Bajo el lema “Celebramos nuestra historia y construimos el futuro”, el Departamento de Ciencias de la Computación (DCC) realizó, el pasado 10 de octubre en el Campus Beauchef, la ceremonia de aniversario de sus cinco décadas, la cual reunió a autoridades universitarias, a las comunidades académica, funcionaria, estudiantil y egresada del DCC, y los fundadores de la unidad: Fernando Silva, José Pino, Alfredo Piquer y Patricio Poblete. La actividad contó con la presencia de la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, el decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), Francisco Martínez, y el director del DCC, Aidan Hogan, junto a invitados e invitadas especiales que fueron parte del recorrido histórico del departamento.
Además de la ceremonia central, el evento incluyó exposiciones sobre los principales hitos del DCC y presentaciones de proyectos actuales liderados por sus investigadores e investigadoras. Centros y unidades asociadas —como el Instituto Milenio Fundamentos de los Datos (IMFD), el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), la Iniciativa de Datos e Inteligencia Artificial (IDIA) de la FCFM y la Corporación Niñas Pro— participaron con stands que mostraron el dinamismo y alcance actual del Departamento.
En la ocasión, la rectora Rosa Devés destacó la relevancia del DCC en la historia de la institución y en la transformación digital del país: “Ha sido un día emocionante, donde se ve toda la fuerza de la inteligencia, pero también toda la fuerza de la voluntad de hacer algo nuevo y algo importante que parte con jóvenes, en ese momento completamente visionarios, revolucionarios y que logran construir este gran departamento que hoy sirve tanto a Chile”.
Un árbol fuerte y joven
El director del DCC, Aidan Hogan, inició su discurso con una metáfora que marcó el tono de la jornada: “Hoy en día, el DCC es un árbol fuerte y joven, listo para dar más frutos y seguir creciendo”.
En su intervención, rindió homenaje a los fundadores y a toda la comunidad que ha formado parte de la historia del departamento. También, reflexionó sobre el rol del DCC —junto con colegas del NIC, de la universidad, y de los sectores públicos y privados— en la adopción y desarrollo de tecnologías que hoy forman parte de la vida cotidiana: “El DCC ha sido protagonista en el desarrollo y adopción nacional de tecnologías tan grandes que hoy las damos por sentadas”.
Sin embargo, expresó que “no hay rosas sin espinas”, refiriéndose a que, en el contexto global, la computación de hoy está marcada por contradicciones. Por ejemplo, afirmó: “Las redes sociales nos conectan de una forma sin precedentes, pero mediante la desinformación, las burbujas, la polarización, los bots, también nos dividen de una forma sin precedentes”.
En su intervención destacó las contribuciones del DCC a temas país, tal como fue la participación de académicos y académicas en las discusiones de las nuevas leyes de ciberseguridad y protección de datos personales.
Al finalizar su intervención, afirmó que “la computación ha transformado el mundo, y lo va a seguir transformando. Estamos todavía en sus inicios”. En esa línea, subrayó la importancia de que Chile forje su propio camino tecnológico: “El desafío es que el país pueda definir su futuro con la computación, y no siempre a la zaga de las grandes tecnologías que llegan del hemisferio norte. Aunque queda mucho por hacer, soy optimista sobre el futuro de la computación en Chile y el futuro de Chile con la computación”.
Desafíos para el futuro
Por su parte, el decano de la FCFM, Francisco Martínez, vinculó la historia del DCC con la misión universitaria de aportar al desarrollo nacional. “La historia del DCC es una versión de la historia de la Universidad de Chile, porque sembró la primera semilla de la que han surgido frutos en todo el país”, afirmó.
El decano también reflexionó sobre los desafíos que enfrenta la humanidad frente a la velocidad del cambio tecnológico: “Vivimos una época en que los avances nos superan. Tenemos que repensarnos para enfrentar este tremendo desafío. Pero donde hay desafíos, hay vida y hay construcción. Y el DCC, con su espíritu innovador y su coraje, seguirá siendo clave en ese camino”.