Tres satélites principales, SUCHAI 2, SUCHAI 3 y PLANTSAT, más dos pequeñas unidades denominadas femtosatélites que serán desplegados desde el SUCHAI 3, componen este sistema que operará como una constelación, en una primera etapa, y luego pasará a conformar un enjambre.
Se trata de la primera experiencia desarrollada por un grupo de civiles en el país, que permitirá dar un salto en el Programa Espacial de la Universidad de Chile hacia una tecnología y mediciones de ambientes espaciales más sofisticados, y el aprendizaje de la coordinación y comunicación de este sistema de 5 vehículos espaciales, que serán lanzados al espacio en el primer semestre de 2022.
Como constelación, los 5 satélites mantendrán su formación en el tiempo y tendrán un funcionamiento como un sistema. Luego de completar esta operación y recoger los aprendizajes en materia de comunicación de datos entre ellos y hacia la Tierra, pasarán a convertirse en un enjambre: un conjunto de satélites que pueden compartir objetivos, pero sin una formación fija en su órbita.
A nivel de ciencia espacial y desarrollo tecnológico, estos tres satélites principales tienen semejanzas en su construcción y volumen, y cuentan con dispositivos que se replican en cada uno. No obstante, cada uno de ellos lleva una misión específica:
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Un Programa Espacial nacional que ofrece autonomía
"Con este hito la ingeniería local demuestra, una vez más, sus capacidades, ofreciendo al país autonomía para observar la tierra y para realizar proyectos de innovación en el espacio. Esta tecnología amplía nuestros horizontes haciéndonos partícipes del desarrollo avanzado en materia satelital", destaca el decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Francisco Martínez.
Por su parte, el investigador responsable, Marcos Díaz, pone el acento en las capacidades nacionales para trabajar en la continuidad de un programa espacial, con sus derivados en el aprendizaje. "Esta es la continuidad de un programa, es una línea temporal intencionada de desarrollo espacial. Nuestro objetivo es tener y presentar desafíos importantes a las personas que estamos formando para que adquieran habilidades relevantes y sofisticadas para abordar los problemas que tenemos en el país, y en el ámbito espacial tenemos muchos de esos desafíos", indica.
"Como programa buscamos que sea integrador, que podamos convertirnos en un equipo nacional de trabajo en este ámbito de investigación y poder articular a investigadores expertos nacionales en el desarrollo espacial, que tienen habilidades que quizás no las estaban pensando para el espacio, pero que ahora, con las oportunidades que estamos teniendo de poder llegar al espacio con tecnologías más modernas y ágiles, se ponen al servicio del desarrollo espacial", agrega.
Avances y ventajas implementadas en los satélites
La decisión de aumentar su volumen brinda ventajas para el desarrollo y transporte de experimentos e instrumentos más sofisticados.
Al contar con más superficie, los vehículos llevan paneles solares más extensos, lo que se traducirá en más energía para la vida y uso de estos sistemas.
Asimismo, permite el transporte de baterías más grandes y continuar con el estudio que se inició con el SUCHAI 1 en condiciones del espacio exterior, con temperaturas extremas y radiaciones intensas, como también ampliar la gama de experimentos y estudios tecnológicos.
Dentro de las materias científicas que se estudiarán en el espacio se encuentra la medición más simple y, a la vez, más sofisticada de la ionización. Habrán experimentos de física espacial, contadores de partículas de la radiación solar, medición del ambiente espacial, de la contaminación lumínica nocturna en el norte de Chile, la factibilidad de sobrevivencia de organismos biológicos y de plantas que no requieren tierra.
En el ámbito del desarrollo tecnológico, los satélites probarán modelos de comunicación moderna, software de vuelo, predicción y optimización del uso de baterías en el espacio, sistemas de cámaras más sofisticadas, prueba de sistema de antenas de parche sobre aletas desplegables, sistema para modificar la posición del satélite y la utilización de un modelo de internet de las cosas en el espacio (IOT, en inglés).
Desarrollo tecnológico y ciencia espacial: Un trabajo multidisciplinario
Esta nueva etapa del Programa Espacial de la Universidad de Chile contó con la participación de científicas/os de distintas disciplinas provenientes tanto de la FCFM como de la Facultad de Ciencias de esta casa de estudios e instituciones nacionales de investigación, quienes han colaborado con la planificación de estudios de ciencia espacial y mejoras de investigaciones que se realizaron en el SUCHAI 1 (2017).
En tanto, el desarrollo tecnológico, construcción y, posteriormente, las pruebas térmicas y de vibración de estos vehículos en la cámara de termovacío, estuvieron a cargo de investigadores ingenieros/as de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, lugar donde se aloja el Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria (SPEL, por su sigla en inglés).
Como parte de los objetivos del Programa Espacial de la Universidad de Chile, nuevamente participaron estudiantes graduados y en etapa de estudio, algunos/as continuando su aprendizaje y especialización en tecnología espacial y otros sumándose en este plan de desarrollo de capital humano avanzado para el país. Cabe precisar que este proyecto también abrió sus puertas para recibir a estudiantes graduados de otras universidades del país, toda vez que apela a una mirada de proyecto de país y desarrollo de capacidades nacionales.