La escuela como nodo social y corredor biológico: refugios, ciencia y ficción especulativa para la reparación con comunidades de La Pintana y Noviciado (Pudahuel); y Relatos que Derriban Muros: Literatura que trasciende la memoria de recintos carcelarios son las dos iniciativas postuladas desde la FCFM que se adjudicaron el Fondo Valentín Letelier en su decimotercera versión. Organizado por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, el FVL nace en 2010 con el objetivo de financiar proyectos transdisciplinarios que potencien el rol público de la universidad y la vinculación con el medio.
La convocatoria 2023 apuntó a financiar proyectos que se hagan cargo del acontecer nacional con un enfoque de memoria, derechos humanos, democracia y participación. Bajo el lema “Vinculación para la democracia: Construyendo comunidad” el equipo coordinador premió a siete iniciativas de las 49 que postularon. Tres de estos proyectos fueron seleccionados en Etapa Avanzada, y recibieron un máximo de CLP $6.000.000, y cuatro en Etapa Inicial, quienes recibieron un máximo de CLP $8.000.000.
“En primer lugar, la adjudicación de los FVL permite materializar los proyectos, es decir, permite hacerlos realidad. En segundo lugar, los estudiantes involucrados ven a la Universidad como un vehículo eficaz para canalizar su vocación de servicio y hacia las comunidades”, afirmó el ingeniero civil electricista y director de Vinculación Externa FCFM, Luis Vargas.
Desde el área de Vinculación con el Medio de la FCFM, destacaron la importancia de que este tipo de iniciativas triestamentales sean impulsadas desde la facultad. “Sin duda significa un gran avance, en donde las ciencias y la ingeniería se involucran en el desarrollo de proyectos desde la interdisciplina, manteniendo el compromiso de la Universidad de Chile con el desarrollo del país y sus territorios”, mencionó el Coordinador de Vinculación con el Medio FCFM, Carlos Muñoz.
Pensar el país del futuro
“Creemos que estos vínculos son parte fundamental del quehacer de la universidad pública. Se potencia el rol de extensión a comunidades que por distancia se encuentran alejados de algunas unidades lo que dificulta su acceso a la divulgación artística y científica”, afirmó la académica del departamento de Ingeniería Civil Mecánica y parte del proyecto ganador en Etapa Inicial: La escuela como nodo social y corredor biológico: refugios, ciencia y ficción especulativa para la reparación con comunidades de La Pintana y Noviciado (Pudahuel), Mónica Zamora.
La propuesta multidisciplinaria consiste en acompañar un proceso de instalación y observación en el medio natural del Liceo Ciudad de Brasilia ubicado en la comuna de Pudahuel y el Centro Educacional Municipal Mariano Latorre de La Pintana. El proceso de acompañamiento se llevará a cabo a través de talleres artísticos, científicos y de escritura, que tendrán cómo objetivo involucrar la observación del medio, la perspectiva de los distintos seres vivos, las características de biomateriales y sus construcciones, y la generación de hipótesis.
Parte clave del proyecto viene de la experiencia de la Unidad de Educación del Museo de Arte Contemporáneo (EducaMAC), que ha trabajado talleres en otros espacios educativos en conjunto al Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE). Además, cuenta con la colaboración del Campus Antumapu de la Universidad de Chile, en el área de la agroecología y los recursos naturales. “En esta ocasión, nos sumamos desde la FCFM con el desafío de aportar en divulgación científica, construcción e instrumentación, tanto desde el Departamento de Ingeniería Mecánica como del FabLab”, afirmó la académica.
Sobre la decisión de trabajar con los liceos, Mónica Zamora explicó que “desde un punto logístico, fue porque pertenecen al programa PACE, por lo que este proyecto nos permite ahondar en dicha vinculación e involucrar a otras unidades de la universidad. Además, ambos liceos se ubican en áreas periféricas de Santiago, estigmatizadas por problemáticas ligadas a basurales, y por suelos deteriorados o utilizados con fines industriales. Nuestro proyecto busca reflexionar sobre el concepto de regeneración a diferentes escalas al instalar una intervención y observar sus efectos en el medio”.
El equipo comenzó a gestionar la coordinación con ambos liceos en enero de este año y se espera que el proyecto inicie el próximo mes de mayo. El trabajo se desarrollará durante todo el año lectivo escolar y concluirá a finales del 2024.
