La Universidad de Chile contribuye al bienestar de la población a partir de la generación, transmisión, transferencia y aplicación de conocimientos. Para ello resulta clave, su vinculación activa, efectiva y pertinente con el sector productivo, el sector social y el Estado. Innovar es justamente, lograr nuevas y mejores aplicaciones productivas y sociales de conocimientos y tecnologías y con ello contribuir a crear riqueza, mejorar la calidad de vida y dar sustentabilidad al desarrollo económico y social. Esto se traduce finalmente en nuevos y mejores productos, procesos y servicios que nos permiten progresar y vivir mejor.
En los últimos cuatro años, la Universidad de Chile ha dado un salto cualitativo en innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica. Hasta el año 2013, en toda la historia de la institución, se había suscrito un sólo contrato de licencia de tecnologías, no se había creado formalmente ninguna empresa spin-off y no se registraban ingresos por licencia de tecnologías. Esta situación cambió radicalmente entre el año 2014 y el 2017, donde junto con duplicar el portafolio de tecnologías protegidas mediante patentes de invención; la Universidad de Chile llegará a acumular un total de 53 contratos de licencia de tecnologías, la creación de 17 spin-off e ingresos facturados por licencias de $ 289 millones de pesos. Con estos niveles de producción, la Universidad de Chile se ha posicionado y prestigiado, como la institución líder en innovación basada en ciencia a nivel nacional.
Estos resultados no son casualidad, sino que producto de la conducción, gestión y ejecución efectiva de cuatro iniciativas fundamentales que son: el Programa de Mejoramiento Institucional (PMI) de “Innovación Basada en Ciencia en la Universidad de Chile”, financiado por el Ministerio de Educación y los tres Proyectos de Oficina de Transferencia Tecnológica financiados por Corfo desde el año 2011. Gracias a ellas hemos podido disponer de recursos para desarrollar y fortalecer la institucionalidad para la innovación, promover la producción de innovación basada en los resultados de la investigación, apoyar la investigación aplicada y el desarrollo de programas y centros estratégicos para la innovación, contratar y capacitar profesionales de apoyo a la innovación y difundir el emprendimiento y la innovación en la comunidad universitaria.
El fortalecimiento e instalación de una institucionalidad ha sido clave para conducir y gestionar procesos de innovación efectivos en la universidad. En este ámbito podemos destacar el desarrollo del reglamento de innovación, del reglamento de conflicto de interés, de instrumentos de apoyo a la formulación de proyectos de I+D aplicada, de concursos de patentamiento y emprendimiento y también del procedimiento de transferencia tecnológica que incluye la divulgación de invenciones, su evaluación, protección, comercialización, negociación y licenciamiento. Asimismo se crearon estructuras que desempeñan funciones clave para la innovación como la Unidad de Transferencia y Negocios Tecnológicos y la Unidad Legal y de Propiedad Intelectual de la Dirección de Innovación.
Con todo, podemos decir que, el potencial de la Universidad de Chile, de contribuir al bienestar a partir de los resultados de la investigación, recién comienza a asomarse. El gran desafío es amplificar la producción de innovaciones de alto impacto económico y social. Para ello se hace necesario asegurar la disponibilidad de financiamiento basal para la sustentabilidad y crecimiento de este proceso de innovación basada en ciencia iniciado hace cuatro años en la Universidad de Chile, en un escenario más inmediato de baja disponibilidad de recursos externos.
Otro desafío importante, es fortalecer y desarrollar las estructuras y recursos de apoyo a la transferencia, emprendimiento e innovación y tecnológica en los distintos campus de la universidad, en vinculación y coordinación con la Dirección de Innovación de la VID. De esta manera se podrá lograr mayor eficiencia y efectividad en los procesos de innovación, desde que se genera la idea hasta su aplicación productiva y social. En esta línea ya tenemos resultados favorables de trabajo conjunto con el ecosistema de Open Beauchef.
Actualmente, la Universidad de Chile, lidera el desarrollo del proyecto asociativo de Hub de Transferencia Tecnológica “KnowHub Chile”, que próximamente dará lugar a una nueva corporación sin fines de lucro, orientada a aumentar la cantidad y el impacto de los negocios tecnológicos generados a partir de los resultados de la investigación de las diez instituciones socias que concurren a su fundación. En los próximos cuatro años, los compromisos asumidos en el proyecto, permitirán amplificar la producción de innovaciones de nuestra universidad, aumentando al doble el número de solicitudes de patente, el número de tecnologías licenciadas y el número de emprendimientos de base tecnológica y al triple los ingresos por las tecnologías licenciadas.
Finalmente, es importante señalar que, si bien estos resultados son un buen comienzo para la innovación basada en los resultados de la investigación y desarrollo, la modalidad más importante que tiene la universidad para contribuir al bienestar a partir de la innovación, es a través de una educación pertinente, de calidad y de excelencia a sus estudiantes, los que al desempeñarse en sus actividades, trabajos, emprendimientos o movimientos, tendrán la oportunidad de realizar nuevas y mejores aplicaciones de los conocimientos y técnicas aprendidas en sus carreras, generando colectivamente un alto impacto económico y social. Este ha sido uno de los objetivos centrales de iniciativas como Ingeniería y Ciencias 2030.
Edgardo Santibáñez
Director de Innovación
Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo
Universidad de Chile