Un poco de Historia
Ante un período de profunda revisión y análisis del currículum y de metodologías docentes, el cual desembocó en un cambio curricular el año 2007, se creó el Área de Desarrollo Docente (ADD). Esta nueva área se encargaría principalmente de asesorar a los académicos en la implementación de nuevas metodologías docentes y de acompañar los procesos de construcción de las mallas curriculares, siguiendo el modelo orientado por competencias. Previo a su creación se examinaron, visitaron, e invitaron numerosos centros de enseñanza y aprendizaje en los Estados Unidos. El equipo inicial contó con media jornada de un ingeniero encargado tanto de la coordinación como de los nuevos lineamientos y una asesora curricular jornada completa.
Durante los años sucesivos, el ADD se consolidó como un organismo técnico asesor encargado de promover una docencia de excelencia, fomentando la mejora continua en los procesos de enseñanza, destacando en su quehacer la organización de talleres con expertos, la asesoría pedagógica y la formación de profesores auxiliares y ayudantes. Su dotación creció en torno a financiamiento ligado a proyectos, alcanzando el año 2015 un total de 12 profesionales en el contexto de la implementación de un proyecto MECESUP que finalizó en diciembre del mismo año. En paralelo, el nivel central de la Universidad de Chile también articuló el inicio de una red de unidades de enseñanza y aprendizaje que se han instalado progresivamente en las diferentes unidades académicas y campus de la Universidad. La FCFM corresponde a una de las unidades pioneras en estos esfuerzos , siguiendo lineamientos autónomos del resto de la red. Otros centros en la Universidad tuvieron diferentes desarrollos. Notable es el caso del Centro de Enseñanza y Aprendizaje (CEA) de la Facultad de Economía y Negocios (FEN), el cual alcanzó un numeroso equipo y un gran dinamismo en cuanto a programas ofrecidos y material producido.
El año 2014 se creó el Área de Gestión Curricular, diferenciando esta labor del ADD e integrándola en la Subdirección de Gestión Docente, lo que permitió al ADD focalizarse plenamente en los desafíos que impone la implementación y evaluación de innovaciones y procesos de mejoramiento de la docencia. A partir del 2015, y como parte del plan estratégico de la FCFM que posteriormente se tradujo en el programa Corfo “Una Nueva Ingeniería para el 2030” (adjudicado el 2014), se propuso un plan de fortalecimiento del ADD con miras a consolidar e institucionalizar su función como un dispositivo que con su quehacer colabora para el mejoramiento de la formación de los futuros ingenieros y científicos del país. Con este nuevo impulso se redefinieron los objetivos del área para poner énfasis en los estudiantes como foco activo del aprendizaje y se cambió su estructura de dependencia, integrándola también a la Subdirección de Gestión Docente, de manera de potenciar su relación con los departamentos que componen la Facultad y facilitar y estrechar su interacción con los procesos de gestión docente y curricular. Además, se asignó por primera vez una coordinación de jornada completa. Esta nueva etapa marca un cambio en una visión del área desde una unidad especializada en servicios de mejoramiento docente hacia una apreciación más estratégica de su quehacer.
Finalmente y como reflejo de las modificaciones realizadas en su misión y con el fin de acercarse aún más a los estudiantes, se cambió su nombre a Área para el Aprendizaje de Ingeniería y Ciencias (A2IC). Los cambios de nombre no son triviales en educación superior. Por años estuvo la idea de denominar la unidad como centro de enseñanza y aprendizaje, como son conocidas la mayoría de las unidades similares internacionalmente. Sin embargo, en la FCFM y en la Universidad, la palabra “centro” está fuertemente asociada a unidades de investigación con grandes líneas de financiamiento y un grado importante de autonomía en su gestión. De ahí que la elección de área fuese la adoptada.
En este contexto, a partir del año 2016, el A2IC emerge como un área institucionalizada, con un equipo de profesionales estable que forma parte y trabaja de manera articulada con las diversas unidades que conforman la Escuela de Ingeniería y Ciencias. Su misión es fomentar, desarrollar y evaluar estrategias innovadoras que contribuyan a que las aspiraciones declaradas en el Modelo Educativo y los planes formativos de la Facultad se concreten en los procesos de enseñanza y aprendizaje, con los académicos y estudiantes como colaboradores activos y promoviendo una cultura que valora la diversidad, la creatividad y el mejoramiento continuo.