Servet Martínez, académico del Departamento de Ingeniería Matemática (DIM) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, participó del segundo foro ‘Pensando la Universidad de Chile en tiempos de cambio’, panel organizado por la FCFM que discutió sobre la situación de la investigación de cara a los desafíos que enfrenta la sociedad chilena del siglo XXI y que busca generar debates en el marco de la propuesta del Senado Universitario para redefinir los estatutos de la universidad.
“Una función crucial de la ciencia contemporánea es ayudar a navegar en un mundo con sobreabundancia de información, donde mucha de esa información es falsa”, planteó el profesor del DIM e investigador del CMM.
Lo acompañaron Mario Hamuy, del Departamento de Astronomía; Jorge Hidalgo, Premio Nacional de Historia y profesor del Departamento de Historia; Alejandro Valdivia, del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias, y Manuel Antonio Garretón, del Departamento de Sociología. La instancia fue moderada por Laura Gallardo, directora del Centro de Cambio Climático y Resiliencia.
“Estamos en tiempos de cambios y de movilizaciones estudiantiles. Hay cuestionamientos a la educación superior, a su financiamiento y a su estructura”, indicó la moderadora, quién afirmó que esto se da en un contexto donde la U. de Chile ocupa el primer lugar en investigación en el país, el gobierno anuncia gratuidad en el acceso a la educación universitaria y la comunidad científica espera los detalles de la creación de un ministerio de Ciencia y Tecnología.
Para Hamuy, uno de los problemas fundamentales que deberá enfrentar la universidad es el del cambio climático: “Creo que la respuesta va a salir de la ciencia. Ella está mirando el futuro y la vanguardia”.
Hidalgo destacó que temas como la ética ocuparán un espacio importante en las discusiones futuras. En ese sentido, afirmó que “las ciencias sociales no solo buscan tener un mejor lenguaje, sino tener también una mejor democracia”.
Valdivia fue el primero en ahondar en la problemática planteada por la reforma al estatuto. “Con más estabilidad, se pueden pensar problemas de mayor largo plazo”, afirmó el profesor de la Facultad de Ciencias. “Los problemas de la gobernanza de la universidad le quitan tiempo a esa parte que es la tranquilidad y la estabilidad. Deberíamos concentrarnos en los grandes hitos. La Universidad de Chile tiene el potencial de transformarse en una de las 50 más grandes del mundo”.
Después vino el turno de Garretón, quien planteó que las Ciencias Sociales no solo deben evaluarse por sus publicaciones indexadas, sino también por el impacto que tienen en la sociedad, una de sus dimensiones más importantes. Además, propuso crear instituto interdisciplinarios en temas como cambio climático, estudios culturales o análisis de la estructura social en Chile: “Hay ciertas áreas que son indispensables de desarrollar y que no se pueden reducir a la suma de disciplinas”.
Servet Martínez cerró el panel.
“La universidad es cultivo, creación, diseminación de conocimiento en el mundo contemporáneo. Eso requiere libertad de pensamiento sin restricciones. Ese es un punto esencial”, afirmó.
Por eso, planteó que las estructuras deben responder a esta misión de la Universidad de Chile y a su tradición. Y que, si no lo hacen, las autoridades académicas deben oponerse a ellas.
Agregó que, más allá de crear nuevas instituciones internas, las existentes deben ser lo suficientemente flexibles para incorporar la interdisciplinariedad: “El desafío de Chile es colaborar. Para colaborar, no es necesario crear todas las instancias. Las instancias van a reflejar lo que se está haciendo”. Como ejemplo puso el trabajo que el CMM está desarrollando en educación, con la incorporación de profesores, psicólogos, sociólogos y otros profesionales o el NLHPC, donde convergen 17 universidades, centros de investigación y otras instituciones para desarrollar proyectos que necesiten supercomputación. En ese sentido, también destacó la biblioteca de Conicyt, que cuenta con la colaboración de los científicos chilenos.
El académico del DIM también se refirió al debate por la carta fundamental de la Casa de Bello: “Trivializar el problema a través de los estatutos es el peor favor que le pueden hacer a la universidad: la divide cuando ella necesita estar a la vanguardia, unida, con una voz muy potente. Debemos defender la universidad que siga produciendo conocimiento”.
La actividad terminó con una ronda de preguntas del público.