Álvaro Núñez Vásquez, director Departamento de Física FCFM, Universidad de Chile |
“El profesor Patricio Cordero ha tenido un rol crucial para nuestro Departamento de Física, siendo una pieza clave en la etapa fundacional del mismo, dejando indeleble un legado de excelencia y una gran dedicación laboral y académica. Su trabajo de investigación fue seminal, desde el cual formó a generaciones de investigadores que hoy tenemos la alegría de homenajearlo. Su participación en las etapas primarias de los proyectos de investigación concursables, dieron un sello de calidad que perdura hasta ahora. Gracias profesor Cordero”. |
Rosa Devés Alessandri, vicerrectora de Asuntos Académicos, Universidad de Chile |
“Parte esencial de la riqueza de la Universidad de Chile es su comunidad diversa, donde cada uno aporta desde su individualidad a la tarea común de desarrollar y transmitir el conocimiento, en un marco de responsabilidad con el país. Sin embargo, en el contexto de esa complejidad y esa libertad que atesoramos, reconocemos algunos invariantes, y cuando éstos se vinculan a personas específicas, les otorgan - a ellos y a ellas - la calidad de modelos capaces de orientar nuestro trabajo y convivencia. Patricio Cordero representa para mí, así como para muchos otros en la Universidad de Chile, ese referente que sirve de brújula cuando el camino se desdibuja, de conciencia cuando los valores se nublan o se confunden. Su labor concentrada y reservada, característica de la excelencia académica, nunca ha sido obstáculo para las acciones audaces y valientes en defensa de la vida y de la libertad de pensamiento, como lo demostró en los largos años de la dictadura. Su brillante inteligencia, acompañada siempre de sobriedad y de ecuanimidad ha marcado la vida académica de muchos. Por ello, su distinción como Profesor Emérito, hace más grande a nuestra Universidad, más grande en coherencia, más grande en consistencia, más grande en su carácter noble y generoso”. |
Francisco Brieva Rodríguez, exdecano y académico Departamento de Física FCFM, Universidad de Chile |
“La Universidad de Chile, con esa sabiduría destilada a través de las décadas, distingue hoy a Patricio Cordero como Profesor Emérito. En tan simple como profundo gesto, sin estridencias ni oropeles, se reconoce a un académico de excepción, a un maestro que guió la formación de variados habitantes de Beauchef, a quien ha destacado por una generosidad y nobleza en su entrega para hacer una mejor Universidad. En estos caminos de la academia, he tenido la suerte de conocer a Patricio muy cercanamente, de disfrutar de su apoyo, amistad y comprensión, de gozar de sus enseñanzas, de compartir revoluciones imaginarias, de inventar mejores mundos. Todo junto a sándwiches e innumerables tazas de té que, por largos años, han permitido superar la jornada en el Departamento de Física. Lo agradeceré por siempre. Ya habrá espacio para una nueva etapa: menos presencia, más correo electrónico. Pero son tantos los temas para pensar, crear, proponer, disfrutando en fin de ese oficio noble que a la sombra de la academia creció. Patricio, por ahora un respiro de la rutina y fortaleza para enfrentar las demandas que el tiempo impone”. |
Víctor Pérez Vera, exdecano FCFM, exrector Universidad de Chile, académico Departamento de Ingeniería Industrial FCFM, Universidad de Chile |
"Conozco a Patricio desde aquellos años en que a nuestra Universidad de Chile y a nuestra Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas se la defendía en su autonomía y libertad académica; a su comunidad universitaria, en su integridad y dignidad humana; y a nuestro país, en su democracia, libertad y respeto a los derechos humanos. Muchos rostros y voces emergeron con valentía en esos duros y crueles momentos de la dictadura, unos más visibles que otros, pero todos comprometidos con un país más justo y solidario. Entre ellos, el de Patricio, siempre sereno, siempre presente, siempre jugado, siempre cálido y afectuoso, siempre respetuoso por las ideas y la persona de los demás, siempre humano, siempre profundo en sus convicciones universitarias y democráticas, siempre mostrando su cariño por su Universidad de Chile y su Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Y recalco lo de “siempre”, porque quiero rescatar tu consistencia y coherencia en la vivencia de tus valores y principios. Por todo esto te saludo, Patricio, y por tu merecida distinción como Profesor Emérito de tu Universidad de Chile, a quien le has regalado y dedicado una hermosa vida académica". |
