La tecnología satelital hoy es esencial para una variedad de ámbitos que van más allá de la experimentación. Tener presencia en el espacio permite acceder a datos estratégicos para prevenir y gestionar las consecuencia de desastres naturales, por ejemplo, así como el monitoreo en la agricultura y la minería inteligente, entre otros.

Académicos/as e investigadores/as a cargo de los proyectos de investigación en ciencias espaciales, desarrollo, construcción y lanzamiento de satélites, manejo de datos espaciales, formación de recursos humanos especializados en tecnología espacial y divulgación científica estarán disponibles para responder las dudas del público, hasta el domingo 14.

“La tecnología satelital es clave, debido a su gran cobertura espacial y temporal. De hecho, los científicos hoy utilizan los datos satelitales para realizar reconstrucciones detalladas de sucesos catastróficos pasados (terremotos, tsunamis, remociones en masa, inundaciones, entre otros), pero también para analizar y vigilar continuamente zonas sensibles en busca de posibles riesgos geológicos”, explica Jaime Campos, académico del Departamento de Geofísica y director del Programa Riesgo Sísmico (PRS) de la U. de Chile.
El académico explica que el terremoto de magnitud 8.1 que afectó a Antofagasta en 1995, fue el primero de subducción en ser estudiado simultáneamente con datos satelitales y estaciones sismológicas en tierra, “lo que permitió dar un paso clave en la comprensión de los procesos de deformación de la corteza involucrados en la zona epicentral antes, durante y después de un gran terremoto de subducción”, sostiene. “Sin lugar a dudas, es un elemento central para el nuevo Sistema Nacional de Prevención y Reducción de Desastres que el país ha comenzado a implementar desde el 2022”, agrega.

Manejo de grandes cantidades de datos
Copernicus, el sistema europeo de observación de la Tierra, y el programa satelital más grande a nivel mundial, ofrece ofrece datos y servicios de acceso libre y gratuito, que proporcionan imágenes satelitales aplicadas en la agricultura, la minería, el urbanismo, la gestión de desastres, la protección del medio ambiente, entre otras.

“Los satélites de Copernicus poseen una órbita polar, es decir, poseen cobertura para el hemisferio sur y, además, generan sistemas de monitoreo con visitas periódicas. Estas características les permiten abarcar diferentes problemas de los que Chile no está exento, como son el cambio climático, la sequía, materias primas, entre otros. Por ello es tan relevante este acuerdo entre la Unión Europea y la Universidad de Chile, institución que lleva varios años impulsando un programa satelital desde su Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Este abarca muchas áreas en el ámbito satelital, y creo que es importante que haya un reconocimiento al trabajo que la Facultad viene haciendo, especialmente en iniciativas como la Fidae”, sostiene el investigador principal del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile y director científico de CopernicusLAC Chile, Jaime Ortega.
Durante toda esta semana, los académicos serán parte del equipo que estará recibiendo al público en el stand N° D42 (hall D) de la feria internacional.