¿Cómo fue que te integraste al WIC?
Mientras estudiaba Ingeniería Civil Industrial en la Facultad, tomé varios electivos que tenían que ver con tecnología, y en uno de esos estaba el Profesor Juan Velásquez, Director del WIC, con el cual hice mi memoria en la comercialización de uno de los proyectos que tenía. Mi trabajo era realizar una investigación de mercado sobre si a las empresas les interesa saber cómo sus clientes visualizaban sus sitios web, pero nosotros a diferencia de la competencia, lo hacíamos a través de minería de datos y generábamos modelos predictivos según diferentes segmentos socioeconómicos, los cuales nos permitía obtener resultados en segundos. Cuando hice esta memoria, el Centro era sólo un conjunto de investigadores de 4 o 5 personas, súper potentes a los cuales se les ocurrió hacer algo así como entretenido, pero cada uno con objetivos de estudiar afuera o hacer doctorados. Cuando entré se estaba profesionalizando un poco más el tema, se integraron más ingenieros y no tantos investigadores. Trabajaba con Francisco Molina en ese entonces que me pidió que me quedara trabajando jornada completa en un proyecto de turismo.
Estuviste casi desde los inicios del WIC ¿cuál ha sido la clave para este crecimiento y fortalecimiento del centro?
Francisco Molina fue parte importante de esto. No fue por mi llegada que se reestructuró el WIC. Él gestó una semilla para que hiciéramos las cosas bien, profesionalizáramos el área e investigáramos temas que impacten. Antes se tiraban ideas pero ahora vemos donde hay una necesidad y tratamos de cubrir el problema de alguna forma. Él fue el gestor. Yo creo que también empezamos a elegir a la gente correcta en el centro, que le motivaba ejecutar nuevos proyectos, le gustaba y tiene ese bichito de hacer un aporte.
Siento que las cosas han tenido una evolución bastante fuerte, aparte nos hemos ido asociando con otros investigadores de otras áreas y eso para nosotros es muy importante porque no puedes tener una visión tan completa viniendo de un área tan especifica. En los proyectos de salud podemos postular, pero si no tenemos un equipo médico que nos ayude el trabajo es súper incompleto.
Hablando de temas de salud, ustedes se acaban de adjudicar fondos del Concurso IDeA en temáticas para el adulto mayor, ¿de qué se tratan esos proyectos?
El primer proyecto se basa en una plataforma que lo que quiere es estudiar la evolución de los adultos mayores con enfermedades cerebrales como el alzheimer mediante la caracterización de estos. Lo que nosotros queremos es crear una aplicación que haga que el cuidador de esta persona cuando presente un síntoma tipo “se le olvidó mi nombre”, vaya anotando esa información de cierta manera, que retroalimenten al médico con la base de datos de ese paciente y se pueda obtener un mejor diagnóstico para que el paciente obtenga el tratamiento y farmacología correspondiente. Este proyecto lo hicimos en conjunto con gente de Medicina, pero nosotros lo postulamos. Ellos nos dijeron sus necesidades y la experiencia piloto se ejecutará en la región de Aysén, entonces es súper importante porque sale de la centralización de Santiago y tiene impacto en una región del país.
El otro proyecto ganador se llama Delirium y nosotros vamos como acompañantes. Está enfocado en adultos mayores pero a una etapa previa al alzheimer cuando la gente se desorienta, no sabe dónde está, pierde el sentido de la hora, espacio, etc. Aquí nos pidieron que apoyáramos en la construcción de una aplicación que apoye la terapia ocupacional, con ejercicios o juegos para que la gente esté constantemente expuesta a estimulos que la ayuden a mejorar.
¿Cómo es que surgió este vínculo con la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile?
La verdad es que ellos se nos acercaron en los dos casos. Los médicos han roto un poco las barreras y han visto que la nueva forma de aprendizaje tiene que ver ya con temas más informáticos. La idea es ir apoyándolos con estas herramientas. Les puede facilitar el tema del diagnóstico y del seguimiento continuo de un paciente, ya que no siempre están presentes. Antes uno iba, les proponía un tema y ellos era "no, no me vas a dar más pega de lo que ya hago”, pero ahora llega el médico y te dice “no tengo suficientes terapeutas ocupacionales, por qué no me desarrollas una aplicación que complemente el trabajo". Eso nos pasó y lo ganamos.
¿Qué otros proyectos tienen en el WIC?
Tenemos el Opinión Zoom que es de minería de redes sociales. Es uno de los más comerciales con el fin de dar alertas, apoyar la inteligencia y negocios de ciertas empresas. También está el Akori que determina como hacer de mejor forma un sitio web de acuerdo al tipo de usuario.
El proyecto Sonama que tiene que ver con la marihuana. Hay una encuesta nacional de drogas que te dice cada dos años la tendencia o prevalencia de la marihuana. Este proyecto te lo dice en tiempo real en base a redes sociales, tiene una correlación muy parecida a la de la encuesta, cercana al 93% , estamos dando información en tiempo real.
¿Y qué proyecto te gustaría hacer a ti?
A mí en lo particular me gustaría trabajar bien el tema de transferencia tecnológica en temas de salud. Es transversal para todos los proyectos que vamos hacer. Podemos hacer un proyecto precioso, pero si una enfermera no lo quiere utilizar, sonamos. Yo creo que el esfuerzo y el foco va para allá. Por lo mismo, me encantaría hacer cambios en los procesos de los hospitales públicos, implementar sistemas de apoyo en base a TICS, apoyar en la gestión del tema de las camas, de las ambulancias, etc. Creo que todo lo que hacemos como WIC va enfocado en proyectos de tecnología que ayuden a hacer más expeditos los procesos y a generar conocimiento, que no se quede estancado solo ahí y que se trabaje una transferencia tecnológica fuerte a eso.
¿Podríamos decir que las temáticas de salud son el futuro del WIC?
Yo creo que el camino es dedicarnos 100% a ciertas áreas donde ya somos fuertes como salud o retail (en conjunto al equipo de Richard Weber). Cada vez más nos estamos acercando al tema de salud, el cual para nosotros es súper importante y vemos un nicho ahí. Los médicos te buscan. Se ve un interés en el tema de la salud, queremos impulsar un programa de ingeniería de salud, es decir, que se hagan proyectos y no solo de ingeniería en informática sino que involucre a nivel de Facultad el tema de dispositivos, de factores humanos, de políticas públicas que tiene que ver con el Magíster de Políticas Públicas, etc. Entonces que sean varias áreas que abarquen un mismo problema de la salud. A eso apuntamos.