Mauricio Sarrazin Arellano, exdecano, académico Departamento de Ingeniería Civil FCFM, Universidad de Chile |
“Nada más justo que el reconocimiento de la Universidad de Chile a la trayectoria del Prof. Patricio Cordero al nominarlo Profesor Emérito, luego de una vida de entrega a la institución con su talento, tesón y pasión. Patricio Cordero ha sido un maestro de generaciones de científicos e ingenieros, sus exalumnos lo recuerdan con cariño como un gran profesor, con una rigurosidad científica en sus cursos de Mecánica y de Electromagnetismo que me hacen recordar a grandes maestros del pasado como fueron Arturo Arias e Igor Saavedra. Pero no sólo por la rigurosidad en tratar las materias, sino también por sus dotes docentes y calidad humana. Siempre preocupado por perfeccionar sus apuntes docentes, de ellos han surgido dos magníficos libros que sirven como material básico en los cursos de pregrado. Su compromiso con la Universidad no se ha dado sólo como maestro. Cuando ésta estuvo en peligro de ser destruida, fue el primero en salir en su defensa en esos aciagos años 70, 80 y 90, fiel a su compromiso con una universidad nacional, laica, de pensamiento libre y excelencia en docencia, investigación y extensión, preocupada del desarrollo del país en su acepción más amplia. Fue así como al crearse el Senado Universitario no dudó en participar como uno de sus primeros senadores académicos para contribuir a la reorganización de la Universidad. Es destacable, también, su participación en organismos de alta relevancia académica, como miembro de las comisiones de evaluación académica del Departamento y de la Facultad, aportando su experiencia y sabiduría, así como en la dirección del programa de doctorado en física, de alto prestigio nacional e internacional. Por último, pero no menos importante, debo destacar su gran contribución en investigación en sus áreas de especialización, en particular en el uso de análisis numérico para abordar problemas de la física y en temas de frontera tales como la dinámica de flujos granulares. Sus investigaciones las ha plasmado en más de 80 artículos en revistas internacionales y han sido difundidos en numerosas charlas y conferencias a través del mundo. Junto a ello ha formado varios académicos e investigadores en los cursos de postgrado y guía de tesis. El Prof. Cordero es un paradigma para los académicos de la Universidad y estamos muy orgullosos de que ésta lo distinga como Profesor Emérito”. |
Rafael Benguria Donoso, Profesor Instituto de Física, Universidad Católica |
“Es un agrado unirme a la celebración de la reciente nominación del Prof. Patricio Cordero como Profesor Emérito de la Universidad de Chile. Patricio es uno de los primeros alumnos que tuvo la Licenciatura en Física (1960) y su tercer graduado (1964). Conocí a Patricio en 1971 cuando tomé el primer curso con él. Ya entonces demostraba su ahora conocida pasión por enseñar. Colaboré con Patricio en una de mis primeras publicaciones científicas y fui su colega como profesor de Física Teórica de la FCFM por casi una década. Junto a la aparición de los primeros computadores personales, desarrolló una intensa labor de investigación en simulaciones del comportamiento dinámico de sistemas de muchas partículas, formando a muchos investigadores jóvenes y creando el grupo de Física de Sistemas Granulares. En años recientes publicó dos libros (Electromagnetismo y Mecánica) que estoy seguro servirán de apoyo a múltiples generaciones de futuros estudiantes de ingeniería. La nominación de Profesor Emérito para el Prof. Patricio Cordero es un muy merecido reconocimiento por su compromiso con la ciencia y la Universidad”. |
Dino E. Risso Rocco, académico, Universidad del Bío-Bío |
“Fui estudiante de doctorado de Patricio Cordero a partir de 1989 y posteriormente trabajamos juntos en diversos proyectos de investigación hasta que jubiló (…) La experiencia compartida durante todo este período ha sido hermosa, la que marcó mi propio desenvolvimiento profesional y de vida. Recibir la noticia que Patricio Cordero fue recientemente nombrado Profesor Emérito de Universidad de Chile es para mí motivo de gran orgullo por el reconocimiento que ello significa. Patricio Cordero en mi concepto es una persona de gran sensibilidad social (…) En este sentido tengo hermosos recuerdos de nuestra participación conjunta en la gran Marcha por la Educación de 2011. Muchos otros aspectos y anécdotas serían dignos de mencionar, quizás las lecciones más importantes que he podido aprender de este maestro son la del respeto y tolerancia con los demás y la de coherencia entre el pensar y el hacer. Algo que en todo este largo tiempo he apreciado en él como una constante de vida”. |
