Hace exactamente 54 años, la humanidad celebró el hito histórico del aterrizaje del Apollo 11 en la superficie de la Luna. Desde entonces, esta fecha ha sido motivo de conmemoración y reflexión sobre los logros de la exploración espacial. En este aniversario, se mira hacia el pasado con admiración, pero también con la vista puesta en el futuro, ya que una nueva misión busca llevar a los seres humanos, una vez más, a nuestro satélite natural.
El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong se convirtió en el primer ser humano en caminar sobre la Luna, ocasión en que pronunció las famosas palabras: "Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad". Junto a él, Buzz Aldrin también descendió a la superficie lunar, mientras Michael Collins orbitaba en la nave espacial. Los esfuerzos del equipo detrás de este logro allanaron el camino para avances significativos en la tecnología espacial, la ciencia y la ingeniería, y demostraron que los límites de la exploración humana se pueden superar.
José Maza, profesor del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999, destaca que esta fue una verdadera epopeya que cambió el rumbo de la humanidad. “Como muchas cosas, a uno de repente le parece increíble el tiempo que ha pasado de algo que uno recuerda haberlo vivido ayer. A mí me cuesta trabajo pensar que fue hace ya más de 50 años cuando Neil Armstrong caminó por la Luna. Esa es la primera sensación. Esto no es como cualquier hito mediático que se vuelve irrelevante en el corto plazo, esto es algo para la época, para hoy y para un siglo o dos siglos más. Esto es como el viaje de Colón a América. El primer ser humano que salió del planeta y que llegó a otro lugar es un hito histórico. Y creo que no se le ha dado la dimensión adecuada”, comenta.
“Ir a la Luna, a 384 mil kilómetros de distancia, en un momento en que la tecnología no lo permitía. No había electrónica, no había computadoras, no había nada. Tuvieron que inventarlo todo. Esto es como el dicho de Carlos Dittborn, ‘porque no tenemos nada queremos hacerlo todo’, eso fue lo que hizo la NASA, y lo hizo todo sin tener nada, porque tenía la voluntad de llegar a este cuerpo celeste. Un lindo ejemplo que ojalá en Chile lo entendiéramos. Tenemos que proponemos a hacer cosas de las cuales no seamos capaces hoy, pero que con un esfuerzo enorme seamos capaces de lograrlo. Esa es la moraleja que deja este viaje”, agrega.
De acuerdo a la astrofísica chilena, Mónica Rubio, profesora del Departamento de Astronomía de la FCFM de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Ciencias Exactas 2021, en la proeza original se unió la esencia exploradora del ser humano y el apoyo gubernamental a la ciencia, la tecnología y la innovación. “Para la humanidad, como dijo Neil Armstrong, fue un salto importante y tiene que ver con el espíritu explorador que el ser humano siempre ha tenido. Desde los inicios de los pueblos, salían a explorar nuevas cosas y esta curiosidad que tienen los seres humanos por el conocimiento y que ahora lo desarrollan de una forma más sistemática los científicos en las distintas áreas. Entonces, sin duda, fue un paso muy definitivo, muy importante para la humanidad el haber partido y tomado la decisión de querer ir a la Luna”, dice la profesora.
En estos proyectos tan ambiciosos y pioneros es fundamental la inversión en ciencia, tecnología e innovación, así como el apoyo político. “Esa decisión tomada por Estados Unidos en ese momento refleja la importancia que un país le da al desarrollo científico y tecnológico, y al apoyo sostenido para lograr todas estas hazañas. Porque realmente era una hazaña y se pusieron todos los recursos para poder hacer los desarrollos tecnológicos, hacer las pruebas, hacer todo lo que era necesario hacer en el proyecto, contando con todo el apoyo de recursos, con la capacidad del talento humano y el desarrollo tecnológico que había a la fecha. Así que es un logro muy importante”, plantea la profesora Rubio.
De la Luna hacia destinos aún más lejanos
Nuevas misiones se están preparando para llevar a los seres humanos de regreso a la Luna y más allá. Agencias espaciales de todo el mundo, incluyendo la NASA y la ESA, están colaborando para hacer realidad este sueño. Una de las misiones más emocionantes en desarrollo es Artemis, liderada por la NASA, que tiene como objetivo llevar a la primera mujer y al próximo hombre a la Luna para el año 2024. Esta misión será la primera de una serie de exploraciones sostenibles que allanarán el camino para una presencia humana de largo plazo en este satélite natural y para futuras misiones a Marte. De cerca compiten nuevos países, como China e India.
“Ahora el interés de la humanidad está concentrado en ir a Marte, pero se dan cuenta que hoy día ir a Marte es casi tan complejo como hace 50 años era ir a la Luna. Entonces, ahora quieren ir a este satélite como una estación de paso. Como una manera de hacer un ensayo general. Si yo voy a ir con un cierto traje, con ciertos elementos a Marte, voy primero a la Luna y pruebo que estos elementos funcionen bien. Si funcionan bien en la Luna, van a funcionar en Marte. Entonces, ahora el interés es volver a la Luna teniendo a Marte como objetivo final”, asegura el profesor Maza.
