Maibelin Rosales, doctora en Ciencias de la Ingeniería, mención ciencia de los materiales de la Universidad de Chile, disfruta de viajar, descubrir nuevas culturas y degustar la gastronomía del mundo, aunque su verdadera pasión es la nanotecnología y aportar desde la ciencia al desarrollo sostenible de la sociedad, observando la naturaleza. “Una flor tipo clavel, unas hojas otoñales, una rosa del desierto, unos tubos alargados, esferas tipo canicas y unos arbolitos de coliflor, son algunos de los nanomateriales con propiedades fisicoquímicas únicas, orientados a aplicaciones específicas, con los que ha trabajado un enfoque creativo y multidisciplinario para el desarrollo de su tesis”, afirma.
Su camino en el mundo de la ciencia comenzó en Venezuela, donde se tituló como ingeniera química, ahí partió su conocimiento e interés por el mundo de la nanotecnología. Esta fue su principal motivación para crecer como mujer en las ciencias, por lo que decidió iniciar sus estudios de postgrado en el Doctorado en Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Chile. “El programa de ciencia de materiales ofrecía una formación multidisciplinaria para desarrollar el conocimiento en el diseño y síntesis de nuevos materiales avanzados con propiedades mejoradas y adaptadas para diferentes aplicaciones, en mi caso el área medioambiental, específicamente, el tratamiento de aguas contaminadas, a través del diseño de nanomateriales impulsados por luz solar”, explica al detallar los aspectos que la hicieron elegir la Universidad de Chile.
Destaca, además, que la institución brinda una formación académica integral, basada en el conocimiento y la experimentación, “esto me permitió formarme como una investigadora independiente, capaz de proponer el desarrollo de nuevos nanomateriales soluciones científicas, tecnológicas e innovadoras, con los que pude abordar los desafíos que aporten a la sociedad y desarrollo del país, como la escasez hídrica y transición energética”, agregó Rosales.
Agregó, que el Doctorado cimentó las bases de su trabajo como investigadora, “me ha proporcionado los conocimientos y habilidades necesarios para generar proyectos científicos innovadores, tomando como base el desarrollo de materiales avanzados, para proponer soluciones tecnológicas que den respuesta a los desafíos ambientales”.
Ganadora del Concurso Internacional 3M
Al relatar cómo surgió la idea con la que resultó ganadora en el Concurso Internacional de 3M, que busca respuestas a problemas asociados al cambio climático, cuenta que “el premio de “25 Mujeres en la Ciencia” en Latinoamérica y Canadá de 3M, reconoce la generación de soluciones tecnológicas innovadoras y este año tuvo un enfoque especial en la sustentabilidad ambiental”.
El proyecto que lideró y fue ganador, representando a Chile, surgió de la necesidad de encontrar métodos sostenibles para generar energía limpia. Observar y caminar en la naturaleza, junto a su perro César, le ayudó a pensar en la propuesta, que se centró en el uso de la luz solar para activar nanomateriales diseñados para generar calor de forma autárquica y disociar el agua para producir hidrógeno verde (H2V) impulsados por energía solar.
Agregó que, “como se trata de una tecnología generada completamente por energía solar, su escalamiento contribuye a la industria del H2V, promueve la descarbonización y la lucha contra el cambio climático. A lo anterior, se suma que la elevada radiación solar de Chile y que el desarrollo de estos avances nanotecnológicos solares trabaja a favor de la transición energética basada en recursos naturales locales”, explica.
La mujer en la ciencia
A pesar de su juventud, recuerda su trayectoria con gran satisfacción e invita a sus compañeras de género a creer en sí mismas y afrontar los desafíos con convicción y confianza, “a las mujeres que están partiendo en el mundo de las ciencias, les diría que se atrevan a enfrentar el reto de ser pioneras, de convertirse en la primera mujer en crear o desarrollar nuevas líneas de investigación. Atreverse a seguir su pasión por la ciencia y enfrentar los desafíos con determinación y valentía”.
Al comentar la importancia del ingreso de las mujeres en la ciencia y definir su aporte a esta área del conocimiento, Maibelin aclara que como científica está enfocada en nanotecnología, “me esfuerzo por desafiar las expectativas y trascender las fronteras tradicionales entre disciplinas científicas para encontrar soluciones innovadoras a problemas urgentes de sustentabilidad ambiental, como la transición energética y la escasez hídrica”, comenta con orgullo.
Afirma comprender, como científica y como mujer que tiene un compromiso social, “creo que tenemos la responsabilidad crucial de convertir la magia de la investigación en soluciones tangibles para la sociedad”.
Al vislumbrar su futuro, lo ve como un aporte integral, aportando a la academia y a la industria, “ayudando a la transferencia de conocimientos y formación de profesionales, con la colaboración con la industria se puede aportar con soluciones desde el laboratorio hasta su implementación y aplicación práctica”.
Reconoce que, “nuestro trabajo como mujeres científicas no sólo busca avanzar en la ciencia, sino también inspirar a más mujeres, también invita a jóvenes y niñas a confiar en sus capacidades y habilidades para insertarse en estos campos de aplicación y ocupar espacios de liderazgo, ofreciendo aportes valiosos desde sus conocimientos para dejar un impacto científico duradero en el mundo”.
Por lo anterior, es fundamental visibilizar el trabajo investigativo y los aportes tecnológicos de las mujeres en la ciencia, ya que, en una sociedad sin referentes femeninos en el ámbito científico, difícilmente las nuevas generaciones pensarán que pueden llegar a ese ámbito.