Rosa Ramírez, Université d'Evry-Val-d'Essonne |
¨Lo mejor es enemigo de lo bueno, Rosa’’, me dijo el profesor muy tranquilamente, como aquel que susurra un ‘’wingardium leviosa’’ para contrarrestar el ataque de pánico (aderezado con muchos aspavientos, seguro) con el que llegué a verlo. El sortilegio me tranquilizó ese día y muchos días, aunque viniendo de aquel que conoce el secreto de Dorian Grey, no podía ser menos. Siempre lo tuve en la cabeza en el camino que, como hormiguitas, recorrimos juntos por los medios granulares. Cada granito era una montaña o un pozo muuuy profundoooo pero, ¿qué más daba?. Lo mejor es enemigo de lo bueno, ¿y lo bien que lo pasamos?. Llegué a estimar tanto la frase, que incluso le hice mi propia versión: ‘’lo mejor es enemigo de cualquier cosa’’. Así, el profesor me tenía en su oficina día sí, día no, para contarle cualquier cosa que me pasara por la cabeza, no necesariamente buena y, por supuesto, nunca la mejor. A veces me recibía con cara de sorpresa y otras veces con cara de terror, todo hay que decirlo, pero siempre me abrió su puerta. Ahora, pensándolo, me doy cuenta de que logró sacar de mí no sólo lo bueno, también lo mejor. Gracias, Patricio ¡Felicidades!”. |
Rodrigo Soto Bertrán, académico Departamento de Física FCFM, Universidad de Chile |
“Conozco a Patricio Cordero desde hace 30 años, primero como profesor, luego como mi tutor en el doctorado y finalmente como colega y colaborador. En todos esos aspectos Patricio destacó por su pasión, dedicación y rigor. Tengo la enorme fortuna de que Patricio fuera mi mentor y me enseñara tantas cosas de física computacional, área en la que él es uno de los pioneros en el país. Siempre me impresionó mucho su capacidad para escribir apuntes, que continuamente está puliendo y que son muy valorados por los alumnos, pero también, debo decir, por nosotros sus colegas cuando dictamos cursos. Un último aspecto que quisiera destacar de él es su compromiso con la Universidad, la educación pública y el país, tanto en los momentos más duros que vivió Chile, como también en democracia. De él aprendí la importancia de vincular el trabajo académico con una ciudadanía comprometida”. |
Andrés Weintraub Pohorille, académico Departamento de Ingeniería Industrial FCFM, Universidad de Chile |
“Si bien estábamos en áreas bastante distintas con Patricio, coincidimos en múltiples actividades de la Facultad. En especial participamos juntos y trabajamos en estrecha colaboración en la Triestamental, no recuerdo el nombre exacto de la muy importante asamblea que congregó a académicos, estudiantes y administrativos el año 1997, y que sentó en cierta manera las bases de un cambio importante de nuestra Universidad, como la creación del Senado Universitario. Más allá de su gran trayectoria científica, pude ver las muchas otras virtudes de Patricio. Su inteligencia intelectual y emocional, su sensatez, su calidez y empatía. Y su pensamiento orientado a buscar lo que es justo, la importancia de la esencia de la vida académica, y a los altos valores que son tan preciados en nuestra Universidad. Querido Patricio, merecido el nombramiento de Profesor Emérito”. |
Fernando Lund Plantat, académico Departamento de Física FCFM, Universidad de Chile |
“Recuerdo bien cuando conocí a Patricio Cordero: Yo era estudiante en un curso de Electrodinámica Clásica, y tuve noticias de un joven investigador que acababa de llegar al país, Patricio, luego de doctorarse en Inglaterra. Él iba a dictar un curso de Electrodinámica Cuántica al que yo, alegremente, asistí a la primera clase. Me di cuenta de inmediato que mejor terminaba el curso clásico antes de embarcarme en un curso cuántico, pero me quedó grabada la pasión que emanaba Patricio por la ciencia y la importancia de hacerla en Chile al mejor nivel. Esta pasión no ha cesado hasta hoy, como atestigua su ininterrumpida lista de publicaciones a través de ¡55 años! ¿Cómo cuantificar la influencia que ha tenido Patricio en la ingeniería y en la ciencia nacionales, a través de los miles de alumnos que han pasado por sus cursos de mecánica y de electromagnetismo? Sin olvidar que fue uno de, literalmente, un puñado de físicos profesionales que mantuvieron viva la llama de la investigación científica en Chile en esta disciplina durante el muy triste período 1973-1978. Son personas como Patricio las que hacen de Chile un país que puede superarse a sí mismo. Y la Universidad de Chile se honra hoy al recibirlo como Profesor Emérito”. |
