidad de Software, Tecnologías de la Información, y Seguridad Computacional, impartidos por el Programa de Educación Continua del DCC. La ceremonia contó con la asistencia del decano de la FCFM, Patricio Aceituno; el director del DCC, Sergio Ochoa; el director de la Escuela de Postgrado de la FCFM, Richard Weber; Christian Bridevaux, jefe del Programa de Educación Continua del DCC, además de académicos, familiares y amigos de los graduados.
La ceremonia fue encabezada por el director del DCC, profesor Sergio Ochoa, quien junto con felicitar a los graduados, destacó la importancia que tiene actualizar los conocimientos en un área tan dinámica como la Computación. “Hoy en día los desafíos que tiene nuestro país implican tener profesionales cada vez más capacitados, que puedan abordar desafíos un tanto desconocidos, como por ejemplo hacer tecnologías para adultos mayores o niños muy pequeños, u otras aplicadas a la seguridad de los sistemas que hoy no sólo son vulnerables a ataques locales, sino desde cualquier parte del mundo. Por lo tanto los estándares de calidad son otros”, expresó el Director del DCC.
Junto con destacar el valioso apoyo que las familias brindan a los estudiantes durante sus estudios, al tratarse de una actividad que realizan luego de su jornada laboral, los invitó a que con este grado obtenido, “sean un factor de cambio”. Tras las palabras del Director del DCC, se procedió a hacer entrega de los Diplomas a los nuevos graduados y a la distinción de los mejores alumnos de cada programa. Luego, la alumna del Diploma de Postítulo en Ingeniería y Calidad de Software, Fanny Reinoso, dirigió unas palabras a los asistentes en representación de todos sus compañeros.
“Todo comienza por un sueño” –afirmó Fanny Reinoso- “el mundo es hoy mejor gracias a los soñadores, a los idealistas, a aquellos que se atrevieron a pensar una bombilla, a imaginar un computador”, dijo la alumna y agregó que hoy en Chile el número de matriculados en un programa de postgrado es de 26.392 personas, “por lo tanto –agregó- sintámonos orgullosos de pertenecer a este grupo de soñadores”.
“Todos buscábamos un cambio en nuestras vidas, todos queremos ser mejores en un ámbito y, sobretodo, que ese ámbito nos haga ser excelentes profesionales, de manera que aporte un valor agregado al trabajo que realizamos. En esta vía que nos embarcamos, nos abrimos a la experiencia de descubrir nuevos caminos, a preguntar, a escuchar, a priorizar nuestro tiempo, y así poco a poco fuimos creciendo como personas y como grupo, donde todos contribuimos con nuestro granito de arena. La Universidad de Chile se convirtió en la casa del pensar, del aprender y del convivir”, expresó la alumna, quien finalizó su discurso invitando a sus compañeros a aplicar los conocimientos adquiridos y a continuar aprendiendo: “Hay un camino largo por recorrer y día a día debemos seguir preparándonos, actualizarnos con nuevas tecnologías y encaminar nuestro esfuerzo hacia lo que más nos gusta”, concluyó.
