Beauchef Proyecta es una iniciativa del proyecto Ingeniería y Ciencias 2030 de la FCFM, que financió -con $1.200.000- el proyecto multidisciplinario del primer prototipo de impresora 3D de concreto propuesto por estudiantes que desarrollaron un proyecto multidisciplinario.
En este contexto, el coordinador de Beauchef Proyecta, Rodrigo Chi, cuenta que se escogieron tres proyectos para esta primera versión de programa, siendo esta la primera memoria finalizada por los estudiantes. “Este es un proyecto pionero porque es muy poco lo que se ha hecho en Latinoamérica sobre este tipo de impresión 3D. Este es el primer modelo a baja escala y está pensado para obras más pequeñas”.
Este proyecto será un gran aporte para el área de la ingeniería civil nacional, ya que da pie para continuar con investigaciones vinculadas a las distintas formas de construcción existentes.
Los estudiantes César Salazar de Ingeniería Mecánica, Paulo Sandoval de Ingeniería en Computación y Hugo Reyes de Ingeniería Civil, optaron por este tipo de memoria para su título porque los motivaba desarrollar algo diferente donde pudiesen aprender de otras disciplinas y en una temática más ligada a la innovación, porque “así funciona el trabajo en la vida real, con muchos profesionales de distintas áreas”, concuerdan los tres beauchefianos.
César Salazar fue el encargado de diseñar la estructura y construir la impresora 3D, tarea que no fue fácil ya que no hay antecedentes previos de realización de impresoras similares. “Busqué antecedentes de casos nacionales e internacionales y encontré impresoras 3D a partir del 2014 en adelante. En Chile existe un modelo que imprime paredes que después en el lugar de trabajo se deben montar, por lo tanto, no cabe dentro de la definición de una impresora 3D de Concreto”.
Una vez construida la estructura y máquina de impresión 3D, una parte importante fue el desarrollo del software que se utilizaría para su funcionamiento, labores a cargo del Ingeniero en Computación, Paulo Sandoval: “Trabajé investigando un algoritmo que sirviera para verificar la impresión 3D. Además, aporté con conocimientos técnicos para montar los motores. Tuve que abordar la comunicación entre los distintos software de impresión y la impresora”.
Con la estructura armada y el software adecuado, Hugo Reyes tuvo que poner en práctica sus conocimientos de Ingeniería Civil para lograr la mezcla de cemento adecuada a utilizar en la Impresora 3D de Concreto. “En este proyecto usamos un hormigón que es bastante particular debido a sus características, porque hubo que estudiar las propiedades de fluidez del material, que se pueda endurecer y formar en capas, entre otras variantes”.
Beneficios de la multidisciplina
Sobre la experiencia de realizar un trabajo de título en conjunto, los tres coinciden en que aprendieron a resolver problemas complejos, a manejar presupuestos y a trabajar en equipo y bajo presión. “Lo que me dejó este trabajo multidisciplinario fue tener la oportunidad de conocer sobre nuevos elementos de manufactura, de materiales y tecnología. Además, nociones básicas de construcción y diseño” agrega César Salazar.
En línea con lo anterior, Rodrigo Chi sostiene que la opción de realizar una memoria multidisciplinaria representa lo que viene para el futuro, ya que “gracias al aporte y la perspectiva de varias personas con distintos conocimientos, se pueden lograr proyectos muy interesantes en poco tiempo”.
Finalmente, una vez que estén titulados los tres estudiantes que crearon el primer prototipo de impresora 3D de concreto, esta máquina quedará disponible en el FabLab U. de Chile, con la idea de que otros estudiantes puedan seguir mejorando sus funciones.