Carlos Conca Rosende, académico Departamento de Ingeniería Matemática FCFM, Universidad de Chile |
"En la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, el nombre de Patricio Cordero está asociado a la mayor vocación por la enseñanza de la física desde la rigurosidad de las ecuaciones en derivadas parciales y los modelos de la matemática. Su obra científica y sus libros constituyen uno de los más importantes legados de esta interacción virtuosa, que sabe cultivar con pasión, y que debe pasar a la posterioridad. En Chile, las últimas décadas han estado marcadas por la política, pero, sobre todo por los derechos civiles. Patricio Cordero ha sido protagonista de este periodo histórico, tan difícil como desafiante, su trayectoria es como un “espejo” de esta época: un idealista político, un defensor aguerrido de la educación pública, a quien nada concerniente a la Universidad de Chile, su alma mater, le resulta ajeno. Lo muestran sus preocupaciones sociales –esto es, por "los otros”– y su interés por desentrañar, y poner en ecuaciones, los fenómenos de la Naturaleza”. Como poco, quienes somos sus contemporáneos, y que hemos comprendido algo de su trabajo científico y de sus sentimientos, nos emocionemos, con profunda alegría, en el momento en que nuestra Casa de Estudios lo distingue como Profesor Emérito". |
Mauricio Marín, académico Universidad de Santiago |
“Desde una disciplina distinta a Física hago presente mi alegría por la merecida distinción de Profesor Emérito para Patricio Cordero. Durante el desarrollo de mi Magíster en Ciencia de la Computación, 1990-1991, Patricio fue mi profesor guía de tesis. Al recordar esa experiencia, pienso que fui muy afortunado puesto que pude conocer de cerca a un gran académico y científico cuyo ejemplo he tratado de seguir durante mi propia carrera académica en ingeniería informática. También recibí de Patricio la inspiración y la motivación para continuar al doctorado, donde los artículos que escribimos sobre mi tesis de magíster me permitieron ingresar a Oxford. Es imposible describir en pocas palabras sus enseñanzas, sólo enumero algunas: La cercanía con sus estudiantes tesistas; la rigurosidad en el trabajo científico que nos impulsaba a realizar, siempre buscando el mejor nivel internacional; y la notable preocupación por la docencia que impartía en pregrado y postgrado”. |
Marcel Clerc Gavilán, académico Departamento de Física FCFM, Universidad de Chile |
“Patricio, para muchos académicos jóvenes y quizás no tanto, siempre has sido un farol del camino académico, una desinteresada entrega a la comunidad universitaria, una creativa y rigurosa docencia, pasión por comprender los fenómenos naturales. Has sido el guardián de la historia de la física en la Universidad. Te tocó abrir caminos en los albores de la física nacional, particularmente formando una escuela de teoría cinética aplicada en fluidos y granos. Agradezco profundamente por las avenidas y las enseñanzas trazadas, y el haber sido sumergido como alumno en la belleza de la teoría del electromagnetismo. Aún no olvido tus cátedras en la F10 (hoy auditorio Igor Saavedra), las cuales son fuente permanente de mis propias clases e incluso el uso de conceptos adquiridos en el desarrollo de mis esfuerzos científicos. Agradezco igualmente la oportunidad de haber colaborado en la comprensión de transiciones granulares, permitiendo estrechar una grata amistad y conocer parcialmente tu compleja visión del mundo”. |
María Teresa Ruiz González, académica Departamento de Astronomía FCFM, Universidad de Chile |
