La pandemia por coronavirus ha generado importantes cambios en el mundo. Uno de ellos tiene que ver con la interacción física entre las personas, contacto que ha debido reducirse al máximo para evitar la propagación del virus. No obstante, dadas las características de las sociedades, es uno de los aspectos más difíciles de cumplir.
Un equipo compuesto por estudiantes de quinto año de la carrera de Ingeniería Civil Industrial de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile se encuentra trabajando en el desarollo de "Social Distance Tracker", sistema de monitoreo que permitirá verificar el cumplimiento de esta normativa en recintos de salud.
El grupo, luego de recopilar información e identificar el problema, se dio cuenta de la necesidad que existía de implementar una propuesta que evitara contagios y reducción de equipo en los hospitales, producto de la falta de trazabilidad.
Para ello utilizarán beacons, un dispositivo transmisor que se utiliza para radiar una señal bluetooth, que será reportada tanto al portador como a una central de control; registrándose la distancia, tiempo e identidades de las interacciones que se den entre individuos.
Lo anterior se integrará con un software que permita la visualización y manejo de la información obtenida. Adicionalmente, al momento en que un miembro comience a presentar síntomas, cruzando la información recopilada dos semanas antes del suceso (periodo de incubación del Covid-19), se desplegará un mapa de trazabilidad que permita identificar aquellas personas con alto riesgo de contagio.
De esta forma, se enviarán únicamente a cuarentena aquellos funcionarios que estrictamente lo ameriten.
La propuesta, liderada por Pablo Farah Galdames y Lucas Murray Hidalgo, resultó ganadora del Premio Santander X en la convocatoria OpenBridge Covid-19, competencia organizada por Know Hub Chile, OpenBeauchef y Santander.
El equipo, además, cuenta con un mentor en desarrollo de modelo de optimización. Rol que cumple Oscar Carrasco Heine, Magíster en Gestión de Operaciones de la Universidad de Chile y candidato a Doctor en Gestión de Operaciones de la Universidad Católica de Leuven (UK, Bélgica).
Como colaboradores participan Alex Troncoso Stolzenbach, Diego Canales Rodríguez, Domingo Ramírez, Alex Sepúlveda de la Universidad Católica y Tecnología para la salud.
Romper con los paradigmas y la desmotivación
Cuando se implementaron las medidas restrictivas en el país, este grupo comenzó a cuestionarse que podían hacer como estudiantes, pues querían ayudar y no tenían claro cómo lo podían hacer. Fue así como, al enterarse de la convocatoria decidieron unirse para presentar su idea al concurso, resultando seleccionados.
De esta manera, no solo debatieron sobre su rol desde lo que ellos denominan 'su lugar de privilegios', sino que, además, se dieron cuenta del abanico de posibilidades con los que cuentan en la Facultad.
Esto, le ha permitido a Lucas Murray valorar aún más a sus compañeros.“He visto a compañeros hacer cosas gigantescas que cambian la forma en cómo nos relacionamos, y sentimos que este era nuestro momento también”, señaló.
Priorizar el factor humano
Pablo Farah, uno de los co-directores del proyecto, planteó que para ellos sería ideal poder llegar al final de este proceso pudiendo entregar estos equipos a precio de costo, idea que ha generado críticas y alabanzas por parte de los evaluadores.
“Nosotros no queremos que llegue un punto donde un hospital tenga que decidir si comprar mascarillas, comprar equipamiento médico o comprar nuestro sistema”, expresó el estudiante.