Las facultades de Medicina (FM) y de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) han decidido emprender juntas un nuevo desafío con la creación de una iniciativa interdisciplinaria —inaugurada el 10 de septiembre de 2024— que convoca las capacidades tecnológicas de la ingeniería, y el conocimiento y experiencia de la medicina para la formación y el desarrollo de soluciones innovadoras a problemas en esta área. Su nombre: Iniciativa Ingeniería y Salud.
El martes 21 de enero del presente año, se realizó la primera reunión de su directorio, constituido por un grupo académico de cinco integrantes de cada facultad, incluyendo las altas autoridades de las dos instituciones. Con este hito concluye la etapa de creación de este proyecto, liderado por el vicedecano de la FM, Prof. Juan Pablo Torres, y el director de Vinculación Externa de la FCFM, Prof. Luis Vargas. Además, el directorio está compuesto por los académicos/as Andrés Couve, Steffen Hartel y Claudio Tapia por la FM, y Ziomara Gerdtzen, Héctor ramírez y Leonardo Basso por la FCFM.
Asimismo, el directorio nombró un equipo ejecutivo liderado por la vicedecana de la FCFM y el vicedecano de la FM, constituido además por dos coordinadoras con funciones ejecutivas. También se acordó trabajar en un Estatuto de la iniciativa que defina su misión y visión durante el semestre otoño 2025, incluyendo el nombre definitivo para esta iniciativa.
Siendo decanos de ambas facultades, consideramos que esta es una colaboración de grandes proyecciones a mediano y largo plazo, tanto para la Universidad como para todo el país, porque tiene un claro campo de acción al abordar la diversidad de desafíos en salud identificados en los campos clínicos y en los departamentos de la Facultad de Medicina. Este proyecto colaborativo apunta a soluciones innovadoras, fruto de la integración entre el conocimiento fundamental y el aplicado de ambas unidades. Así, se constituye un espacio desafiante intelectual y tecnológico, donde las aplicaciones de inteligencia artificial y robótica —entre otras tecnologías innovadoras— pueden aportar grandes avances. En esta línea, concordamos en desarrollar programas docentes en todos los niveles —pregrado, postgrado y educación continua— para proveer al país de una nueva generación de profesionales que tengan las capacidades necesarias para aportar al desarrollo de una medicina de alta tecnología e innovación, apuntando a los grandes desafíos país en salud.
Es nuestra visión que esta nueva forma orgánica que integran ambas facultades es también una importante innovación organizacional en la Universidad de Chile, que puede servir de ejemplo para futuras iniciativas.