“Una de las buenas noticias recibidas en esta cuarentena ha sido este tan merecido reconocimiento a Patricio Cordero, un gran formador y profesor, investigador y sobre todo un gran amigo. De este último aspecto de Pato quiero contar en estas pinceladas. Por el año 70, mientras trabajaba en mi tesis de Licenciatura en Astronomía, conocí a Mari Gandolfo (Pato es su esposo), y ella muy cariñosa me invitó a comer a su casa. Pato se ofreció a llevarme, ya que ambos estábamos en Beauchef. Yo feliz, nada presagiaba lo que estaba por venir. Mi primera sorpresa fue ver el auto de Pato, era un deportivo color amarillo brillante, raro pensé. Cuando Pato tomó el volante cual Hulk se transformó, retrocedió a mil por hora y partió como cohete por avenida Matta casi sin fijarse ni detenerse en las intersecciones, no recuerdo cómo llegamos a su departamento en Providencia, ya que cerré los ojos y me preparé para lo peor. Cuando llegamos a su casa Mari me confesó que ella nunca viajaba como pasajera con Pato al volante (ojo para que lo sepan todos y no les pase lo que a mi), ¡hay personas que cambian su personalidad al volante!. Para el año nuevo de 1979 con mi marido, Fernando Lund, arrendamos una cabaña en Isla Negra e invitamos al Pato que estaba solo, ya que Mari andaba en Perú visitando a su familia. Estaba también mi hermana y un sobrino de 6 años. Caminando por la playa nos encontramos con Eduardo Vera, quien tenía una casa en el lugar y nos invitó a una fiesta para la noche de año nuevo. Mi hermana se quedaría con el niño y Pato, Fernando y yo iríamos a la fiesta. Comimos temprano todos juntos, y en la sobremesa Pato preguntó varias veces si realmente iríamos a la fiesta, ahí supimos por qué preguntaba tanto y era porque se moría de ganas de tomar café y si lo hacía no podría dormir por muchas horas. Se tomó uno o dos cafecitos de los de cafetera. Mientras me arreglaba, me saqué los lentes de contacto para limpiarlos con las yemas de los dedos y un líquido especial. Cuando me puse los lentes perfectamente limpios fue como sentir una puñalada en cada ojo, ¡mis dedos aún guardaban la memoria del ají verde que había picado para el guacamole! Fue horrible, no pude abrir los ojos y se nos aguó el panorama. Como a las 3 de la madrugada me desperté, había un silencio total, sólo se escuchaba el mar. Me sorprendió y sentí culpa de ver a Pato sentado con algo que pensé era una novela, me acerco sin hacer ruido y tenía cara de felicidad, aún más cerca, me sorprendí al ver que lo que lo hacía tan feliz era un block con un despliegue de letras griegas con sub y superíndices ¡estaba calculando! Un típico Beauchefiano”. |
Nelson Zamorano Hole, académico Departamento de Física FCFM, Universidad de Chile |
“Celebro la designación del Profesor Patricio Cordero Simunovic como Profesor Emérito de nuestra Universidad. A lo largo de los años en que hemos convivido con Patricio en el Departamento de Física, he tenido la oportunidad de apreciar algunas de sus muchas virtudes. Por ejemplo: su talento como investigador. En tiempos de controversia, su valentía para expresar abiertamente sus pensamientos y su permanente preocupación por la Universidad. Pruebas de ello son sus participaciones en el Senado Universitario, en la Sociedad Chilena de Física, su labor silenciosa y permanente en armar una historia del Departamento de Física. Debo también confesar que me impacta su actitud decisiva y frontal para defender a miembros de nuestra comunidad, cualquiera sea su estamento, afectadas por injusticias. Es una persona con una sólida ética”. |
Leonardo Bronfman Aguilo, académico Departamento de Astronomía FCFM, Universidad de Chile |
“El profesor Patricio Cordero, “Pato Cordero” para sus alumnos, fue mi profesor en ramos de Física de pregrado y posgrado, como Física Moderna y Teoría de Grupos, en la década de los 70. Recuerdo sus clases con gran agrado, pues es un excelente profesor que tiene la virtud de explicar y facilitar las materias mas complejas y hacerlas abordables a los alumnos. Siempre amable y bien dispuesto, y con todo su tiempo para resolver dudas y aclarar las materias. La distinción de Profesor Emérito es más que merecida”. |
Sergio Jara Díaz, académico Departamento de Ingeniería Civil FCFM, Universidad de Chile |
“A nuestro regreso en 1981, conocí a Patricio Cordero cuando firmamos una inserción en la prensa junto a otros 58 académicos de la FCFM exigiendo el reintegro del Profesor Luis Izquierdo, exonerado de la U por opiniones opuestas a las del rector militar. La labor de defensa de las universidades intervenidas en la Asociación Universitaria y Cultural Andrés Bello, me permitió apreciar de cerca el compromiso de Patricio al encabezar, por ejemplo, la valiente carta a Nature (1984) denunciando el estado de nuestras universidades bajo la dictadura. Fue un período distinto, donde la labor de investigación y docencia no necesitaba estímulos monetarios laterales y los profesores tenían sus consultoras fuera de la U, aún no mimetizada con el mercado. Parafraseando la paradoja de Sartre, probablemente nunca estuvimos menos alienados que durante la intervención. ¿Una intimidad? Como Patricio no envejece, el retrato bordado por M. Teresa Ruiz aún refleja perfectamente a nuestro nuevo Profesor Emérito”. |
