La tendencia actual indica que el perfil profesional del nuevo ingeniero requiere ciertas características que son indispensables, tales como poseer un conocimiento multidisciplinario, responsabilidad, ética, intuición técnica, creatividad, sensibilidad multicultural, consciencia social, respeto por el medio ambiente, entendimiento de otras disciplinas y capacidad de trabajar en equipo, entre otras. Y no es que nuestra Facultad no cumpla con entregar todas estas habilidades a los futuros ingenieros, pero sí hay un hecho claro: hay que ser los mejores siempre y no podemos descansar en la idea de simplemente ser la mejor facultad de ingeniería del país. En esta línea es que se instala el proyecto Una Nueva Ingeniería para el 2030. Una iniciativa que esperamos podamos construir e implementar entre todos, con una mirada amplia, que convoque a estudiantes, funcionarios, académico y a la sociedad en su conjunto.
El año pasado tuvimos un encuentro con egresados donde pudimos escuchar sus testimonios y experiencias en el ámbito laboral. Y el mensaje fue claro: hay que emprender, innovar, crear, hablar otras lenguas, etc. un ingeniero cuidadano del mundo. Hay que darle más espacio a la práctica en la malla curricular donde se puedan desarrollar proyectos que impacten a la sociedad, que el quehacer académico confluya con la resolución de problemas complejos de base científico-tecnológica. Estamos trabajando en la creación de un magíster de Innovación y Emprendimiento en Ciencia y Tecnología, el cual tiene por finalidad pasar de la invención a la innovación, acercando el mundo de la ciencia y la técnología a la solución de problemas que afectan a la sociedad
Otro tema clave es la internacionalización de nuestros profesionales, algo que estamos al debe como país. Es un problema grave que nuestros ingenieros no quieran o tengan ganas de salir a mirar el mundo y trabajar en otros países con todo lo que eso conlleva en lo laboral. Una opinión generalizada que nos quedó bastante clara en una actividad realizada hace menos de un mes con los líderes de distintas instituciones privadas y públicas del país es que no es necesario ir al extranjero a buscar las soluciones tecnológicas que necesita el país, contamos con la mano de obra necesaria para nosotros ser los protagonistas de esas soluciones, generarlas acá y no comprarlas afuera.
La industria también cumple su rol en que esto suceda al no darle la confianza necesaria al ingeniero para investigar y concebir respuestas que funcionen. Es importante que como institución tengamos una relación fluida con las empresas públicas y privadas, donde podamos hacer un seguimiento y palpar cómo nuestros ingenieros están siendo evaluados en sus puestos de trabajo, lo que se traduce en que también podamos mejorar las herramientas que estamos entregando en las aulas de clases.
Contamos con los antecedentes y seguiremos rescatando opiniones de representantes de la industria para ser los mejores no sólo para la Facultad sino que para el futuro del país, de acuerdo a las exigencias y demandas a nivel global.