A esta iniciativa se suma, Relatos que Derriban Muros: Literatura que trasciende la memoria de recintos carcelarios, que se adjudicó el FVL en Etapa Avanzada. El proyecto consiste en realizar talleres de lectura y escritura a personas privadas de libertad de cuatro centros penitenciarios de Santiago, para desarrollar distintas habilidades e inspirar a los participantes a escribir sus propias historias. Posteriormente, el equipo recopilará los relatos en un libro que promueva la reflexión sobre los contextos carcelarios y los derechos humanos en Chile.
Proyecto Reinserción es la organización estudiantil detrás de esta propuesta. La agrupación nace en 2015 al alero de un curso de la carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile con el objetivo de entregar oportunidades a las personas que están o han pasado por el sistema penal. Es en el año 2018 que se adjudican el FVL en Etapa Inicial con el proyecto Derribando Muros: Experiencias de involucramiento universitario en contextos carcelarios, para elaborar un documental basado en las experiencias de vinculación entre miembros de la comunidad universitaria y personas privadas de libertad.
“Las instituciones de educación superior deben ser lugares donde se piense el país del futuro. En ese sentido, el tema seguridad, justicia e inclusión social son materias que nos tienen que convocar. El sólo hecho de reflexionar sobre la cuestión carcelaria, los derechos humanos y las posibilidades de reinserción es en sí un gran paso. Además, en ingeniería tenemos la posibilidad de aportar con enfoques rigurosos para la prevención del delito y a la creación de nuevas oportunidades tanto desde lo público, como desde las organizaciones privadas”, afirmó la estudiante de Ingeniería Civil Industrial de quinto año y parte del equipo, Sonya Jipoulou.
Durante el desarrollo de talleres de Fomento Lector junto al Plan de Bibliotecas en Recintos Penitenciarios del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, surge el interés de la agrupación en postular a la última versión del Fondo Valentín Letelier y dar continuidad a este trabajo. “Recibimos el apoyo de académicos y funcionarios en asesoría metodológica para la postulación. Es interesante encontrarse en estos nuevos contextos con los docentes, ya no cómo alguien te evalúa, sino, como alguien con quien estás construyendo algo conjunto, por un propósito común”, agregó la estudiante.
Actualmente, el equipo triestamental detrás de este proyecto está reclutando voluntarias y voluntarios talleristas capaces de acompañar y guiar las actividades de lectoescritura a partir del mes de mayo.
Una gran oportunidad
Reintegrando Humedales es un proyecto triestamental iniciado por estudiantes de la FCFM que se adjudicó el FVL en 2021. Los participantes de esta iniciativa, que ayuda a la reconexión de las comunidades con sus humedales a través de la educación y las artes; y trabaja en la restauración de estos ecosistemas por medio del desarrollo de tecnologías e investigaciones al servicio de los territorios, afirman que adjudicarse este fondo fue de gran ayuda en el desarrollo de su proyecto.
“El fondo nos ayudó a desarrollar todas esas ideas que habíamos validado con la comunidad y nos permitió tener las credenciales necesarias para ser un actor más dentro de esta y entrar en el mapa de organizaciones medioambientales. Indudablemente los recursos que entrega el fondo son un gran impulsor, al igual que las redes de contactos y las alianzas que se pueden generar estando en el ecosistema”, afirmó uno de los líderes del proyecto y estudiante de Ingeniería Civil Hidráulica, Sanitaria y Ambiental, Matías Fuentes.
En este marco, el estudiante resalta la importancia de que las ingenierías estén a disposición de las necesidades de los territorios. “La Ingeniería Civil como disciplina, al estar inmersa en un contexto que está compuesto por dimensiones sociales, culturales, económicas, ecosistémicas y políticas, no se puede disociar de estos factores. La ingeniería civil, y en particular los profesionales que trabajan en proyectos hidráulicos, sanitarios y ambientales, se deben vincular constantemente con las comunidades en las que su trabajo va a tener un impacto; ya sea una represa, un sistema de tratamiento de agua, una evaluación de impacto ambiental de un proyecto, un estudio de contaminantes emergentes en un cuerpo de agua. Todas estas labores requieren construir soluciones que conversen y representen a la comunidad, sus intereses y su visión”, recalcó.
La agrupación se encuentra trabajando actualmente en el Humedal Urbano de Quilicura, también conocido como Küla Kura, en conjunto a distintos actores locales.