Patricio Aceituno Gutiérrez, exdecano, académico Departamento de Geofísica FCFM, Universidad de Chile |
“Estimado Patricio, me es muy grato escribir estas palabras de homenaje con ocasión de tu reconocimiento como Profesor Emérito de la Universidad de Chile. Lo hago con sentimientos de admiración y afecto. Múltiples son los caminos que un académico o académica puede recorrer al interior de la Universidad para llevarle a este reconocimiento, siendo algunos más visibles que otros, según las funciones y tareas desempeñadas. Tú recorriste una ruta de bajo perfil, pero no por ello con menor impacto en cuanto a la tarea realizada. Tu entrega ha sido plena a la academia en sus dimensiones más significativas en investigación y docencia. Por mi parte, doy fe frente a colegas que no han tenido la suerte de conocerte, de tu compromiso como docente que pude aquilatar en las numerosas veces que coincidimos dictando secciones paralelas de un curso de física obligatorio de Plan Común, a veces como parte de un trío de profesores que fue conocido como el ABC de la Mecánica (Aceituno, Brieva, Cordero). Me impresionó siempre tu rigurosidad y dedicación, así como tu capacidad para encantar a tus estudiantes. Debes sentirte orgulloso de saber que lograste entre ellos los más altos niveles de reconocimiento y estima. Quisiera destacar, frente a la comunidad de Beauchef, un par de aspectos de tu trayectoria que considero que te enaltecen como académico y acrecientan tus méritos para el reconocimiento que hoy la Universidad te entrega. A pesar de tu personalidad más bien tímida, siempre que fue necesario sacaste la voz firme y decidida en defensa de la Universidad de Chile y de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, especialmente en los tiempos más difíciles de la dictadura, cuando había que ser valiente para hacerlo. Por otra parte, y como una muestra de la generosidad de tu espíritu, dedicaste muchas horas al rescate de la historia del desarrollo de la Física en nuestro país y de tu unidad académica, como una forma de crear comunidad y sentido de pertenencia al interior de la misma. Lamento no poder darte un abrazo para felicitarte. Te lo envío a la distancia. Muchas gracias “tocayo”, como nos solemos llamar, por todo lo hecho y por el ejemplo que dejas de lo que significa una academia honesta y comprometida”. |
José Miguel Piquer Gardner, Director de Servicios de Tecnologías de Información y Comunicaciones (STI) Universidad de Chile |
“Conocí a Patricio Cordero siendo yo profesor joven, principalmente en discusiones en la lista acad-fcfm donde ambos participamos bastante. Discutimos mucho de carrera académica y lo seguimos haciendo por muchos años en el Senado Universitario, donde nos tocó trabajar juntos en el nuevo reglamento, trabajo que en su momento no logró ser aprobado por el Senado, pero que fue un embrión del aprobado 10 años después. Nunca estuvimos en el mismo bando: yo siempre quería cambiar todo y Patricio era muy conservador. Pero no había cómo no quererlo. Era un conservador revolucionario. Recuerdo que Patricio Poblete acuñó el chiste de que Pato Cordero (como todos le llamamos) en realidad era ¡un lobo con piel de oveja! Ejemplos de su rebeldía: su sueño de ser Diógenes, de pagar sueldos decrecientes a medida que se subía de jerarquía (para garantizar que la motivación fuera el reconocimiento y no la plata), de que el Estado definiera el futuro de la U y dejáramos de ser tan autónomos y tantas otras propuestas radicales que nunca llegaron a puerto... Pero sin duda lo que se percibe desde el primer minuto es su amor y pasión por la investigación, la excelencia académica y la universidad. No conozco a nadie que merezca tanto como Patricio el ser Emérito”. |
Hugo Arellano Sepúlveda, académico Departamento de Física FCFM, Universidad de Chile |
