"El programa de decanato presentado en mi candidatura 2018 enfatizaba como ejes estratégicos el crecimiento, la innovación y la educación continua. Esta misión se vio cruzada por una realidad arrasadora: probablemente nunca había sido más evidente que el mundo externo afectó nuestros planes con sorprendentes eventos no imaginados ni planeados. La sociedad entró en un proceso de profundo cambio, y la pandemia nos sumió en una situación impensada. Estos eventos moldearon nuestras vidas durante todo este periodo, quizás para siempre. A pesar de que hemos mantenido nuestra visión estratégica inicial de largo plazo, hemos aprendido a ampliar nuestra mirada en otras direcciones horizontales". De esta forma, el decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), Francisco Martínez, repasó lo que fueron sus primeros cuatro años a la cabeza de esta unidad académica.
El discurso ocurrió en un momento especial y significativo: su investidura como decano para el período 2022-2026, luego de haber sido reelecto por la comunidad académica en las elecciones del pasado 2 de junio con el 61 por ciento de los votos. En la instancia, donde agradeció a quienes han trabajado con él en estos años y dio la bienvenida a todas y todos quienes se sumarán a su equipo, aprovechó de enumerar algunos de los avances alcanzados durante su gestión, como los logros en equidad de género, pueblos originarios, medio ambiente y otras temáticas actuales que todo el planeta, desde distintos contextos y esferas, ha debido enfrentar. También destacó hitos como el lanzamiento de tres nanosatélites al espacio y la construcción de un nuevo vehículo solar, Eolian, que viajó desde el norte al sur de Chile.
"Aparecen nuevas y antiguas necesidades que se filtran por los poros de la docencia, se inmiscuyen en los grupos de trabajo, empujan desde afuera y desde adentro nuestra comunidad para que les demos más atención. Son ahora parte de una rutina que estamos construyendo. Entiendo este panorama como un nuevo estadio de la sociedad. Es uno más maduro, donde se destapan tensiones previamente solapadas y emergen nuevos desafíos. Son parte de nuestro Chile, el que se asoma con prestancia al nuevo milenio, lleno de preguntas, pero decidido a ser un actor más relevante en la historia de la humanidad que en el pasado. Este nuevo Chile quiere ser más inclusivo, más justo y equitativo. Quiere que aprendamos a valorar nuestras capacidades, y creernos capaces", dijo, al tiempo que se declaró como un "optimista" ante el futuro.
En el acto, la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, invistió al decano y le entregó la medalla Andrés Bello, que lo distingue como tal. En su discurso, la máxima autoridad universitaria hizo un reconocimiento al "espíritu de Beauchef" –"mezcla de rigor y de coraje", pero también "rebelde y algo inconforme"– y señaló que su aporte es fundamental, sobre todo en un contexto histórico como el que transita Chile actualmente, como ya lo ha sido "en muchos sentidos y en distintos tiempos".
"Cuando Chile busca darse un orden nuevo, en el que prime el bien común por sobre el interés particular, y cuando como ciudadanía escogimos enfrentar este desafío de manera democrática y transparente –asegurando espacio a la participación de personas antes marginadas o excluidas, respetando la igualdad de género, el reconocimiento de nuestros pueblos originarios y de las diferentes diversidades–, tenemos que hacernos también las grandes preguntas en la Universidad. Para eso se requiere del espíritu riguroso, valiente, rebelde e inconforme de Beauchef", mencionó.
"¿Cómo vamos a honrar ese derecho a la educación superior? ¿Basta con lo que hacemos hoy? ¿Cómo vamos a participar en la consolidación de un sistema nacional de educación superior? ¿Cómo vamos a medir la calidad de la educación, ahora que se espera que los fines incluyan la construcción del bien común, la justicia social, el respeto de los derechos humanos y de la naturaleza, y los principios como la cooperación, la no discriminación, la inclusión, la justicia, la participación, la solidaridad, la interculturalidad, el enfoque de género y el pluralismo?", planteó. "La invitación es, entonces, a buscar ese orden nuevo en conjunto".
Así, la Rectora destacó que será fundamental asegurarse de que la diversidad que caracteriza a la Universidad de Chile, "que tanto valoramos y que con razón nos preocupamos de implementar y resguardar", sea interaccional. "La diversidad y la pluralidad solo tienen sentido si son interaccionales, si nos permiten mirarnos, reconocernos y entendernos a partir de las diferencias, construyendo un lenguaje común, y esto vale para las personas y para las instituciones. Por ello, nos esforzaremos por apoyar toda acción que contribuya a ese encuentro que necesitamos. Como equipo de Rectoría, estamos comprometidas a trabajar en estrecha relación con las unidades académicas, en el entendido que la Universidad la hacemos en conjunto y que nuestra responsabilidad es aprender constantemente de su labor para así apoyarla con efectividad. Por ello, estaremos junto a ustedes en estos esfuerzos", concluyó.
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