Por primera vez la comunidad científica pudo estudiar galaxias formadas poco después del Big Bang y cuya luz fue emitida cuando el Universo tenía tan solo 780 millones de años gracias a observaciones realizadas con el radiotelescopio ALMA (Atacama Large Millimeter / Submillimeter Array).
Los datos obtenidos permitieron a un equipo internacional de astrónomos determinar que el gas en estas galaxias "recién nacidas" giraba en un movimiento de remolino, similar a lo que ocurre en la Vía Láctea y en otras galaxias formadas mucho más tarde en la historia del cosmos. Los investigadores también descubrieron que pese a su tamaño relativamente pequeño, estas galaxias estaban formando estrellas a un ritmo mayor que otras galaxias más jóvenes.
Valentino González, académico del Departamento de Astronomía de la FCFM y miembro del equipo investigador, explica que observar objetos que están a miles de millones de años luz de distancia nos permite mirar atrás en el tiempo y ver directamente la formación de las galaxias más tempranas. "Al inicio del Universo sólo hay un montón de gas formando estrellas y las cosas se mueven de forma aleatoria, más caótica. Pero el hecho de que estas dos galaxias parecieran ser un disco igual a nuestra Vía Láctea y ver el movimiento interno del gas que alimentó su crecimiento, nos dice que la dinámica de estas cosas es distinta: se ordenan y empiezan a rotar de esta forma ordenada mucho antes de lo que pensábamos", asegura.
La selección de las galaxias no fue al azar. Gracias al telescopio espacial Hubble ya se tenían algunos datos de estos objetos, como la distancia aproximada a la cual se encontraban. "Esta distancia es importante porque corresponde a una época en la cual el hidrógeno del Universo cambio de estado. Inicialmente el hidrógeno era neutro y rápidamente pasó a ser ionizado, entonces estudiar las galaxias de esa época es interesante", afirma.
Para los investigadores, los resultados fueron toda una sorpresa. "En realidad lo que esperábamos era ver unas galaxias muy desordenadas. Si uno mira simulaciones numéricas al principio todas las cosas son bien caóticas. Incluso cuando uno mira el universo local, galaxias que son muy pequeñas tienden a ser sistemas muy desordenados. Pero el hecho que hayamos observado estas dos galaxias que parecen ser un disco ordenado dando vueltas, quiere decir que existe algún otro mecanismo que junta el gas y lo hace formar galaxias que no habíamos considerado", explica.
Los resultados del estudio liderado por la Dra. Renske Smit, del Instituto Kavli de Cosmología (Universidad de Cambridge), ya están disponibles en el sitio web de Nature Astronomy. Además serán presentados en la 231ª reunión de la Sociedad Astronómica Americana.