“Hacia fines de los ‘70 la oficina de Patricio se ubicaba en el tercer piso del ala poniente del edificio del Departamento de Física. Era una oficina pequeña, donde la poca luz que llegaba al interior provenía de una ventanilla en la parte alta. En ese espacio se podía reconocer una silla y un hermoso escritorio antiguo con pequeñas cajoneras atiborrado de papeles manuscritos a mano. Siempre había una segunda silla para quienes pasaban por su oficina. En los inviernos, ahí estaba esa estufa de alambres incandescentes, además de otros enseres para tomar té. También recuerdo un gran póster de la ACU, Agrupación Cultural Universitaria, para uno de sus festivales artístico-culturales universitarios contra la dictadura. Mi primer encuentro con Patricio fue como estudiante en su curso de física moderna. Si hubo algo que distinguía a Patricio era su accesibilidad y amabilidad. Siempre muy firme en sus convicciones, pero amable. Con el tiempo tuve el gusto de ser profesor auxiliar en sus cursos de física, lo que me permitió revisitar temas desde el ángulo del profesor. A comienzos de los ‘80 ya era evidente como Patricio incursionaba con computadoras de pequeño formato. Eran sumamente primitivos, donde la información se guardaba en un cassette de esos para grabar música. El de Patricio era un Sinclair, que lo vi con cables expuestos y no recuerdo si tenía visor. A pesar de ese rudimento tecnológico comenzó sus primeros estudios sobre sistemas magnéticos unidimensionales y luego bidimensionales. Ya con el transcurrir del tiempo, Francisco Brieva y Oscar Witcke logran la primera conexión directa desde el IBM-370 del Centro de Computación, ubicado en el segundo piso de la esquina de Beauchef y Blanco Encalada, hasta el tercer piso del Departamento. Tal conexión se logró mediante un cable coaxial, una operación nada trivial para ese entonces. Desde ese momento se contó con un terminal que permitía hacer cálculos remotamente en el 370 desde oficinas del Departamento... ¡un tremendo avance práctico! Para hacer transportable el terminal se construyó una mesita con ruedas para desplazarlo, siendo Patricio un ávido usuario. Sin embargo, un problema no previsto era que toda vez que se perdía la conexión con el IBM-370, el cálculo era abruptamente terminado y toda la información se perdía. Para los cálculos de Patricio era imprescindible estar atento a lo que iba resultando. Eso fue un gran problema, sobre todo por el hecho que la Facultad pasó de ser un campus tranquilo, como una taza de leche, a una de las Facultades más fuertemente reprimidas por el régimen. El asedio in crescendo de carabineros, bombas lacrimógenas dentro del campus y balines, fueron lo cotidiano en los ‘80. Los cálculos resultaban más lentos pues los programas tenían que ser desarrollados a prueba de apagones, los que ocurría frecuentemente y en cualquier momento. Ya hacia fines de los ‘80 Patricio dirige su atención al estudio de sistemas granulares y física estadística, con una fuerte componente de cálculo computacional, situándolo entre los pioneros nacionales del cálculo numérico en física. Yo me ausenté del país desde septiembre de 1985. Eran momentos muy álgidos y adversos para la Escuela y la Universidad de Chile, con un decano impuesto por la dictadura. En aquellos momentos fue fundamental la cohesión entre los académicos del Departamento y de la Facultad, cosa que yo observaba permanentemente con visitas y conversaciones sobre la contingencia entre profesores en sus oficinas. Patricio se sumó muy activamente a colegas de aquél entonces para hacer frente a las imposiciones del régimen. Era un asunto vital y urgente. Yo no era académico en aquel momento, pero sí puedo afirmar que en más de alguna ocasión, y ante autoridades designadas de ese entonces, la valentía y lucidez de Patricio sorprendió a muchos. Ya a partir de los ‘90 Patricio se centra en docencia, formación de estudiantes y consolidación de sus líneas de investigación. Es director de tesis de varios estudiantes, muchos de los cuales también han consolidado sus carreras. Además, por el valor que siempre ha visto en la Universidad de Chile como institución referente en el país, fue senador en el Senado Universitario hasta el 2010. Estos últimos años Patricio ha puesto gran esmero en la depuración del material que ha escrito, los que desinteresadamente quiere compartir con quienes coexistimos en Beauchef. Dos de ellos son sus apuntes para estudiantes de mecánica y electromagnetismo, ya en formato de libros. El otro es un detallado relato en su página web de la historia del Departamento de Física, ordenado como un tapiz, con múltiples testimonios de quienes forjaron o han transitado por él. Mirando retrospectivamente, la presencia de Patricio en el Departamento ha dejado una valiosa huella humana y académica. Tengo vívidos nuestros almuerzos después de clases del mediodía, con ese alto tazón cerámico con té, ese inconfundible tazón de hace ya algún tiempo”. |
