Fomentar el aprendizaje activo del idioma español pero de una forma entretenida y sin estrés, fue la propuesta realizada por el primer “Summer School: Spanish Immersion Course for Foreigners (Summer School de inmersión al español para extranjeros)” organizado por la Subdirección de Relaciones Internacionales de la Dirección de Vinculación Externa en conjunto con el Área de Idiomas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile.
La iniciativa, orientada a estudiantes de intercambio e investigadores postdoctorales, tuvo como objetivo entregar habilidades de comunicación inicial para resolver problemas cotidianos, además de fomentar el aprendizaje activo a través de actividades lúdicas como ir de compras, comer en un restaurante y visitar lugares turísticos.
Para Pilar Mai, coordinadora académica del Área de Idiomas este tipo cursos permite fortalecer la movilidad de los estudiantes, tanto nacionales como extranjeros. “Si queremos que nuestros propios estudiantes viajen al extranjero y tengan enriquecedoras experiencias académicas, debemos sentar las bases para que exista un aparataje interno que pueda recibir a los y las estudiantes de otros países y brindarles la acogida necesaria, con un curso de español que les permita comunicarse de manera efectiva, a través de la enseñanza y aprendizaje de la lengua extranjera en contraste con el español peninsular. Esto permite formar redes entre los mismos estudiantes y las respectivas universidades de origen”, asegura.
Jeanne Vidal es investigadora postdoctoral del Departamento de Geología desde noviembre pasado, y aunque había estudiado español en el colegio y estuvo en México durante dos meses, afirma que el idioma en nuestro país es muy distinto. “Estudié un poco pero en Francia no tenía amigos para practicarlo y aquí el español es muy distinto. En mi unidad me contaron del curso y quise inscribirme porque estaré en Chile por tres años. Me gustó mucho el material que nos han entregado y los profesores tienen mucha imaginación para desarrollar los contenidos. Además, las actividades fuera del aula son entretenidas y funcionan muy bien”, explica.
Jaime Rojas es profesor del Área de Idiomas y participó en el Summer School. “Este es un grupo muy interesante, muy diverso, y aunque no tienen todos exactamente el mismo nivel, se complementan muy bien. Creo que los estudiantes han apreciado que salgamos de la rutina de la sala de clases, que se les ofrezcan actividades novedosas e interesantes y que complementan las unidades y contenidos que estamos viendo. Y aunque utilizamos español estándar para enseñar, hay partes en las que se les explica el “español de Chile”, que es distinto al español-castellano que muchos de ellos habían estudiado en sus países y están sorprendidos de que no tiene nada que ver con el idioma de nuestro país. Entonces, les explicamos el léxico chileno y la realidad cultural, y ese es también el objetivo de las salidas a terreno a restaurantes, ferias y lugares turísticos, donde tienen que aplicar el contenido teórico de la sala de clases”, afirma.
Desde la organización del curso, el foco estuvo puesto en concretar una iniciativa que venía desarrollándose desde el año pasado y que gracias a un trabajo coordinado con el Área de Idiomas tuvo su primera realización. “Nuestro objetivo es seguir haciendo estos cursos porque lo mínimo que podemos ofrecer a los extranjeros que nos visitan y que realizarán una estadía de varios meses o años en nuestro país es que conozcan nuestra lengua y nuestra cultura. La idea es que también nuestros estudiantes puedan sumarse en un formato que permita el intercambio cultural sin tener que tomar un avión. Todos nos internacionalizamos, todos ganamos”, agrega Viviana Ruiz, subdirectora de Relaciones Internacionales.
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