Con la presencia de altas autoridades de la Universidad de Chile, el Ministerio de Minería, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Codelco y Corfo, como también representantes de todo el ecosistema minero, el Advanced Mining Technology Center (AMTC), centro de investigación en tecnología para la minería de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, realizó este miércoles el acto de celebración de sus 15 años de existencia.
Creado en 2009, el AMTC tiene como objetivo generar, en Chile, tecnología de clase mundial para la industria minera nacional y del extranjero. Mediante un equipo multidisciplinario de 174 investigadoras e investigadores, el Centro ha creado innovaciones para toda la cadena de valor minero, teniendo en foco hacer de la minería una actividad moderna y responsable con las personas y con el medioambiente.
Ante más de 160 personas que se congregaron en el auditorio Enrique d´Etigny Lyon de la FFCFM, los discursos inaugurales fueron iniciados por la ministra de Minería, Aurora Williams, quien destacó a la academia como fuente del conocimiento que permite el desarrollo del sector minero. “¿Cómo vamos a proyectar la minería de los próximos 50 años? Con innovación. Y probablemente el desarrollo tecnológico y de innovación debe venir desde la academia, que es el espacio de desarrollo intelectual más importante”, sostuvo. “Son estos centros (de investigación) los que van a resolver los grandes desafíos que enfrenta la industria minera: cómo ser más sustentables, cómo abordar desafíos medioambientales y sociales”, agregó.
Por su parte, la directora nacional de la ANID, Alejandra Pizarro, ensalzó los logros del AMTC en materia de investigación científica, como sus 950 artículos publicados a nivel nacional e internacional, más de 300 proyectos con la industria minera y más de 230 proyectos adjudicatarios de fondos concursables (como Fondecyt y Fondef). “Esto no es sencillo de lograr. Por lo tanto, estamos muy orgullosos de acompañar al AMTC en esta celebración y en sus próximos 15 años. Para nosotros, como Agencia, vemos con esto que la política pública de financiamiento de centros tiene cuerpo, tiene rostro, impacto y futuro. Estoy segura de que, con la solidez del Centro y el impacto de su desarrollo, va a tener un desempeño tan notable como el que ha tenido hasta ahora. Y en realidad contamos con eso”.
En su discurso, la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, también elogió la trayectoria del AMTC. “Cuando uno se hace la pregunta sobre qué tiene que defender la Universidad de Chile, una de las respuestas es el AMTC, en el sentido de una universidad que es capaz de generar conocimiento para aplicarlo y contribuir al desarrollo, generando un espacio para la formación y vínculo con otros centros institucionales en Chile y en el mundo". La máxima autoridad universitaria también agradeció el trabajo de las y los integrantes de este centro "que tiene mucha importancia para Chile, ya que se relaciona con la soberanía intelectual del país y, finalmente, con la democracia"
15 años de trabajo y colaboración
A continuación, el director ejecutivo del AMTC, Javier Ruiz del Solar, hizo un repaso por los principales hitos de este centro, como la construcción del edificio que hoy lo alberga, los primeros softwares licenciados, el acuerdo de colaboración con el Ministerio de Minería en 2015, la reciente asociación con la Universidad de Antofagasta y las patentes de innovaciones como -por ejemplo- el sistema de navegación y carguío autónomos para cargadores frontales que se usan en minería subterránea.
El académico destacó, además, la importancia de los trabajos colaborativos con empresas proveedoras mineras y tecnológicas, universidades y otros centros de investigación como parte de su misión. “Si queremos un ecosistema de innovación robusto, todas estas instituciones deben ser sanas. No podemos tener una minería de clase mundial sin tener investigación ni colaboradores en el país. Chile realmente va a tener minería de clase mundial cuando tengamos proveedores de clase mundial y centros de investigación de clase mundial”, concluyó.
El académico presentó dio también el portafolio tecnológico del AMTC, consistente hoy en 28 proyectos en distintos grados de avance. “Cada uno de estos proyectos toma en promedio unos diez años y unas tres a cinco personas que trabajan continuamente en él. Y aquí no funciona el paradigma tradicional de un profesor trabajando con sus estudiantes. Para poder generar tecnología se requieren equipos de investigación con dedicación completa. ¿Quién puede financiar esto? ¿Existe un instrumento estatal que lo haga? Solo conozco uno, y es el programa de financiamiento de la ANID para centros basales”.
Asimismo, señaló que “tener un ecosistema minero robusto es un beneficio para todos. Nosotros queremos seguir aportando, apoyando la articulación y generando nuevas alianzas estratégicas. En 2022 éramos un Centro solo de la Universidad de Chile y ahora estamos junto a la Universidad de Antofagasta. Queremos seguir abriendo las puertas de nuestro Centro para continuar trabajando con otras instituciones”, finalizó el director ejecutivo del AMTC.
