A medida que nos adentramos en el semestre de primavera de este año 2017, no es posible iniciar una reflexión sobre el momento que vive nuestra facultad sin detenernos por un minuto a pensar en la importancia de la figura de Felipe Álvarez. La Facultad tiene sus ritmos, impuestos casi de manera automática por el calendario académico. Sin embargo, subyacente a esos ciclos se ha venido gestando de manera sutil un cambio en Beauchef, cambio que tuvo en Felipe uno de sus principales autores intelectuales. A veces resulta poco acertado personalizar en demasía la actividad de una institución, pero también es necesario mirar con claridad la relevancia del actuar de personas que, como Felipe, son capaces de articular una visión y congregar en torno a ellas las voluntades de otros, sin las cuales esa visión sería imposible de concretar.
Hasta el momento, el proyecto Ingeniería y Ciencias 2030 ha tocado solo de manera parcial el funcionamiento de la mayoría de las unidades de Beauchef, siendo su efecto más notorio en el accionar y estructura de la Escuela de Ingeniería y en algunas otras funciones que dependen del Decanato. Esta realidad no hace justicia al tremendo esfuerzo que, con creatividad y compromiso a toda prueba, han desarrollado los miembros integrantes del equipo de trabajo. Sin lugar a dudas, la iniciativa OpenBeauchef es uno de los elementos más especiales dentro de las áreas que contempla el proyecto 2030, y confío en que la segunda etapa del proyecto verá esta iniciativa, hija intelectual de Felipe, crecer y entusiasmar a muchos más integrantes de la comunidad de nuestra Facultad.
Pero junto con este cambio institucional, operado al alero de un proyecto con un cronograma definido, con objetivos claros y con resultados y entregables comprometidos, pienso que somos testigos de otros procesos de cambio menos predecibles, más sutiles, y que nos plantean desafíos que es necesario visualizar. Para bien o para mal, el proceso de reforma al sistema de educación superior que impulsa el gobierno (que resulta de procesos de cambio iniciados incluso en gobiernos anteriores y que probablemente se extienda más allá de 2018) nos sitúa en un contexto de incertidumbre exógena que, puede argumentarse, ha sido enfrentada con un grado de pasividad por parte de la comunidad. El tejido de nuestra comunidad ha venido cambiando también. Junto con la renovación constante de nuestro cuadro académico, vemos como se han integrado a Beauchef investigadores de gran nivel, que buscan desarrollar aquí una actividad de excelencia en condiciones, no necesariamente dentro de la carrera académica ordinaria, que nuestro sistema recién comienza a calibrar y estructurar. La Facultad se ha internacionalizado de manera notable, tanto en su composición académica como estudiantil. ¿Estamos recibiendo de la mejor manera posible a estos nuevos miembros de nuestra comunidad? ¿Se transformarán en embajadores de la Universidad y de Chile cuando retornen a sus países de origen? Finalmente, quiero destacar la visibilidad que han tomado recientemente los temas de género e inclusión, donde paradigmas históricos quedan obsoletos a una velocidad a veces vertiginosa.
En resumen, vemos que la Facultad, en muchos ámbitos, combina su fuerte apego con una tradición de excelencia con múltiples dinámicas de cambio institucional. Invito a todos los miembros de la comunidad a enfrentar estos procesos de cambio con una mirada abierta, con generosidad y con empatía. Junto con un énfasis en los números, se nos plantea la necesidad de abrir un diálogo sobre nuestra cultura, sobre nuestra capacidad de “ver” al otro y sobre la estrategia para construir, entre todos, una facultad que sea el mejor lugar posible para trabajar y para estudiar.
Prof. James McPhee
Vicedecano
Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas
Universidad de Chile