Más de 18 millones de personas fueron afectadas en el reciente apagón, el mayor de los últimos 15 años, evento que se encuentra en plena auditoría para identificar todas las aristas del origen de esta falla.
A una semana de esa falla en el sistema eléctrico nacional, el Centro de Energía de la Universidad de Chile organizó este seminario para abrir espacios de diálogos que permitan analizar antecedentes teóricos y técnicos, así como realizar un diagnóstico preliminar y extraer aprendizajes del reciente apagón general en el país. Este encuentro contó además con el patrocinio del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), del Solar Energy Research Center (SERC Chile) y del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la FCFM - U. de Chile.
Con el salón Domeyko de Casa Central de la U. de Chile lleno y alrededor de 800 personas conectadas a la transmisión en vivo por streaming, el decano de la FCFM, Francisco Martínez, dio las palabras de bienvenida, agradeciendo “el alto interés por participar y conocer las miradas desde la ciencias, las ingenierías y la tecnología de las complejidades inherentes al tema de las energías limpias y poder avanzar en la construcción de un sistema resiliente, con una mirada positiva, junto con reflexiones interesantes y profundas”.
Dependencia a la energía eléctrica de alta calidad
El seminario partió con la presentación de Patricio Mendoza, subdirector del Centro de Energía de la U. de Chile y académico del Departamento de Ingeniería Civil Eléctrica, quien entregó un panorama de casos emblemáticos, nacionales e internacionales de apagones, identificando causas, número de personas impactadas, duración de los cortes de luz y cómo ha evolucionado la respuesta de la sociedad en los distintos eventos que evocó en una línea del tiempo desde 1965 al presente.
Patricio Mendoza expuso las categorías que ofrece la literatura de las causas que pueden provocar una crisis en el sector eléctrico, entre aquellas que son programadas (por insuficiencia del sistema eléctrico que obligan a desconectar sectores iluminados de manera programada) y las accidentales (climas extremos que impactan al sistema, terremotos, errores de software, errores de monitoreo, entre otros).
“Las sociedades actuales son muy dependientes de la electricidad”, advirtió Patricio Mendoza y expresó que “hemos aprendido mucho de apagones pasados”. El académico mencionó que los desafíos que nos imponen las experiencias del pasado apuntan a desarrollos de mejores estrategias de emergencia y modelos de simulación, incorporación de tecnología y reemplazo de equipos en los tiempos adecuados.
Rodrigo Moreno, académico del Departamento de Ingeniería Civil Eléctrica especializado en economía y resiliencia de sistemas sustentables de energía, estuvo a cargo de la segunda presentación del seminario, donde expuso los hitos levantados a la fecha sobre la crisis, el impacto y las medidas tomadas, frente al evento del 25 de febrero en Chile. 
“El apagón no solamente tiene un componente eléctrico, sino también impactos en nuestra vida cotidiana (…) produciendo trastornos también a sistemas de transporte, de salud, agua, comunicaciones, minería, eventos masivos, por mencionar algunos (…) esto nos lleva a una reflexión de la dependencia de nuestra sociedad a esta energía y de la alta calidad de ella que se requiere. Claramente esto va mucho más allá de lo eléctrico”, expresó Rodrigo Moreno,
Luego de repasar con gran detalle técnico los errores identificados a la fecha en el apagón del 25 de febrero y la bitácora de acciones implementadas a lo largo del país para la reposición completa, Rodrigo Moreno opinó que “el evento nos enseñó algo importante: la necesidad de diseñar planes y mecanismos para probar esos planes”, poniendo el acento en el desarrollo de modelos de simulación más complejos para anticipar diversidad de riesgos posibles y corregir protocolos y estándares de calidad.
Potencial de Chile en energías renovables
El seminario continuó con el análisis de investigadores y actores de los gremios del sistema eléctrico, quienes coincidieron en distintos temas, entre los cuales se reiteró la valorización de las energías renovables y el llamado a continuar con la implementación de esta transición para potenciar la capacidad de Chile de producir energías renovables de mejor calidad.
Por otro lado, también hubo coincidencia en la necesidad de mejoras del sistema de respuestas a emergencias y protocolos como una prioridad que no puede nublar el desarrollo de energías renovables.
El panel de expertos, moderado por Luis Vargas, director de Vinculación Externa de la FCFM, contó con la participación de Claudia Rahmann, directora del Departamento de Ingeniería Civil Eléctrica e integrante del Centro de Energía; Rodrigo Palma, académico del Departamento de Ingeniería Civil Eléctrica e investigador del Centro de Energía; Darío Morales, director ejecutivo de ACESOL; Carlos Suazo, director de SPEC; Ana Lía Rojas, directora ejecutiva ACERA ; y Javier Bustos, director ejecutivo de ACENOR.
Claudia Rahmann (DIE) opinó que el aprendizaje del reciente apagón es la necesidad de “aprender a anticiparnos. Debemos repensar las medidas preventivas y correctivas” del sistema. La académica expresó que esta crisis nos ofrece una oportunidad de cuestionarnos qué sistema queremos para el país.
Carlos Suazo (SPEC) advirtió que el Plan de Emergencia estará recién implementado en su totalidad el año 2027 y que le preocupa que las inspiraciones de ese protocolo, el cual fue elaborado en el año 2019, no esté actualizado.
Rodrigo Palma (Centro de Energía) opinó que Chile cuenta con buenos ingenieros expertos en estas materias, pero que es importante contar con un liderazgo que aúne a la academia, a las empresas y los planes de gobierno. Señaló estar "convencido de que Chile tiene un futuro brillante en materia de energía renovable, pero que es necesario mejorar el diseño institucional de este sistema y la capacidad técnica". Desde el punto de vista de mejoras académicas, Palma opinó que le parece adecuado que la formación de expertos introyecte de manera más profunda el valor de los estándares que deben cumplir los modelos de producción de producción de energías y especialmente de los modelos preventivos.
Ana Lía Rojas (ACERA) también se sumó a la preocupación por la situación de que Chile tiene un Plan de Defensa que no esté aprobado e implementado a la fecha. En el contexto político, Ana Lía Rojas opinó que es necesario actualizar nuestra regulación del sistema eléctrico y lo mismo con los plazos máximos de implementación.
Puso en la mesa la necesidad de mejorar la experiencia de comunicación con los tomadores de decisión y las habilidades de transmitir las urgencias y soluciones viables. Desestimó que el espacio que el Congreso le da expertos/as para exponer a las/los parlamentarios cuando son convocados a declarar, fueran suficientes para poner en valor las urgencias de este tema en cuestión (2 minutos, sostuvo, fue lo que tuvo ella para estos efectos). Advirtió que esta forma de interactuar entre políticos y expertos favorece la toma de decisiones desinformadas, haciendo un llamado a los políticos a ser cuidadosos con los anuncios de soluciones que entregan a la ciudadanía a horas del evento, sin comprender la totalidad del sistema en cuestión.
Darío Morales (ACESOL) expuso que “no tenemos claro los niveles de confiabilidad del sistema y si lo que obtenemos es lo que estamos pagando” y le pareció clave tener una modelación de la realidad de calidad y crear un diseño basado en riesgos.
Javier Bustos (ACENOR) se sumó a la importancia de estar alineados entre los distintos agentes que participan del sistema nacional eléctrico, de manera de poder actuar de manera robusta y eficiente ante una crisis, y así asegurar un suministro seguro y a precios competitivos.
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