Cientos de computadoras, monitores, teclados e impresoras, además de decenas de metros de cables y baterías de auto, se recolectaron en tres días de Reciclatón e-waste en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. La sexta versión de la iniciativa marcó un nuevo récord de residuos electrónicos: 16,4 toneladas, que fueron entregadas a la Fundación Chilenter y a Recimat, para su reutilización o eliminación con seguridad.
“A diferencia de otros años, el éxito de esta versión se debe principalmente a una mayor articulación entre las diversas unidades académicas de la Universidad de Chile. Esta vez vimos muchísimos aportes desde distintas facultades e institutos de nuestra casa de estudios, como FACSO, Medicina, Derecho, el INTA, la Facultad de Comunicación e Imagen y distintas vicerrectorías. Esto también responde a cómo se está articulando la sustentabilidad a nivel central en la Universidad”, señala Pablo Garrido, jefe de la Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad de la FCFM.
“Esto definitivamente rompe todas las expectativas que teníamos para el evento. Partimos pensando que iban a llegar diez toneladas, esa era nuestra meta, sin embargo, llegaron 6,4 toneladas más de lo esperado y eso, definitivamente, marca el norte de lo comprometida que está la ciudadanía y lo comprometida que está la institución con la economía circular y con gestionar de manera adecuada los residuos electrónicos”, agrega.
Este año, el mayor aporte lo hicieron las distintas unidades de la Universidad de Chile, con un total de 11,2 toneladas, mientras las personas naturales, que llegaron desde diversas comunas de la Región Metropolitana, sumaron 2,1 toneladas de residuos electrónicos.
“Estamos felices con el excelente resultado de la Reciclatón, que este año nuevamente batió su propio récord. Eso se traduce en oficinas, bodegas y otros espacios que son recuperados, descartando los residuos electrónicos de manera segura”, señala la vicedecana de la FCFM, Marcela Munizaga.
“La Reciclatón es valorizar el ambiente, es un compromiso permanente de la comunidad de Beauchef. Nos dignifica como personas y profesionales al hacernos responsables de nuestros desechos. Es, también, un modo de formación para nuestros estudiantes”, agrega el decano Francisco Martínez.
Plan piloto
En esta versión, el laboratorio de fabricación digital de la FCFM, FabLab, invitó a participar en su primera Reparatón de pequeños electrodomésticos. El plan piloto incluyó a estudiantes, funcionarios/as y vecinos/as de la Facultad, quienes postularon para que sus dispositivos fueran evaluados por un equipo de voluntarios que realizaron reparaciones eléctricas y mecánicas.
“De las casi 40 postulaciones recibidas fueron seleccionados 18 objetos, como secadores de pelo, planchas, tostadoras, moledoras de café y soup makers. De estos, 14 fueron reparados. Los no reparados se debieron, en general, a que el diseño del electrodoméstico no tenía en consideración la reparabilidad. En algunos cabría incluso pensar que estaban diseñados con cierta obsolescencia programada”, señala Carmen Martín Rojas, coordinadora de Innovación para el Bienestar de FabLab.
Las reparaciones incluso incluyeron algunos casos en que se modelaron e imprimieron en 3D pequeñas piezas de electrodomésticos. El éxito de la primera versión servirá para proyectar un futuro evento con más capacidad de atención.
“Es importante señalar la labor que los estudiantes voluntarios realizaron, puesto que casi todas las reparaciones fueron llevadas a cabo por ellos: Gustavo Rivera, José Williams, Benjamín Santelices y Marcelo Gatica”, subraya Carmen Martín.
