El vértigo de los tiempos actuales, en los que las innovaciones tecnológicas invaden nuestra vida para hacerla más "eficiente", muchas veces no permite que nos detengamos a preguntarnos por qué y cómo hemos llegado donde estamos, y si aquello realmente nos satisface y hace felices. Pareciera que la reflexión no constituye parte de la ecuación que nos conduce a la innovación y a una vida mejor.
Sin embargo, hace seis décadas, el entonces decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, el ingeniero Enrique d’Etigny -en el marco de conversaciones con otros académicos de la época, que venían dándose desde 1959- comprendió, de manera visionaria, que el desarrollo de la ciencia y la tecnología necesariamente debía ir de la mano con la reflexión crítica. Efectivamente, en este contexto, se otorgó un rol fundamental a la filosofía y, en general, se reconocieron los aportes de otras disciplinas al conocimiento, incluyendo las artes, donde la racionalidad se enriquece y conjuga con las percepciones, emociones y sentimientos. Esta visión se asemeja mucho a lo que hoy entendemos por "transdisciplina". En efecto, a través de ésta el conocimiento se busca de una "nueva manera", donde las distintas disciplinas confluyen en un campo de conocimiento, como lo es la "ciencia, tecnología y sociedad", pero donde también aparece la interculturalidad y se otorga un papel relevante a la intuición, el imaginario y la sensibilidad, entre otros (Paoli-Bolio, 2019).
Por cierto, esta visión -muy adelantada para su época- impulsó al antes mencionado decano a fundar en 1964 el "Centro de Estudios Humanísticos" (CEH) con el filósofo Roberto Torretti a la cabeza, de modo de complementar la formación científico-tecnológica de los estudiantes de la FCFM con cursos de Filosofía, Historia, Literatura, Arte e Idiomas. Sin embargo, pronto el CEH fue más que docencia y en 1972 dio paso a lo que se conociera como el Departamento de Estudios Humanísticos (DEH). El contexto histórico incidió en que la nueva institucionalidad tendiera a la especialización, con el desarrollo de licenciaturas en Filosofía, Historia y Literatura y, más adelante, un plan de Bachillerato en Estudios Latinoamericanos; en tanto, la FCFM reclamaba su propia especificidad en el ámbito de las ciencias exactas y la tecnología. En 2005, con la reducción del Departamento de Estudios Humanísticos a un área docente de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, que pasaría a conocerse como Área de Humanidades, parecía que las disciplinas humanísticas perderían importancia en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, tal como ha estado en la discusión pública en los últimos tiempos. Sin embargo, muy por el contrario, al insertarse la docencia de las humanidades en la escuela donde se forman a profesionales de las ingenierías, así como a personas dedicadas a las ciencias físicas y matemáticas, aquellas disciplinas se reconocen como necesarias para la formación de los/as mencionados/as profesionales y científicos/as.
Es más, con el correr de los años, dicha área docente diversifica la formación que ofrece a distintos ámbitos del conocimiento, otorgando especial importancia a las intersecciones con las ciencias exactas y las tecnologías. Se constituyen así equipos docentes multidisciplinarios, que ofrecen diferentes miradas a las temáticas abordadas en los cursos. De esta forma, en el año 2018 se reconoce que el nombre de "Área de Humanidades”"no da cuenta de la riqueza formativa de esta unidad y su nombre es reemplazado por "Estudios Transversales en Humanidades para las Ingenierías y Ciencias" (ETHICS).
Hoy esta área entiende su misión como "contribuir al desarrollo integral de los/as estudiantes a través de la formación y la extensión en el ámbito de las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Artes en los planes de estudio que imparte la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, de modo de aportar a la formación ética, al pensamiento crítico y sistémico y al quehacer de su comunidad desde una perspectiva inter y transdisciplinaria, con sustento en la reflexión y en la investigación en torno a las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad" (ETHICS, 2021). Asimismo, a modo de visión, quiere constituirse "como un espacio de reflexión e investigación que busca favorecer, por medio del diálogo inter y transdisciplinario, el encuentro de las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Artes, de una parte, y las Tecnologías y las Ciencias Exactas y/o Naturales, de otra, sustentando de este modo la formación y las diversas iniciativas que confluyen en ETHICS, y que se ponen a disposición de la FCFM y de la comunidad en general vinculada con ella" (ETHICS, 2021).
Cabe destacar que, en el ámbito docente, se "busca propiciar en los y las estudiantes la capacidad de reflexión y análisis de los problemas de la sociedad contemporánea en relación con el ejercicio de su profesión, de modo que aporten al mejoramiento de la vida de las personas y su entorno, con una actitud abierta e inclusiva, que otorgue sentido a su quehacer profesional" (ETHICS, 2021). Es decir, se busca aquella reflexión de la cual hablamos en un comienzo y que impacta directamente al estudiantado, que ve en esta área una oportunidad para aprender cosas que no necesariamente ven en otras asignaturas, mientras las y los docentes resaltan cómo estos cursos contribuyen a formar a personas más íntegras en sus futuras labores (Díaz Cepeda, 2022).
En síntesis, actualmente ETHICS retorna a lo que fuera el proyecto original del CEH: una instancia formativa que trasciende los compartimentos estancos de las distintas disciplinas científicas y tecnológicas; pero también enriquece dicho proyecto, a través de la transdisciplina y la interculturalidad, estimulando -asimismo- el pensamiento crítico y sistémico, como también la formación ética. La importancia de esta última se refleja en el surgimiento de una nueva unidad dentro del área: la Unidad de Ética, que más allá de los cursos de ética que ofrecen desde ETHICS, aporta directamente a otras áreas docentes y departamentos de la FCFM. Asimismo, aparte de las instancias formativas, ETHICS ha tenido un desarrollo robusto en términos de extensión, a través de cátedras abiertas, coloquios, seminarios, mesas redondas y similares, pero también a partir de publicaciones. En efecto, ETHICS publica desde 2018 los Cuadernos de Beauchef, primero de manera anual y desde 2020 semestral, donde precisamente se trata de publicar textos que den cuenta de las interrelaciones entre ciencia, tecnología y cultura. Por otra parte, desde 2021, se abre la posibilidad para docentes de ETHICS y de la FCFM de publicar libros en la Colección de ETHICS. Por cierto, todo ello además de las publicaciones del cuerpo docente en otras instancias, donde su aporte siempre es reconocido y bien acogido. De este modo, las humanidades, las ciencias sociales y las artes están presentes en la formación y las actividades de extensión de la FCFM. En tal sentido, nuestra Facultad ha sido pionera a nivel internacional, abriendo un camino que recién hace muy poco han comenzado a transitar facultades similares de Chile y otras partes del mundo. Estamos convencidos/as que los desafíos globales y locales ameritan miradas amplias, entrecruzadas, complejas... Abandonar este camino sería desconocer nuestra historia y dar la espalda a los desafíos y oportunidades del presente y del futuro.