La FCFM produce anualmente más de 350 publicaciones científicas con más de 6000 citaciones, lo cual demuestra su activa generación de nuevo conocimiento, que constituye uno de los principales roles de toda universidad. Sin embargo, la mayoría de nuestros académicos no logran identificar oportunidades comerciales a partir del conocimiento que generan, y conceptos como innovación y transferencia les resultan distantes, complejos y diametralmente opuestos a su quehacer, tal como fue para mí.
Me considero esencialmente una científica que orgullosamente puede afirmar que aportó con algunas de esas 350 publicaciones, pero más importante es declarar que he pasado por procesos de patentamiento, licenciamiento, y me he involucrado directamente en la comercialización de estas tecnologías. Si me preguntaran cómo fue participar en estos procesos, no dudaría en responder efusivamente que todos fueron grandes desafíos, que requirieron de conocimientos y capacidades transversales que abarcan desde las ciencias, las tecnologías, hasta los negocios.
Generalizando, aunque por supuesto existen las excepciones, las habilidades de transformar el conocimiento en propuestas de negocios viables y transferibles, no está incorporada en la genética de un científico. Frecuentemente recuerdo ese dicho que dice “Pastelero a sus pasteles”, pero hoy las tendencias nos muestran que los científicos apuestan cada vez más por trasladar los resultados de sus investigaciones desde la universidad a la sociedad. La integración de estas habilidades no ocurre espontáneamente, se requiere de una intervención proactiva de las estructuras universitarias para crear un ecosistema de innovación y emprendimiento integrado. Además de un cambio cultural que evite que los académicos lidien con barreras institucionales e incentivos discordantes entre lo que se espera de ellos en la academia y lo que se requiere de él para satisfacer necesidades de la sociedad y la industria a nivel país y mundial.
Si retrocedemos en el tiempo, les puedo contar que antes del 2014 la Universidad de Chile apenas tenía un contrato de licencia en toda su historia, no había spin-offs ni menos ingresos por licencias. Afortunadamente hoy la Universidad de Chile cuenta con una institucionalidad fortalecida, la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), que promueve la generación de propiedad intelectual, la trasferencia y comercialización de tecnologías. Por otro lado, en el ecosistema interno de la FCFM los centros de investigación han tenido un rol protagónico como unidades fuertemente orientadas a la transferencia de conocimiento y tecnología. Basados en excelencia científica y muldisciplinaria, han actuado como agentes vinculantes entre las demandas del entorno público-privado y las capacidades de respuesta de nuestra Facultad.
La FCFM, y quienes formamos parte de ella, reconocemos la importancia de la transferencia y comercialización de nuevas tecnologías para el desarrollo de los países, y es por ello que han creado diversas estructuras para dar cumplimiento eficiente a las actividades de transferencia tecnológica como son un Panel de Transferencia Tecnológica, que tiene como objetivo discutir políticas y estrategias, y la Comisión Local de Innovación y Propiedad Industrial, cuya función es asesorar al Decano respecto de criterios y principios generales en materia de innovación y propiedad industrial. Además, y con el objetivo de centralizar y compartir la información de las diferentes estructuras internas de la FCFM y la VID, se creó el cargo de Coordinador de I&D Aplicada y Vínculo con la Industria. Así, el interés de la FCFM es transformar el ecosistema promoviendo vínculos con el entorno externo y generando I+D+i aplicada y multidisciplinaria basada en las necesidades prioritarias a nivel país y mundial.
La ambición es generar un ambiente colaborativo y multidisciplinario que promueva la I+D aplicado, la innovación y el espíritu empresarial de alto valor. Por ello se requieren crear programas para desarrollar un capital humano avanzado de investigadores con conocimientos en innovación, transferencia y emprendimiento tecnológico, y de manera complementaria contar con ecosistemas que fomenten la innovación y el emprendimiento tecnológico, como es OpenBeauchef. De esta forma, se espera que se alineen los incentivos entre los investigadores, universidades y la industria.
Nuestros desafíos son desarrollar capacidades profesionales, implementar políticas para abordar los retos de la transferencia tecnológica y crear un ecosistema que fomente la innovación, la investigación aplicada, la generación de activos intelectuales, el emprendimiento y la comercialización de tecnologías.
Se ha avanzado en la creación de estructuras orgánicas al interior de la FCFM y en la formación de centros de investigación de alto nivel que facilitan la transferencia, pero aún es necesario fortalecer los procesos y unificar criterios para lograr transferir tecnologías al mercado.
La meta es ser un referente en innovación, desarrollo tecnológico y en la construcción de ecosistemas productivos de alta eficiencia e impacto en la sociedad y en la industria a nivel nacional y global.
Katherine Delgado
Coordinadora de I&D&i Aplicada y Vínculo con la Industria