La actividad científica afecta el modo en que las personas viven y trabajan. En un entorno altamente globalizado, la ciencia se ha convertido en una actividad fundamentalmente colectiva y abierta, sustentada en redes científicas nacionales e internacionales. Asistimos a una revolución en el modo de hacer ciencia: antes era una actividad fundamentalmente individual y hacia adentro de los laboratorios, bibliotecas y talleres; hoy en día es una actividad colectiva, abierta, desarrollada a través de redes científicas, que comparten equipamientos, datos y resultados en dinámicas circulares de colaboración.
Como resultado de estos cambios la investigación científica en colaboración internacional se intensifica a escala global, de la mano de la movilidad o migración de investigadores y estudiantes de postgrado. En este sentido, ser inmigrante y estudiante de postgrado es una combinación y un requisito permanente. En efecto, la internacionalización de los programas de postgrado es considerada hoy como un componente esencial de su calidad, especialmente en los doctorados. Como afirma Hudzik (2011), a nivel global se percibe que "la internacionalización es un imperativo institucional en la educación superior y no solo una posibilidad deseable".
En este escenario, los programas doctorales son espacios en los que se crean redes de colaboración científica, nacionales e internacionales. Entendiendo esto, la Universidad de Chile constituye el sistema más sólido a nivel nacional, con programas de amplia diversidad disciplinaria y solidez investigativa; transformándose en los últimos años en un polo de atracción para estudiantes internacionales, particularmente de América Latina, que aspiran a desarrollar su formación de postgrado en el país. Así, entre 2011 y 2016, la matrícula de estudiantes internacionales en la Universidad ha oscilado entre el 11 y el 12%, de los cuales casi el 90% tiene origen latinoamericano y provienen, sobre todo, de países como Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y Panamá. Esta consolidación ha sido posible mediante la participación activa en ferias educativas internacionales que mantienen a la Universidad de Chile en el circuito mundial y especialmente latinoamericano, así como en la forma de co-tutelas para estudiantes de programas doctorales que amplían el espectro de temas a perseguir por nuestros estudiantes como contribuyen a la generación de redes de colaboración.
No obstante, mantenerse como un foco atractivo de desarrollo, nos desafía a su vez a responder creativa y eficazmente a las condiciones planteadas por la actual globalización, cautelando la coherencia con los criterios de calidad, pertinencia y equidad en que son impartidos los programas, así como avanzando en la calidad de los vínculos con instituciones externas a la Universidad de Chile y el estándar de vida dentro y fuera del campus de nuestros estudiantes extranjeros.
Como parte de este desafío, la Escuela de Postgrado de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) organizó un segundo conversatorio moderado por Claudia Rodríguez Seeger, Coordinadora del Área de Humanidades de la FCFM, quien presentó los resultados de un estudio que realizó con estudiantes extranjeros en Chile "Estudiantes de Postgrado Extranjeros en Santiago de Chile: ¿Brain gain’ en una ciudad de clase mundial?".
Uno de los temas que más causó inquietud entre los asistentes fue cuando se mostraron los resultados del estudio respecto a los obstáculos para concretar la migración. Los principales problemas para migrar son financiamiento para los estudios y problemas de visa. La opinión generalizada de los estudiantes extranjeros que participaron del conversatorio, es que Chile es un buen destino para perfeccionarse profesionalmente, pero en sus políticas de migración no se han preocupado de facilitar estos trámites a las personas que vienen a realizar algún programa de postgrado. Por ejemplo, la visa de estudiantes no les permita trabajar, en consideración a que un porcentaje de las personas que llegan al país no cuentan con beca de estudios y deben autofinanciarse.
Del mismo modo, una vez instalados en Chile, un desafío que deben enfrentar es intentar conciliar la vida familiar con los estudios. En el caso de los estudiantes que son padres/madres, deben principalmente gestionar el cuidado de los hijos menores.
Para la Escuela de Postgrado es un valor atraer y mantener a estudiantes con talento académico, en un contexto de igualdad de oportunidades, además de valorar la multiculturalidad. Este conversatorio fija el inicio de un trabajo en conjunto con instancias gubernamentales, que permita resolver las distintas problemáticas que enfrentan los estudiantes extranjeros de postgrado de la FCFM.
Richard Weber
Director
Escuela de Postgrado y Educación Continua