Laura Gallardo Klenner, académica Departamento de Geofísica FCFM, Universidad de Chile |
"Aparte de ser un profe (tipo) macanudo, has sido un académico trascendente. Uno que valientemente salió a defender la U y los Derechos Humanos cuando más difícil era. Uno que, sin parar, ha pensado la U y ha aportado a ella. Uno que trasciende a través de sus discípulos, creo que por la mejor de las pedagogías: el ejemplo, la consistencia y la coherencia. Un gran abrazo y el agradecimiento de la entonces chiquilla fascinada – por la hermosura de la física y el arte de pensar e imaginar– y de la hoy mujer que trata de seguir muchos de tus pasos entre nubes y forzantes climáticos (humanos y de los otros). ¡Qué bueno que la U te muestra su aprecio! Y los sistemas dinámicos siguen adelante con toda su turbulencia, como los vidrios que se comportan como los líquidos y fluyen…quizás más raudos y acelerados, quizás lentos…como tú, dejando huellas". |
Claudio Falcón Beas, académico Departamento de Física FCFM, Universidad de Chile |
"Creo que nunca falté a una clase del Pato. Si lo hice fue porque estaba enfermo o no estaba en Santiago. En Plan Común, sus clases siempre estaban más que llenas. Siempre. Recuerdo haber mirado las caras a mitad de semestre y no conocer a nadie, porque venían de otras secciones a aprender de él. Ya en licenciatura pude tomar ramos de especialidad con él, donde continuaba siendo el mismo profesor: cálido pero riguroso, dispuesto a responder todas las preguntas, energético y saltón como si tuviera un motor especial (uno que sólo él supiera como mantener cargado todo el día... quizá lo cargaba mientras corría subiendo las escaleras del edificio de Física). Sólo cuando volví al DFI como académico pude ver que su brillante faceta de profesor era sólo una parte de lo que hacía al Pato alguien admirable. Fue de los pioneros en Física en Chile, de esos que comenzaron a colaborar como pares con diferentes académicos (trabajó con Abdus Salam por si acaso) en diferentes partes del mundo (desde UCLA en USA hasta el ICTP en Trieste pasando por el CECAM en Francia). También fue de los que se plantearon organizar la Física en Chile, siendo desde Director del programa de Doctorado en Física en la Universidad hasta ser Presidente de la Sociedad Chilena de Física (y en dictadura ni más ni menos). Además fue de los que comprometían su tiempo y recursos para desarrollar la Facultad (formó, no sé cuantas veces, algún consejo de Evaluación o Calificación) y la Universidad (fue parte del primer Senado Universitario de nuestra Universidad, y por eso le pregunté muchas veces). Si no fuera poco, se dedicó a escribir libros (sí, libros, de esos que uno usa para estudiar) como petición/deseo de algunos de sus colegas (inclúyanme en ese lote). Creo que Pato recibe un reconocimiento merecido como Profesor Emérito de la Universidad. Y me alegra poder escribir estas líneas para decirle gracias". |
Rafael Correa Fontecilla, rector de la Universidad de O'Higgins, académico Departamento de Ingeniería Matemática FCFM, Universidad de Chile |
"No me voy a referir a la sobresaliente trayectoria científica de Patricio Cordero ni a su brillante carrera de formador de generaciones de ingenieros y físicos. En estas líneas voy a tratar de expresar lo esencial de lo que para mí fue este compañero de ruta de casi dos décadas de dictadura. Patricio se destacó desde 1973 como uno de los grandes defensores de la Universidad de Chile. En todos los debates de aquella época, en los que se discutía de la defensa de los valores universitarios y los derechos humanos, en constante y brutal amenaza, la voz de Patricio se imponía por su lucidez y convicción. A pesar de su alto nivel científico y del reconocimiento de todos a su valiente defensa de la Universidad, terminada la dictadura en ningún momento buscó el brillo y siguió guardando esa auténtica modestia de hombre sabio que siempre lo ha caracterizado. Fue un gran privilegio para mí, haber compartido ideales con unapersona de la estatura humana e intelectual de Patricio". |