Durante la jornada inaugural, el gerente corporativo de Innovación y Tecnología de Codelco, Felipe Lagno, presentó la política de innovación abierta de la empresa, la cual mantiene con el AMTC un convenio marco para proveer de soluciones tecnológicas desarrolladas localmente. Lagno destacó el actual trabajo de Codelco en forjar colaboraciones con universidades y centros de investigación externos para la búsqueda de soluciones tecnológicas innovadoras que resuelvan los desafíos que la compañía (y, por extensión, la minería del cobre) enfrenta. En ese sentido, puso de relevancia que la actual política de Codelco pasará de apoyar proyectos de ciencia básica a respaldar proyectos de ciencia aplicada, para enfocar de forma más directa la relación de la academia y el mundo de la I+D con la industria minera.
El desafío de aumentar el I+D en Chile
Tras las presentaciones se desarrolló el panel de discusión “Tecnología sustentable para la minería made in Chile”, moderado por Alejandra Molina, gerenta general de Minnovex. Además, esta instancia estuvo conformada por la subdirectora de centros ANID, Nicole Ehrenfeld; la directora de ENAMI, Nancy Pérez; el subdirector AMTC, Humberto Estay, el gerente de Asuntos Estratégicos de CORFO, Claudio Maggi, y el gerente corporativo de Innovación y Tecnología de Codelco, Felipe Lagno. La discusión se centró en responder cómo aumentar los niveles de I+D de nuestro país.
En la instancia, la representante de la ANID, Nicole Ehrenfeld, se refirió a la poca cantidad de I+D que se realiza en Chile. “Tiene que ver con la baja demanda. En el ecosistema nacional hay aversión al riesgo. Las empresas dicen ‘¿Por qué no adquirimos algo que ya fue probado en otra parte? ¿Por qué tenemos que probar algo nuevo aquí?’. Las empresas no quieren invertir en innovaciones que no tienen certezas de que se va a convertir en un producto comercial. Pero eso está cambiando. Centros como el AMTC han sido clave para que esas interacciones vayan disminuyendo y que todos en el ecosistema nos demos cuenta de que es necesario hacer más innovaciones en Chile”.
Por su parte, Claudio Maggi resaltó tres elementos que, a su juicio, tiene el ecosistema de innovación y que se han trabajado simultáneamente: “Capacidades, conexiones y desafíos que activan demandas específicas. No podemos ser voluntaristas y esperar que en el corto plazo haya cambios mayores. Pero vamos por esa ruta y hay que se consistentes: mejorando capacidades, articulaciones y desafíos y, desde el lado público, asignando recursos para abordar esos desafíos”.
Nancy Pérez apuntó a la manera en que el ecosistema de innovación chileno puede ir madurando: “Si bien la aversión al riesgo es un problema, también lo es la colaboración. Si bien cada uno de los nodos debe ser de excelencia, también las relaciones entre los distintos actores deben ser fluidas y de confianza. Generar un ecosistema es vernos como sistema y que cada uno de nosotros somos importantes”.
En esta línea, Felipe Lagno hizo hincapié en la necesidad de que la industria minera defina mejor sus necesidades: “Mientras las soluciones tecnológicos estén alineadas con las necesidades de la industria, hay más probabilidades de que tengamos estos charters internos que apoyen proyectos que pueden durar dos o tres años”. También expresó que se necesita más formación y atracción de capital humano avanzado: “Nos faltan doctores y magísteres en ciencias de la ingeniería. En Australia hay diez o quince doctores por tonelada de mineral. Nosotros tenemos menos de uno dentro de las compañías. El capital humano con capacidad de hacer investigación dentro de las empresas es muy bajo.”
Por su parte, el subdirector del AMTC destacó el modelo flexible de colaboración que el AMTC tiene con sus stakeholders, “que permite que nos vean con confianza para trabajar en el desarrollo de la tecnología, pero esa confianza debe verse reflejada en los resultados que el AMTC ha presentado con alto nivel y rigurosidad”.
Agregó que se necesita ir más allá del financiamiento por parte de la industria para proyectos o soluciones inmediatas: “Debemos ser capaces de ofrecer desafíos globales de largo plazo que sean interesantes para las empresas mineras. En ese sentido también hay que cambiar el tipo de financiamiento. En general el timing de una industria, por razones obvias, se maneja a corto plazo que a veces no es coherente con el mediano y largo plazo que nosotros miramos. Financiamiento por uno o dos años no es sustentable para un centro, por lo que ojalá podamos generar en conjunto desafíos, más que proyectos, de cinco o diez años, de forma de ir reduciendo el riesgo. Y en el AMTC tenemos el desafío de adaptar nuestro modelo de asociatividad para acelerar el desarrollo de proyectos”.
El evento concluyó con la mirada común de las y los panelistas acerca de la necesidad de fomentar y apoyar, desde el sector público y el privado, las innovaciones tecnológicas hechas en Chile, como también la necesaria sinergia entre las universidades e iniciativas como el Instituto Tecnológico del Litio, como modelo para la industria en general.