La profesora Rubio coincide en que el interés hoy es conquistar otros mundos. “Estamos en una nueva era. Por supuesto que esta idea de volver a la Luna tiene que ver más bien con esta posibilidad, nuevamente con este deseo de aventura de la humanidad, que ahora busca colonizar el resto de los planetas o, por lo menos, el planeta más cercano. Y para lograrlo tiene que tener una base intermedia y el otro cuerpo celeste más cercano donde esto se puede realizar es la Luna”, plantea.
Pero también destaca la posibilidad de poder desarrollar otros proyectos en la superficie de la Luna. Algunos de ellos consisten en instalar un radiotelescopio para investigar el universo, usando la misma Luna como escudo de la radiación de la Tierra, por ejemplo, o el hecho de poder experimentar con cómo lograr tener una colonia que pueda ser autosustentable, producir agua y alimentos, así como producir metano o elementos de energía. “Entonces es muy ambicioso lo que se puede lograr en el futuro”, señala la profesora Rubio.
Es una nueva carrera espacial. A los competidores originales, Rusia (en ese entonces, Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas) y Estados Unidos, hoy se suman nuevos competidores en la conquista del espacio como Canadá, China e India. “Hay varios países que están interesados en poder también llegar a la Luna próximamente. Se ha abierto todo el tema espacial de nuevo. Hay mucho interés en lo que es el dominio del espacio actualmente, así que todo esto conlleva nuevo desarrollo tecnológico y, por supuesto, los científicos tratando de proponer qué experimentos o qué estudios se pueden hacer al respecto, porque no es tan simple llevar a una persona a vivir a la Luna y por eso las experiencias primero en Tierra”, dice la académica.
Entre estos ensayos, están las simulaciones que está haciendo Estados Unidos con un grupo de personas que van a tener que vivir en condiciones similares a las que se supone que podría ser una estructura en la Luna y ver cómo se comporta el ser humano, pensando en llevar seres humanos. Ahora, llevar robots es otra línea de pensamiento. Robots más avanzados que los Rover de Marte.
El profesor Maza especifica que es China quien en la próxima década dominará el espacio. “Hoy día tenemos una superpotencia vigente, Estados Unidos, pero una superpotencia emergente que es China. China quiere llegar a Marte y quisiera llegar antes que Estados Unidos, pero Estados Unidos no quiere perder la carrera de ir a Marte. Y ahora Estados Unidos está empezando a ponerle fichas a la NASA para que vaya a Marte. Porque si China gana esa carrera significa que Estados Unidos va a pasar a ser una potencia de segunda clase, como ya le pasó a Inglaterra hace un siglo atrás”, afirma. Por otra parte, advierte que “la carrera en el mediano y largo plazo la va a ganar China sin ninguna duda. Entonces, de nuevo se está usando el espacio como una demostración de fuerza”.
Mujeres en la Luna
En la misión Artemis están consideradas astronautas mujeres, abriendo la posibilidad a que el próximo ser humano que pise la Luna sea una mujer. Esta participación femenina viene a recordar que la primera persona en el espacio fue una mujer y la historia de la carrera espacial ha sido forjada también por científicas e investigadoras.
“Estoy muy contenta de que se haya escogido a una mujer dentro del grupo de la misión Artemis II, como una de las tripulantes para ir a orbitar este astro. Tenemos que recordar que la primera astronauta también fue mujer: Valentina Tereshkova, la cosmonauta rusa, en 1963; y la estadounidense Sally Ride, en 1983. Entonces, también hubo mujeres astronautas que fueron pioneras, pero no había habido ninguna dentro de toda la misión Apolo que fueron a la Luna que llegara hasta allá. Ahora espero y tengo la esperanza de que dentro de la tripulación que vaya en el Artemis 3, 4 o 5, que es cuando ya van a descender a la Luna también vaya una mujer”, comenta la profesora Mónica Rubio.
La nueva carrera espacial necesitará de científicas y científicos de todo el mundo. En este sentido, la astrofísica hace una invitación a los próximos talentos. “Invitar a todas las niñas, niños y mujeres jóvenes que piensen dedicarse a alguna carrera que tenga que ver con ciencia o con tecnología, porque el talento no tiene género y, por lo tanto, si ese es el interés y tienen las capacidades y el talento, que sigan ese interés, porque no va a haber nada que las pueda detener”, señala. “Invito también a todas las personas a detenerse un momento, dejar de mirar hacia el suelo y mirar hacia arriba, para poder disfrutar a simple vista de las estrellas y la Luna, sobre todo ahora que está de aniversario”, agrega.